Europa va a paso de tortuga, pero tiene más coraza ante una crisis
Las empresas están menos endeudadas que hace una década y tienen mejor cubiertos sus dividendos y sus emisiones, lo que les da garantías para afrontar una posible recesión
En la última década, la bolsa europea ha andado a paso de tortuga en comparación con la bolsa americana, que ha corrido mucho más. Así, la segunda ha abierto una brecha de rentabilidad de 150 puntos porcentuales, que ha desesperado a cualquiera que haya apostado por el Viejo Continente. A diferencia de lo que sucede en la fábula infantil, en la que la tortuga llegaba a la meta antes que la liebre por la vanidad de esta última, nadie espera que la bolsa de este lado del Atlántico pueda aventajar sustancialmente a la americana, pero lo cierto es que su caparazón sí que ha mejorado y está más protegida, ante las turbulencias económicas que quedan por delante, que hace unos años.
Durante los últimos meses las perspectivas de la economía mundial han empeorado sustancialmente y la palabra recesión ha aparecido en la agenda de los inversores. La historia ha demostrado que los analistas no han sido capaces de verlas venir, pero lo que sí que es posible es prepararse ante su llegada y saber cuáles son las consecuencias que tiene para los mercados mundiales.
Según los datos recopilados por UBS, los beneficios han caído de media un 25 por ciento en las recesiones de los últimos 50 años en Europa. En 2009 el descenso alcanzó el 46 por ciento, pero en décadas anteriores la cifra se situó entre el 19 y el 22 por ciento. Aunque en el recuerdo reciente está la dureza de la gran crisis financiera, lo cierto es que no todos los parones tienen que ser tan duros. Así, pese al mal comportamiento de Europa en los últimos años, los analistas creen que está mejor pertrechada
LAS COMPAÑÍAS EN EUROPA HAN SIDO MUCHO MÁS PRUDENTES QUE EN EEUU A LA HORA DE ENDEUDARSE
que hace unos años para afrontar una posible recesión.
Las mejoras en las condiciones
En el contexto actual, los expertos ven motivos para pensar que una posible recesión –las probabilidades de una contracción en EEUU están en máximos desde la crisis– podría no suponer un golpe tan grande para la renta variable europea. “El mercado de la región tiene algunos estabilizadores como el punto del ciclo de beneficios, que es mucho menos extremo que en previas ralentizaciones, la flexibilidad del balance, con la ratio deuda/capital en mínimos de 10 años, lo que dará flexibilidad en caso de una recesión y protección a los dividendos y el posicionamiento de los inversores, que ya están infraponderando Europa”, reflexionan desde la entidad helvética.
La salud de los beneficios
Frente a unos beneficios que en Estados Unidos se encuentran más de un 80 por ciento por encima del anterior pico del ciclo económico, en Europa las ganancias estimadas para este año están un 14 por ciento por debajo del máximo alcanzado en 2007. Mientras, acotando a la eurozona están un 14 por ciento por debajo de sus altos. “El entorno fundamental de las acciones europeas no es muy alentador, pero el posicionamiento y las valoraciones probablemente ya reflejan mucha negatividad. El multiplicador de beneficios está barato en términos relativos con respecto a Estados Unidos y el diferencial de crecimiento también se ha estrechado”, recuerdan en Barclays. En este contexto, los analistas estiman que el beneficio de las firmas del EuroStoxx crecerán este año un 6 por ciento, frente al 3,6 por ciento que prevén para el S&P 500.
Otra de las protecciones que ofrece Europa es la rentabilidad de sus dividendos y la capacidad que demuestran las firmas de la región para generar caja para abonarlos. Según datos de UBS, el payout (porcentaje del beneficio destinado al pago de dividendos) se sitúa en el 57 por ciento, frente a la media del 53 por ciento de largo plazo. Esta cifra está por debajo del 81 por ciento al que se disparó esta ratio en 2016 o el 61 por ciento en el que estaban en 2008. Además, las compañías generan 1,38 euros de free cash flow por cada euro destinado a retribuir.
Esto no quiere decir que en caso de una recesión los dividendos no se viesen recortados, pero la historia demuestra que son mucho menos volátiles que los beneficios. Así, si en las recesiones de los últimos 50 años los beneficios se han recortado de media un 25 por ciento, los dividendos lo hicieron algo menos de la mitad, un 12 ciento. “Hay quien piensa que el bajo payout de las acciones europeas deja espacio para absorber una caída en beneficios. En cierto modo estamos de acuerdo, pero las expectativas de dividendo también caen cuando lo hacen las de ganancias, solo que en una magnitud menor”, concretan en Société Générale. De momento, la rentabilidad por dividendo de la eurozona se sitúa en el 3,6 por ciento, lo que supone un diferencial de 390 puntos básicos con respecto al -0,3 por ciento que renta la deuda alemana con vencimiento a 10 años.
LOS BENEFICIOS EN EL VIEJO CONTINENTE CAEN DE MEDIA UN 25% EN LOS ÚLTIMOS 50 AÑOS EN PERIODOS DE RECESIÓN