Bonos ‘verdes’: renta fija más estable
Este tipo de activos está en plena efervecescencia, y España busca su papel en un mercado que crece a velocidad de vértigo. Una de sus principales características es que son menos volátiles que otros activos de renta fija, ya que los inversores permanecen con más frecuencia hasta el vencimiento en el bono. Esto se debe, en gran medida, a que la oferta todavía es relativamente escasa
Con los inversores mirando con atención, tras un 2018 pavoroso, a la renta fija, los bonos verdes despuntan al ser menos volátiles que otros tipos de bonos. El número de julio de Inversión a Fondo, la revista digital de elEconomista, repasará el estado en el que se encuentra un mercado en el que las emisiones están creciendo con gran rapidez y en el que la rentabilidad para el inversor ha demostrado ser solo ligeramente más baja –y no siempre– que la de otros activos de renta fija. La revista mensual también repasará la problemática particular a la que se enfrentan los gestores de renta fija y por qué ésta es tan difícil de gestionar.
■ La desconocida ventaja de los bonos verdes: su estabilidad
No es una de sus características más divulgadas, pero los bonos verdes se comportan de una forma más estable que otros activos de renta fija. Esto se debe a que la oferta de estos activos aún es bastante inferior a la demanda, lo que hace que los inversores en bonos verdes se queden con frecuencia hasta el vencimiento. Por tanto, son menos habituales los movimientos bruscos en su precio y, en un escenario en el que en renta fija pueden avecinarse sustos, los inversores valoran esta cualidad. Este tipo de activos, que capta financiación que se destina a fines medioambientales, están en plena efervescencia y es una española, Iberdrola, la primera compañía emisora a nivel mundial de este tipo de deuda. El crecimiento de las emisiones es muy veloz: en menos de seis meses, en este país se ha emitido más que en todo 2018. Lo que aún está por definir es su marco normativo, en el que está trabajando la Comisión Europea, que ayudará a sentar las bases de qué activos son verdes y cuáles no.
■ La dificultad de gestionar la renta fija
Tras un 2018 catastrófico en los mercados, en el primer semestre de 2019 la renta fija se ha reafirmado como el activo preferido del inversor conservador en tiempos de incertidumbre: los fondos de renta fija han sido los mayores captadores de flujos netos de dinero, tanto en España como en Europa, en los seis primeros meses del año. Está por ver si los mensajes de la Fed y del BCE, que aseguran que seguirán dopando al mercado, empujan a los inversores a salir de estos activos, más seguros pero menos rentables. Capear los miedos de los clientes se ha convertido en uno de los aspectos que ocupan a los gestores de renta fija, que trabajan con activos en ocasiones muy poco líquidos. Una cartera de fondos de deuda debe ser capaz de afrontar la retirada de partícipes con un colchón de liquidez suficiente como para no verse obligado a realizar ventas forzadas.
■ Las OPV caen un 40% este año
El importe captado por las compañías que han debutado en bolsa en los seis primeros meses de 2019 (que asciende a 65.000 millones de dólares) ha sido un 40 por ciento inferior al obtenido en el mismo periodo de 2018. Se trata del dato más bajo desde 2009, en plena crisis financiera. Las crecientes tensiones políticas tienen mucho que ver con este negativo balance, afirman los expertos.
■ Entrevista con Elena Escrig, experta en sostenibilidad
Las agencias de rating de sostenibilidad no son transparentes acerca de la forma en que evalúan a las compañías y esta experta –que lleva más de seis años tratando de entrar en la cocina de estas compañías de calificación– señala que no hay constancia de que las agencias validen la información que les remiten las compañías, información en base a la cual les ponen una buena o una mala nota.
■ Cómo invertir en ‘tierras raras’
China ha amenazado con dejar de vender a EEUU las denominadas tierras raras, pero los expertos llaman a la calma, ya que el gigante asiático ya realizó un intento similar en 2010 y los resultados no fueron positivos para el país. Para el inversor de a pie que desee invertir en estas materias, existen ETFs, como el Van Eck Rare Earth, que lo permiten.
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