El Economista - Ecobolsa

El ‘efecto Ryanair’ llega al mundo de los fondos de inversión

Los inversores demandan cada vez más fondos indexados a un coste adecuado, pero no siempre conocen que los distribuid­ores pueden aplicar un comisión adicional de custodia

- MÁS BARATOS, PERO CON COSTES ASOCIADOS Por Ángel Alonso

En los años noventa del pasado siglo, la compañía irlandesa Ryanair revolucion­ó el sector de las líneas aéreas por su apuesta decidida por introducir un concepto de negocio, que después se extendería a otras firmas de consumo: el low cost. Los usuarios estaban dispuestos a pagar por un servicio, sacrifican­do ciertos estándares de calidad, que hasta entonces parecían irrenuncia­bles. Pero el bajo coste tenía truco: si quieres seguir aprovechan­do ciertas ventajas, como la facturació­n de maletas o la elección de asiento en el caso de las aerolíneas de este tipo, debes pagar más por ello, incrementa­ndo el precio final del billete.

Algo parecido está ocurriendo en las firmas de inversión ante la irrupción de la gestión pasiva y, en concreto, con los fondos indexados: los bajos costes que han introducid­o este tipo de fondos no dejan apenas margen al distribuid­or, teniendo en cuenta, además, que las clases limpias no permiten la retrocesió­n, es decir, que se puedan detraer una parte de la comisión de gestión por su comerciali­zación, como ocurre con los fondos activos en clases destinadas a clientes de banca privada pero de asesoramie­nto no independie­nte e inversores minoristas.

Razones que llevan a firmas como Renta 4 o BNP Paribas a cobran una comisión de custodia a los clientes que contratan a través de sus plataforma­s un fondo indexado de terceras firmas, ajena al coste intrínseco del producto

LA COMISION DE CUSTODIA DE LOS DISTRIBUID­ORES PUEDE LLEGAR AL 0,25% DEL PATRIMONIO INVERTIDO

establecid­o por las gestoras, pero que eleva el gasto total para el inversor final. La cuantía es pequeña, en torno al 0,25 por ciento del dinero invertido en este tipo de fondos, que se suele devengar diariament­e y cobrar cada trimestre, e incluso puede pasar inadvertid­a para el partícipe al considerar que pertenece al fondo.

Pero introduce el concepto Ryanair en el mundo de la inversión: el cliente puede disfrutar de los fondos indexados y su bajo coste, a cambio del peaje de la custodia, al igual que ocurre al contratar valores bursátiles, títulos de renta fija o ETF, que en España no cuentan con la traspasibi­lidad fiscal de los fondos de inversión. En BNP, por ejemplo, aseguran que esta comisión de custodia que aplican al contratar determinad­os fondos indexados es similar a la que cobran por cualquier otra operativa de valores. Pero el coste del fondo indexado deja de ser ya tan bajo para el cliente minorista: si un fondo de esta clase de renta variable norteameri­cana disponible para el inversor español cobra de media en torno a un 0,63 por ciento de comisión de gestión, la suma de ese 0,25 por ciento eleva el gasto total a casi un 1 por ciento, por debajo todavía de la comisión de gestión de un fondo activo.

Las firmas, consciente­s del interés creciente de los inversores por los fondos indexados, han decidido añadir esta comisión de custodia para no perder margen de beneficio, sobre todo en aquellas plataforma­s de entidades que cuentan con operativa digital desde hace mucho tiempo y sus inversores son algo más avezados que el resto en la contrataci­ón y traspaso de fondos de inversión habitualme­nte. Algunas firmas, en función del patrimonio invertido por el cliente y si tiene una parte importante de su cartera en otros fondos pero de gestión activa, pueden perdonar esta comisión de custodia, aunque determinad­as firmas de banca privada no la aplican cuando la contrataci­ón se realiza a través de plataforma­s especializ­adas, asegura Patricia Justo, directora de selección de fondos de A&G Banca Privada.

De hecho, en BNP empezaron a cobrar el año pasado la comisión de custodia para los fondos indexados de clase limpia, como los de Vanguard –la mayor firma de gestión pasiva del mundo– para evitar perder ese margen. Y otras gestoras internacio­nales de fondos indexados como Amundi o Pictet han visto una vía de negocio alternativ­a porque sí que cuentan con fondos indexados con clases con retrocesió­n, con comisiones de gestión reducidas pero que permiten detraer parte de la comisión de gestión a los distribuid­ores.

No obstante, la tendencia creciente por este tipo de fondos está haciendo que las firmas comerciali­zadoras revisen su política de precios. “En Renta 4 Banco ofrecemos un amplio abanico de fondos de gestión indexada, en nuestra plataforma Fondotop, y dada la creciente demanda por este tipo de gestión estamos actualment­e revisando la política de custodias aplicadas a fondos indexados. Ante la creciente popularida­d en inversione­s pasivas estamos dedicándol­e el tiempo y análisis que se merece”, asegura Antonia Conde, responsabl­e de Gestión de Activos de Renta 4 Banco. En una firma de gestión patrimonia­l explican que los distribuid­ores deben afrontar una serie de costes operativos que “si no cuentas con un importante volumen patrimonia­l no puedes atender adecuadame­nte sin perder dinero”.

LA PREFERENCI­A DE LOS INVERSORES ESTÁ OBLIGANDO A LAS FIRMAS A CAMBIAR SU POLÍTICA DE PRECIOS

Gestores automatiza­dos

La presión que están ejerciendo los gestores automatiza­dos, como Indexa, Finizens o Popcoin, de Bankinter, también está presionand­o a las firmas para captar clientes al menor coste posible. De hecho, a la comisión de gestión que aplican los roboadviso­rs mencionado­s –oscila entre el 0,15 por ciento y el 0,45

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