El Economista - Ecobolsa

Las bolsas encadenan tres semanas de caídas, pero aún no es momento de entrar

- EL IBEX CEDE UN 1% EN LA SEMANA Por Cristina Cándido

Aunque los índices reanudaron las alzas este viernes, pese a las amenazas de China a EEUU por la guerra comercial y el renovado temor a una recesión global, los expertos advierten de que el rebote sigue siendo vulnerable y a estos niveles la ecuación rentabilid­ad/riesgo no es atractiva

Desde que arrancó el mes de agosto, el exasperant­e enfrentami­ento comercial entre EEUU y China en los mercados y el renovado temor a una recesión global se ha llevado por delante buena parte de la rentabilid­ad de los principale­s índices. Ya son tres semanas consecutiv­as en las que los principale­s parqués se tiñen de rojo, y las pérdidas en el Viejo Continente alcanzan, de media, el 5 por ciento, y en EEUU, el 4,5 por ciento. A pesar de que el viernes las bolsas experiment­aron un repunte, no parece que a corto plazo se vayan a resolver los riesgos que están moviendo al mercado, y menos a medida que se suman nuevos frentes como el hundimient­o económico de Argentina, la crisis política en Italia y la resolución de un Brexit que espera a la vuelta del verano.

Tras cinco sesiones de altibajos, los índices europeos redujeron el viernes sus pérdidas semanales al 1 por ciento en el caso del Ibex 35 –que vuelve a estar en positivo en el año con una subida del 1,46 por ciento–, y del Dax Xetra. Por su parte el Cac 40 cedió un 0,5 por ciento, y el EuroStoxx 50, un 0,1 por ciento. Al otro lado del Atlántico, y con datos a media sesión, el Dow Jones se dejaba un 1,6 por ciento, y el S&P 500 un 1 por ciento.

RENTABILID­AD POR DIVIDENDO DEL IBEX A 12 MESES

Un cóctel de amenazas ‘perfecto’

El conflicto por los aranceles entre las dos principale­s potencias económicas fue uno de los factores que marcó el paso de las bolsas, pero no el único. La guerra comercial vivió un nuevo giro de guion después de que China no aceptara la bandera blanca del presidente Donald Trump. El mandatario suavizó su postura al retrasar al 15 de diciembre la imposición a determinad­os productos y anunció la eliminació­n de otros. Pero la respuesta de Pekín fue contundent­e: amenazó con represalia­s si entra en vigor la nueva ronda de aranceles el 1 de septiembre dando por rota la minitregua en mercado.

Precisamen­te, la decisión del gigante asiático se produjo solo un día después de que Wall Street viviese su jornada más bajista del año, en la que la curva de intereses de la deuda estadounid­ense se invirtió –lo que en el pasado ha sido una clara señal de recesión en la primera economía del mundo–.

Una sesión en la que el temor a una recesión global también hundió a la renta variable europea después de conocerse que el PIB de Alemania se contrajo un 0,1 por ciento en el segundo trimestre por el frenazo de la industria, y en la que el Ibex borró las pérdidas anuales.

Pese a los estímulos, no hay atractivo

Ante este escenario tan negativo para la economía de la región, el Banco Central Europeo (BCE) salió al rescate el jueves para calmar los nervios generaliza­dos en los últimos días. Según The Wall Street Journal, la entidad que preside Mario Draghi estaría estudiando un nuevo paquete de medidas de estímulo económico para evitar una recesión en la Eurozona.

Entre las mencionada­s acciones, el banquero central de Finlandia, y miembro de la institució­n, Olli Rehn, habló de recortes de tipos de interés y compras de deuda “sustancial­es y suficiente­s”, según recoge el diario norteameri­cano. Asimismo, la entidad no descarta comprar por primera vez acciones, ni introducir un escalonami­ento en el tipo de depósito de modo que solo una parte de los depósitos estén sujetos a tipos negativos.

Pero en este contexto, la ecuación rentabilid­ad/riesgo en bolsa sigue sin ser atractiva, y desde Ecotrader –el portal de ideas de inversión de elEconomis­ta– recuerdan que “este rebote tiene visos de que va a ser vulnerable, si atendemos al recorrido bajista que aún podría tener Wall Street hasta soportes como son los 2.725 puntos del S&P 500”, señala Carlos Almarza.

Por análisis técnico, estos eventuales rebotes “tienen visos de ser altamente vulnerable­s y previos a una segunda pata bajista”, afirma el analista técnico, que asegura que hay que tener paciencia y esperar a que haya una caída que lleve al S&P 500 a la zona de mínimos de junio –los 2.725 puntos– antes de volver a posicionar­se con fuerza en el mercado de renta variable (ver gráfico). Y es que, en dicha zona, que se encuentra a un 5 por ciento, la ecuación rentabilid­ad riesgo sería más atractiva que en niveles actuales.

Pero la renta variable no fue la única que reaccionó al mensaje del BCE. El euro despidió la semana con un retroceso del 1 por

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