Emergentes: la ‘medida’ para ganar más
Tras un mal 2018 en el que el MSCI Emerging Markets firmó su peor registro desde 2011, la evolución de estos países este ejercicio está siendo mucho más positiva, especialmente para los ‘BRIC’ (Brasil, Rusia, India y China), que se han encontrado con el viento de cola tras el giro monetario de la Fed y que les puede empujar entre un 15% y un 32% hasta el nivel en que los valora el mercado
En bolsa, como en repostería, las proporciones correctas de los ingredientes son la base del éxito. Y tras las subidas de doble dígito con las que los principales índices han contribuido a a saciar el hambre de ganancias en 2019 no es de extrañar que los inversores miren de nuevo a los emergentes en la búsqueda de oportunidades con los que poner la guinda al pastel. Las dificultades del tercer trimestre no han sido pocas a medida que la economía global se desaceleraba y se recrudecía la tensión comercial, pero el golpe de timón de la Reserva Federal (Fed) –recortando los tipos de interés y adoptando un tono más acomodaticio– ha reducido la presión sobre el dólar, beneficiando a la renta variable emergente, que este año sube un 3 por ciento y, por tanto, tiene más potencial.
Históricamente invertir en emergentes ha sido sinónimo de rentabilidad si se está vacunado contra el riesgo. 2018 fue malo –el selectivo emergente cerró su peor ejercicio desde 2011 con una caída del 12,5 por ciento– y éste también está siendo agitado, ya que a la inestabilidad por la disputa arancelaria se han sumado la incertidumbre política por los procesos electorales que han llevado al indicador emergente a dejarse 10 puntos frente al índice global desde enero.
Una brecha que se ha traducido en dos ventajas: primero, un potencial del 19 por ciento hasta la valoración en que estima el consenso de Bloomberg a 12 meses. Y, segundo,
SUS FUNDAMENTALES: UN POTENCIAL DEL 19% A 12 MESES Y UN DESCUENTO DEL 27% FRENTE AL MSCI WORLD
DESDE 1989 EL MSCI EMERGING MARKETS BATE EN 82 PUNTOS DE RENTABILIDAD AL ÍNDICE DE BOLSA GLOBAL
en un descuento por PER –veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción– del 27 frente a los desarrollados.
“Aunque el mundo está obsesionado con los vaivenes comerciales entre EEUU y China, lo impredecible y la volatilidad son la norma en los mercados emergentes”, recuerda Nick Price, gestor de renta variable emergente de Fidelity. La gestora tiene presente que si las perspectivas económicas continúan deteriorándose y el conflicto comercial se agudiza esto podría impactar negativamente en estos mercados, pero recuerdan que “la historia de los emergentes es una narrativa a largo plazo”. Prueba de ello es que desde hace treinta años el MSCI Emerging Markets bata en 82 puntos de rentabilidad al MSCI World.
Un optimismo que ha ganado peso después de que la Fed haya pasado de subir o bajar tipos –positivo para los emergentes, ya que elimina la presión de los bancos centrales para proteger sus propias divisas–y se apoya en los fundamentales de las compañías de estos países “que son buenos y, en algunos casos, los mejores que hemos visto en bastante tiempo” razona Devan Kaloo, responsable de renta variable global de Aberdeen Standard Investments.
Las proporciones perfectas
Ahora bien, ¿cuál es cantidad correcta en cada mercado? Los analistas sitúan a Asia como “la zona donde debería haber crecimiento y, en particular, China, donde creemos que deberíamos jugar el peso relativo añadido”, apunta Joan Bonet, director de Estrategia de Mercados de Banca March.
El CSI 300 es el índice más alcista tras sumar un 27 por ciento y aún puede subir un 15 por ciento más. Aunque la bolsa china ya ha borrado los efectos de la devaluación del yuan de agosto, expertos como Craig Botham, economista senior de Emergentes de Schroders, se preguntan por los costes para China de esta medida. “Sabemos por las crisis en otros mercados emergentes que una gran devaluación puede imponer una presión significativa sobre el sistema financiero”.
El Sensex indio, que repunta menos de un 5 por ciento en 2019, es el que más se ha abaratado por su multiplicador de beneficios –ha pasado de cotizar de las 21 a las 15 veces–. La bolsa del país vuelve a acaparar la atención de los inversores después de que el Gobierno de Modi haya anunciado una batería de rebajas fiscales para las empresas locales. Para Aberdeen, “en India se encuentran algunas de las empresas de mejor calidad de la región”. De los fondos que invierten en los denominados BRIC (Brasil, Rusia, India y China), y que se pueden comprar desde España en euros con una inversión mínima de hasta 10.000 euros, el Stewart Inv Indian Sbctnt Sustnby de Stewart Investors es el que arroja las mayores rentabilidades anualizadas a 10 años (ver gráfico).
Rusia es el mercado con más potencial, superior al 30 por ciento. “A pesar de las preocupaciones por el debilitamiento del crecimiento mundial, su economía ha salido de la recesión de 2016 con un aumento de las reservas de divisas, la mejora del superávit en cuenta corriente del PIB, la expansión de los PMI y la caída de los tipos de interés reales”, señalan desde Jefferies, recordando que, “dado que es más probable que los tipos de interés nominales bajen, las acciones parecen tener mejor valor que los bonos por primera vez en muchos años”.
Brasil es la bolsa más barata al cotizar en las 5 veces. El Bovespa se revaloriza un 15 por ciento y puede escalar otro 16 por ciento. Con un ojo en las elecciones argentinas –su primer destino de exportaciones– desde Main First señalan que “el elevado déficit público será clave para los inversores” ahora que tras la reforma de las pensiones, que se aprueba el 11 de octubre en el Senado, el Parlamento debate la reforma tributaria.