“El institucional entendería que baje el margen por comprar crecimiento”
Los altos márgenes son una de las fortalezas de Amadeus, pero no una “obsesión”, recalca su CEO, Luis Maroto, quien asegura que la quiebra de Thomas Cook tendrá un impacto “no significativo” en sus resultados, sin esconder la preocupación que existe por la industria
Detrás de la gran, gran mayoría de clics que una persona realiza para buscar un viaje está Amadeus. Así lo describe el consejero delegado de esta empresa tecnológica, Luis Maroto, que, sin hacer mucho ruido, se ha convertido en la sexta mayor compañía cotizada del país. El próximo año celebra su décimo aniversario desde que regresó al parqué, en 2010, y el precio de la acción se ha multiplicado por seis. Ahora afronta un periodo de turbulencias en el sector del turismo por el deterioro de la situación económica, y Maroto reconoce la clara caída del tráfico de pasajeros pero defiende la diversificación y su capacidad para seguir creciendo como motores para sobrellevarlo.
Se cumple un año de la entrada de la firma en el EuroStoxx 50. ¿Qué ha supuesto? ¿Por qué le dio menos importancia que al índice de sostenibilidad elaborado por Dow Jones?
Es importante estar en los grandes índices, sobre todo en este mundo en el que cada vez la gestión activa y pasiva se van combinando. El impacto es claramente positivo como reconocimiento a la evolución de la compañía. Al principio se produjo una especie de rally, por la entrada de fondos que están indexados, y la cotización de la acción se disparó con un mayor volumen de trading diario, tanto justo antes de entrar en el índice como después. Luego todo es más estable, y ya es muy difícil saber lo que se está produciendo por estar ahí versus lo que es por motivos más fundamentales. En el caso del Dow Jones Sustainability, es un índice global que tiene relevancia en un mundo donde cada vez se le está dando más y más peso a los temas de sostenibilidad. No es que le dé más o menos importancia, todo lo que sea entrar en clasificaciones e índices es muy positivo.
Amadeus es uno de los tres títulos del Ibex que más valor ha creado en beneficio por acción desde su salida a bolsa. Muchos particulares se lo han perdido, ¿aún hay pocos?
Es cierto que cuando una compañía que no es de consumo final sale a bolsa es más difícil de conocer para un inversor individual. A medida que se ha ido haciendo más grande sí tenemos mucho inversor individual e institucional. ¿Tenemos que hacer un esfuerzo adicional? Sí, es posible.
Pero la acción sufre ahora una penalización importante. El último castigo, por la quiebra de Thomas Cook, del que se ha recuperado en la última semana. ¿Qué impacto estiman?
El impacto concreto es difícil de cuantificar como compañía. Claro que ellos son clientes nuestros (le dábamos tecnología, recibíamos reservas...). Hay dos escenarios: que todo el volumen de Thomas Cook se pierda o que parte de ese volumen lo tomen otras operadores, que es lo más probable. Habría un flujo a otros que la mayoría ya son clientes nuestros. Independientemente de eso, aunque es un cliente importante, dada la globalidad de Amadeus y el tamaño, el impacto total no es significativo para la cuenta de resultados. Todo depende de cómo evolucione, porque en Thomas Cook hay parte de Thomas Cook Escandinavia, está Condor que parece que va a seguir funcionando... De lo que haya pendiente de cobrar, como todo se hace a través de IATA, el riesgo es pequeño, no es significativo. Yo creo que la alerta y la penalización que se producen cuando sale la noticia, más que el hecho concreto, es la preocupación de cómo está la industria. Es como cuando aerolíneas como Lufthansa o IAG han anunciado profit warnings [reducción de sus propias previsiones]. Ha habido una serie de quiebras este año de aerolíneas y hay mucho ruido.
¿Y cómo ve la industria en este momento de preocupación? ¿Desaceleración o recesión?
Yo veo claramente que hay una desaceleración de la industria, por supuesto. Se ve en los datos que publica IATA, en los problemas de muchas compañías y lo vemos también en el tráfico que gestionamos. Que eso se vaya a traducir en recesión global o mundial es difícil saberlo. Lógicamente cuando la economía sufre o decrece se nota en el tráfico. Pero también afectan el precio del petróleo, las huelgas con los pilotos, la guerra comercial, el Brexit... estamos en un entorno de mucha incertidumbre. Somos más prudentes cuando pensamos en el tráfico y en la evolución que antes. Con los últimos datos de IATA, hemos venido con un tráfico desacelerándose, aunque aún en cifras mayores al 3 por ciento –veníamos de cifras del 7 por ciento–. Hay crecimiento, pero es menor.
¿Cómo protegerse ante este ‘frenazo’?
A pesar de que hablábamos de una desaceleración, en los momentos malísimos de recesión el tráfico ha caído, pero no un 10 o 15 por ciento, estamos hablando de un 3-4 por ciento. No es tan cíclica como otras industrias. Y para nosotros es fundamental la diversificación por negocios y geografía. Es clave el hecho de estar muy presentes en Asia, que es una zona de crecimiento. En algunas patas de nuestro negocio Asia ya es nuestro primer mercado. EEUU es importante, pero es cierto que es de menor crecimiento. Y Europa es fundamental, tenemos un gran negocio, pero el crecimiento es mayor en otras economías donde surgen nuevos jugadores.
Los márgenes de Amadeus son una de sus fortalezas. ¿Será capaz de mantenerlos? ¿Les penalizaría el institucional si bajan?
Es difícil de contestar, depende de mil factores. Los márgenes son importantes y los hemos mantenido y, en teoría, los seguiremos man