Los pocos ejemplares vivos entre los depósitos en extinción
Aunque el interés medio está en el 0,04%, quedan algunos con retornos superiores que pueden ser una alternativa a los fondos de deuda a corto plazo o monetarios que incurran en pérdidas
Los depósitos son una especie en extinción entre la banca tradicional. Y lo son, en parte, por la política monetaria expansiva que durante ocho años ha mantenido el ya expresidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, con la que ha inundado el mercado de liquidez. Deja en herencia a Christine Lagarde, su sucesora, los tipos en el 0 por ciento y la facilidad de depósito a la banca, entre otros legados, en el -0,5 por ciento (que es lo que cobra a las entidades por aparcar sus excesos de liquidez en el BCE). Es el contexto por el que hace tiempo la banca dejó de remunerar el pasivo y que, incluso hoy, ha generado un debate antes impensable. El de llegar a cobrar a los particulares por los depósitos, como ya se hace con los clientes institucionales. En medio, y sin hacer mucho ruido, también hay entidades al margen de las tradicionales que sí mantienen en sus escaparates imposiciones que rentan, en el mejor de los casos, un 1,48 por ciento en los plazos más largos, cuando la media está en el 0,04 por ciento a un año (ver gráfico), y que pueden servir de alternativa a los fondos de renta fija a corto plazo o monetarios que incurran en pérdidas.
Esa rentabilidad mínima, que ha caído seis años seguidos, no ha provocado una estampida entre los ahorradores españoles, que se definen mayoritariamente como conservadores, según el último Observatorio de Inverco. Parte del dinero que había en depósitos sí que ha migrado hacia los fondos de inversión –en parte por la fuerza de venta de la banca, que lleva años impulsando esta pata de negocio ante las dificultades para mantener sus ingresos en un entorno de tipos al 0 por ciento–. Pero el grueso del ahorro financiero sigue en depósitos y efectivo (donde se incluyen las cuentas a la vista). En concreto, más de 900.000 millones de euros carentes de rentabilidad, que pesan nada menos que un 39 por ciento en la estructura del ahorro de las familias. Por poner la cifra en contexto, es más de lo que pesa la inversión directa en bolsa o renta fija, los fondos, los seguros, los planes de pensiones... o cualquier otra alternativa de ahorro.
A pesar de los esfuer
WIZINK SUBE LOS INTERESES DE SUS PLAZOS A 18, 25 Y 36 MESES, CON RENTABILIDADES ENTRE EL 0,75% Y EL 1,05%
LOS AHORRADORES ESPAÑOLES TIENEN INTENCIÓN DE AUMENTAR SU INVERSIÓN EN DEPÓSITOS
zos de la industria por mentalizar a los españoles de que optar por este producto implica perder poder adquisitivo en caso de que la inflación vuelva con fuerza, lo cierto es que el depósito sigue muy presente y no solo ya por lo que representa en la actualidad. Según la última encuesta de Inverco, cuando se le pregunta a los españoles en qué productos piensan aumentar su inversión próximamente, los depósitos vuelven a hacer acto de presencia (por no mencionar que son la primera opción entre los jóvenes menores de 26 años). “En momentos de dificultad económica, la gente se vuelve conservadora y ante una ralentización de la economía, los depósitos podrían cobrar fuerza. Sin embargo, en un contexto de represión financiera, el conservador tendrá que incluir un mínimo de productos que le den una rentabilidad moderada”, opina Daniel Blanco, miembro del Observatorio Inverco. Precisamente por ese interés que aún existe hacia los depósitos, algunas entidades, que no coinciden con las grandes, siguen comercializándolos y con intereses muy por encima de la media. Es el caso, por ejemplo, de WiZink, la entidad online especializada en tarjetas de crédito y soluciones sencillas de ahorro, que sube las rentabilidades de los tres plazos fijos que comercializa, del 0,5 al 0,75 por ciento en el plazo a 18 meses, del 0,65 al 0,9 por ciento a 25 meses y del 0,8 al 1,05 por ciento a 36 meses. Es una rara avis, junto a EBN Banco, que también apuesta por los depósitos, e incluye seis posibilidades (ver gráfico). “Desde EBN Banco tenemos la posibilidad de ofertar unos depósitos tan rentables porque, al no contar con una gran infraestructura en oficinas u otros costes fijos, como sí tienen otros bancos, nuestros gastos son mucho más
reducidos”, explica José María Alonso-Gamo, director general de la entidad, que se ha propuesto alcanzar un volumen de 400 millones de euros. Oferta, por ejemplo, un 1,43 por ciento a ocho años, que es uno de los intereses más altos que se pueden encontrar –porque luego está la posibilidad de acceder a plazos de otros bancos en Europa, a través de plataformas como Raisin, con productos que rentan hasta el 1,54 por ciento–. Los de WiZink y EBN no son los únicos. Pibank (del grupo Pichincha) y el grupo italiano Banca Farmafactoring , con la Cuenta Facto, también tienen otros con retornos por encima de la media.
La inflación erosiona el ahorro
Para entender el daño que la inflación hace en el ahorro, ING calculó que un ahorrador que en 2003 invirtiese 10.000 euros en un depósito, tendría 8.153 euros a cierre del año pasado, una vez descontado el IPC. Y si se tienen en cuenta las previsiones sobre los precios a futuro, esos 8.153 euros se convertirán en 7.384 euros en 2024, según sus estimaciones.