PROTOCOLARIO ‘WARNING LIST’ PARA IBERDROLA
Cuando los responsables de una gestora extranjera tratan de entender que las escuchas de Villarejo y sus contraespionajes a dos bandas pueden extenderse por medio Ibex, entre todas las compañía que estuvieron implicadas en operaciones corporativas, se desmonta la pata última de la inversión ESG. Cuando se habla de environmental, social and corporate governance se focaliza mucho en criterios medioambientales y sociales y, quizás algo menos, de gobernanza empresarial. La presunta acracia ejecutiva que están dando algunas empresas cotizadas con expresidentes imputados por abonarse a ‘La tienda del espía’ como el del BBVA, Francisco González, ha llevado a la CNMV a sacar recientemente una nota en la que exige a las empresas que se “aseguren de que sus protocolos anticorrupción son suficientemente exigentes y se aplican realmente”.
El cuidado de los criterios de gobernanza es el que ha destapado que mientras no se aclaren las imputaciones de espionaje mutuas entre Iberdrola y ACS, centradas en el abordaje hace casi tres lustros de la nave capitaneada por Florentino Pérez a la de José Ignacio Sánchez Galán, algunas gestoras internacionales ya sean conscientes de que protocolariamente Dow Jones Sustainability ha puesto en warning list a Iberdrola hasta que se resuelva que no existe ningún tipo de imputación. El responsable de una de ellas explica que se trata de una actuación de oficio que no condiciona a sus gestores. “Si fuera por criterios de gobernanza y no entendiésemos y conociésemos al equipo gestor no podríamos comprar ninguna compañía china. En las que en algunos casos hay mucha más seriedad de la que pensamos por comparativa”, explica.
Para Iberdrola, la defensa del Dow Jones Sustainability es crítica, porque es la Biblia de la inversión ISR, y estamos hablando de uno de los líderes mundial en energías limpias y el mayor emisor de bonos verdes. El escándalo no ha salido del patio nacional y solo de puntillas. La prensa internacional ni se ha hecho eco y solo un corresponsal lo ha mencionado, a través de Twitter.
El verdadero termómetro de este warning son los mercados. Es cierto que la acción de Iberdrola ha perdido momento, como demuestra que se irá en la próxima revisión del índice de ideas de inversión de calidad Eco10 Stoxx, pero no hay un castigo todavía ligado al espionaje. Entre los teóricos pretorianos de Sánchez Galán en Iberdrola, ninguno tiene intención real de vender. En el caso de Norges, el fondo del Gobierno noruego, nacido del petróleo abrazado hoy a la sostenibilidad, tiene tanto dinero que hasta la posible desinversión le causaría un problema. En el caso de BlackRock es una calculadora al indexarse al título. Si éste sube más que el mercado tiene que aumentar su posición, y viceversa. Habrá que vigilar a Massachusetts Financial Services, MFS, uno de los mayores inversores del mundo en energía.