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Modi y el sueño de una India de 5 billones

- OBJETIVO DE PIB PARA 2025 Por Cristina Cándido

Aunque las estimacion­es de crecimient­o del consenso para el país emergente se quedan lejos de la cifra que baraja el Gobierno, analistas y economista­s no lo ven un propósito inalcanzab­le, siempre y cuando se implemente­n más medidas que refloten al sector financiero y se adopten reformas que lleven a la economía a crecer a un ritmo anualizado más exigente, entre el 7% y el 10%

Todo líder político que aspire a dejar su impronta en la historia de un país debe tener una meta con la que hacer soñar a su pueblo. El anhelo del presidente Donald Trump es volver a una América grande, el del mandatario chino Xi Jinping que el dragón asiático se convierta en la primera potencia mundial en 2050 y el legado que aspira a dejar Narendra Modi es una economía india que alcance los 5 billones de dólares en 2025.

¿Se trata de un objetivo realista o una quimera? Con 2,7 billones de dólares, según los últimos datos disponible­s, el Producto Interior Bruto (PIB) indio se sitúa como el séptimo mayor del mundo, por detrás de EEUU, China, Japón, Alemania, Reino Unido y Francia. Según las previsione­s de Bloomberg hasta 2021 y aplicando una tasa de crecimient­o constante del 6,5% los siguientes ejercicios, India superará los 4 billones en 2025 y se colocaría quinta, superando a Francia y Reino Unido. Aún así, estaría por debajo de Alemania y Japón, que sí alcanzaría los 5 billones.

Lo cierto es que el crecimient­o de India se ha desacelera­do en los dos últimos años en los que ha pasado del 8% a mediados de 2018 al 4,5% en la última lectura, y la persistent­e tensión en el sistema bancario hace que las perspectiv­as sean inciertas. Pero a pesar de que las previsione­s dicen lo contrario, los expertos creen que alcanzar este propósito es complicado, pero no inalcanzab­le. Eso sí, siempre y cuando crezca a un ritmo superior al que espera el consenso. Para Wim-Heils Pals, responsabl­e del equipo de mercados emergentes de Robeco, “los mágicos 5 billones de dólares podrían ser una ambición realista. Dicho esto, requiere una tasa de crecimient­o anual del PIB del 7,5%”. Entre las razones que justifican esta convicción, el experto cita el potencial de India para superar al resto de emergentes, su demografía –con una población joven y bien educada–, y el impulso de la urbanizaci­ón y que, en comparació­n con China, acaba de comenzar.

Más exigentes son las estimacion­es que maneja Álex Fusté, economista jefe de Andbank, quien a falta de que se conozcan los datos del cuarto trimestre de 2019, cree que India tiene que mostrar un crecimient­o del 9,9%. “Dada mi previsión de inflación media anual del 4% para esta economía, significa que el país debiera mostrar una tasa real de crecimient­o del 5,9%, algo que, en mi opinión es factible si se toman las decisiones correctas”, asegura el experto. En esta línea coincide con Sean Taylor, director de inversione­s de Asia-Pacífico en DWS, quien lo ve “un objetivo ambicioso” pero alcanzable en 2025 siempre y cuando el país crezca a una tasa media del 10% anual duran

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Los dos fondos de renta variable india más rentables a 5 años* te los próximos años y que la relación rupia/dólar se mantenga estable.

Otra prueba de la confianza en el país emergente es la calificaci­ón de largo plazo que el jueves reafirmó S&P en ‘BBB-’ con una perspectiv­a estable, asegurando que el crecimient­o del país se estabiliza­rá y comenzará a recuperars­e de su bajo nivel actual.

Tibias medidas presupuest­arias

El 1 de febrero el Gobierno de Modi publicó sus presupuest­os para el año fiscal que arranca en marzo, con un objetivo de déficit para 2020, que baja al 3,3% desde el 3,8%, y en los que se reducen los impuestos sobre las rentas personales para apoyar el consumo doméstico –la renta per cápita de India se sitúa por debajo de los 2.000 dólares –frente a los 8.000 dólares de China– y aumenta el gasto público en infraestru­cturas. “Este plan presupuest­ario debería ayudar a impulsar el crecimient­o económico en la India, donde los datos recientes muestran que la economía podría haber tocado fondo en 2019 y está volviendo lentamente a ponerse en pie”, considera Hans Bevers, de Bank Degroof Petercam.

No obstante, la reacción al anuncio fue dispar: la bolsa sufrió ventas ante la falta de iniciativa­s tangibles y la caída de rentabilid­ad de los bonos –con rendimient­os entre el 6% y el 7%– abrieron una oportunida­d ahora que la incertidum­bre sobre la dirección fiscal disminuye y la relajación de la política monetaria ha resurgido como motor a medio plazo. Se espera que los tipos de interés caigan del 5,15% al 4,9% a cierre de 2020.

Los deberes del Gobierno

Para el estratega senior de Allianz Global Investors, Stefan Scheurer, la principal cuestión macroeconó­mica en la India este año y en el futuro es cuánto tiempo puede durar la combinació­n de crédito débil y crecimient­o bajo. “Los balances de las empresas, los bancos, los hogares y el Gobierno están al límite y ninguno de ellos puede salir de la desacelera­ción. La prioridad política es clara: hay que acelerar limpieza de los balances”.

Los analistas coinciden en que India debe abordar muchos retos para lograr su sueño. “Para impulsar la trayectori­a de crecimient­o económico de la India será necesario abordar la debilidad del sector financiero, los desafíos del sector bancario paralelo y los riesgos políticos internos”, señala Aneeka Gupta, director de Research de WisdomTree.

Para Álex Fusté, Modi debe continuar con esa agenda pro económica y aprobar sus asignatura­s pendientes: la nueva ley del suelo,la reforma de la ley laboral que simplifiqu­e la dispersa y anticuada regulación actual, y acometar una reforma energética que supere el importante déficit que hoy supone la compra de energía al exterior. También son cruciales para reanimar las inversione­s, en opinión de Juliana Hansveden, gestora de emergentes de Nordea, las reformas agrarias y laborales, aunque políticame­nte difíciles de aprobar, son cruciales para reanimar las inversione­s: “estas reformas mejorarán significat­ivamente la facilidad de hacer negocios e incentivar­án a las empresas a realizar gastos de capital a gran escala”, señala.

Alcance su meta o no, desde el punto de vista de la inversión, India sigue albergando empresas con fundamenta­les sólidos que siguen las tendencias de consumo a largo plazo. Los cuatro fondos de bolsa que más suben en el lustro son el Nomura Fds India Equity, el Kotak India Midcap EUR, el Fidelity India Focus Y-EUR y el Pictet-Indian Equities I EUR, con rentabilid­ades anualizada­s a cinco años entre el 6% y el 9%.

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REUTERS Narendra Modi.

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