El consenso confía a CIE la recuperación
El fabricante de componentes del automóvil ocupa, por primera vez en la historia del índice, el primer puesto del Eco10 en un trimestre. Es la primera opción para los analistas en un momento en el que los valores cíclicos están sufriendo en bolsa ante la crisis del coronavirus. Su trayectoria de crecimiento sin paliativos en los últimos 20 años prevalecerá cuando amaine la tormenta
El ascenso de CIE Automotive dentro de la cartera de consenso de la que se nutre el Eco10 ha sido meteórico desde que entró a formar parte del Ibex 35 en junio de 2018. Por aquel entonces el fabricante de componentes del automóvil ocupaba el puesto 23 en el listado de favoritos en la cartera de consenso entre 50 firmas de análisis que elabora elEconomista. Entraría en el selectivo en la primera revisión del año 2019, en el sexto puesto. Un año y un trimestre después CIE logra ser el primer valor en el que depositar la confianza este trimestre –figura en 16 de los 50 portfolios con los que se realiza el consenso–, y lo hace a pesar de que la crisis del coronavirus está afectando principalmente a las compañías cíclicas, y, de manera particular, al sector del automóvil al que pertenece la firma presidida por Antón Pradera.
El liderazgo de CIE Automotive cobra, además, una mayor importancia teniendo en cuenta un dato: de las ocho mayores subidas por ponderación que se han producido este trimestre en las carteras, seis corresponden a compañías de perfil defensivo –Iberdrola, Acciona, Audax o Enagás– y solo dos son puro ciclo, CIE y su ex filial tecnológica, Global Dominion. ¿Qué mensaje están lanzando los analistas? Básicamente que, a los precios a los que ha caído la compañía, más que asustar, está reflejando una oportunidad de compra. CIE, considerado un valor estrella de los gestores de fondos de inversión desde hace una década, ha dejado atrás multiplicadores muy elevados frente a la media de la bolsa española, y las últimas caídas le llevan a cotizar al PER mínimo desde la crisis de la eurozona en 2012. Tras un desplome del 7% en la última semana, su acción cotiza a un multiplicador de beneficios de 7,2 veces. Su comparable español, Gestamp, lo sitúa en las 6,9 veces después de desplomarse un 8,6% en esta semana negra.
La paralización de la producción de vehículos en China y la guerra arancelaria que mantiente este país, además, contra EEUU han rematado la cotización del sector a nivel mundial, que cotiza en múltiplos históricamente bajos. CIE Automotive es propietaria de once plantas en China, una de ellas en la zona cero del coronavirus –Wuhan–. Renault, primer cliente para CIE, lleva un desplome del 31% en el año tras dos profit en cuatro meses. Entre la avalancha de informes de los últimos días calculando las consecuencias, la agencia Moody´s vaticina una caída de las ventas de vehículos a nivel mundial del 2,9% en 2020, 400 puntos básicos por debajo de lo que se esperaba hace una semana. Y, lógicamente, es algo que impacta al presente y futuro de CIE Automotive, aunque la firma reconoció ayer durante la presentación de