La diversificación como fuente de alfa
La selección de valores fue, a juicio de Patrick Vogel, gestor del fondo
el principal impulsor del buen comportamiento del fondo durante el año pasado. Una alta convicción en algunas empresas del sector inmobiliario que poseen y gestionan inmuebles residenciales, una opinión positiva sobre algunos bancos y compañías aseguradoras, incluidas las de Reino Unido, y una preferencia por compañías del sector de las telecomunicaciones y la atención sanitaria permitieron cerrar con un 8,80% de rentabilidad en 2019. “Hay múltiples temas integrados en la selección de valores. Nosotros ayudamos a los analistas de crédito a contextualizar sus opiniones identificando temáticas de futuro, que sean durables y realistas. Estos temas no impulsan directamente la selección por sectores, pero les proporcionan nuestra visión de las posibles tendencias disruptivas a las que probablemente se enfrenten las empresas y, a partir de ahí, identificar las que saldrán adelante y las que tendrán dificultades”, subraya. Aunque los efectos del coronavirus sobre el crecimiento mundial han elevado la volatilidad de los mercados, este tipo de entornos no preocupan demasiado a gestores como Vogel, que no tienen en cuentan tanto el entorno macro como la elección de valor. “Nuestro enfoque es más bottom up, por lo que creo que seguirá habiendo oportunidades para que encontremos algunos emisores atractivos, por lo que seguimos siendo optimistas en cuanto a la posibilidad de seguir generando alfa para nuestros clientes”, señala Vogel, quien apuesta por la diversificación en mercados fuera de Europa, como la libra o el dólar.