“Santander es una historia diferencial en Europa por el crecimiento del crédito”
El grupo financiero está a un paso de borrar las pérdidas que ha dejado en bolsa la pandemia. El 85% de los analistas recomienda comprar o mantener los títulos, confiados en su capacidad de reconstrucción del beneficio, apoyado en su diversificación geográfica
La pandemia marcó un punto y aparte en la cotización de la banca, un sector de por sí penalizado en el mercado ante los bajos tipos y la fuerte regulación, pero que cayó con crudeza en los meses centrales del confinamiento especialmente afectado por la recomendación del Banco Central Europeo (BCE) de no distribuir dividendo. Con el arranque del año, este cisne negro aún se mantiene en el centro del escenario, a pesar del avance de la vacunación y las mejores perspectivas para la economía, mientras que el Santander sí comienza a levantar el vuelo siendo la segunda entidad entre las más grandes de Europa en la que se ha producido una mejora de la recomendación más fuerte en lo que va de 2021, a la par que defiende el mejor consejo del sector financiero en España. El director de relaciones con inversores del Santander, Sergio Gámez, explica esta confianza por parte de los analistas en tres pilares: la capacidad de la entidad para seguir incrementando su cartera crediticia (el año pasado y en plena pandemia aumentó un 5%), la generación de beneficio gracias a la diversificación geográfica y la disipación de las dudas sobre los niveles de capital.
¿Cuánto queda de reconstrucción y cómo puede estimarla un inversor del Santander?
El 85% de los analistas recomiendan comprar o mantener las acciones del Santander. ¿En qué se apoyan? Primero, el banco es una historia de crecimiento diferencial frente a otras historias de banca en Europa. Pocas entidades del continente pueden decir que a lo largo de los últimos cinco años la cartera de crédito les ha aumentado entre un 12 y un 15%. Sin ir más lejos, el año pasado el banco elevó su cartera de crédito un 5%, eso son muchos miles de millones de euros que seguimos aportando a las empresas y a los particulares, en cualquiera de las geografías en las que operamos. No todos los bancos pueden decir que van a seguir asignando capital a hacer crecer el balance, que va a redundar en una mejor perspectiva de crecimiento de la cuenta de resultados. En segundo lugar, al inicio de la pandemia se puso muy en entredicho lo positivo de la diversificación geográfica e incluso se nos llegó a penalizar desde el punto de vista de menores estimaciones de beneficio. Afortunadamente se ha podido comprobar que eso no es verdad, sino que la diversificación sigue siendo un activo muy importante en la cuenta de resultados y la generación de beneficio. No hay que olvidar que el pasado trimestre, Santander publicaba un 13% de retorno sobre el capital tangible (ROTE), cuando el coste del capital de las entidades financieras está en un 10%. Y tres, hace unos años había una parte del mercado que no estaba muy convencida en relación a los niveles de capital de la entidad frente a otros. Esas dudas han desaparecido, estamos en unos niveles de capital de en torno al 12%, absolutamente suficientes como para seguir invirtiendo en mayor crecimiento y remunerar a los accionistas cuando el BCE lo permita. La acción ha subido desde mínimos un 140%, de los mejores valores y haciéndolo mejor que el sector de bancos en Europa.
Pese a la reconstrucción tan fuerte que se ha producido en el título, aún no ha cerrado el hueco de los niveles previos al Covid-19, ¿a qué obedece?
Yo creo que casi estamos ahí. Es verdad que todavía puede haber una parte del mercado que necesita ver que algunas economías realmente cogen la velocidad de crucero en la recuperación que ya están mostrando otras como EEUU o Reino Unido, y que en consecuencia debiera seguir habiendo una mejora de las estimaciones del beneficio del banco. Las estimaciones de resultado para el Santander en 2021 han mejorado un 62% desde su punto más bajo. Luego, es obvio que tiene que haber una correlación con la evolución de la acción. Al final hay una vinculación muy importante entre las evoluciones de las cotizaciones de las entidades financieras y los retornos esperados por parte del mercado de esas entidades.
Antes de que empezara la pandemia, en los test de estrés que hacía la EBA, el Santander era el banco que menos capital destruía en el escenario más adverso, ¿se ha mantenido esa relación en la pandemia?
Al mercado le han sorprendido muy positivamente dos cosas. Una, la capacidad de generación de crecimiento del banco, de lo que se llama el margen antes de provisiones, que básicamente es la capacidad de generación de ingresos menos los costes. Y dos, que ni de lejos las provisiones que esperaba el mercado se han materializado. En consecuencia, si hacemos crecer los ingresos manteniendo los costes planos y las provisiones que dotamos son mucho menores que las estimadas, obviamente hay un recorrido al alza de la generación de beneficios del banco y en consecuencia de la cotización. Y digo esto porque en un escenario de cisne negro, no es que Santander haya visto mermada su base de capital, todo lo contrario, ha seguido acumulando capital y ha seguido dando beneficios.
¿Cómo cree que va a evolucionar el impacto de la divisa? Parece que el mayor viento a favor que pueden tener las compañías españolas es la recuperación del real que ya esté aportando rentabilidad positiva...
El real, en el año, está arriba un 3%; la libra esterlina, un 4%, y el dólar, un 1%. Claramen