La inflación se mantiene en el objetivo del 2% del BCE
No es nada con lo que las instituciones y los mercados no cuenten, incluso se espera que siga ocurriendo en próximos meses: la inflación en la eurozona sigue en junio alrededor del límite que maneja el Banco Central Europeo, tras alcanzarlo en mayo, pero no habrá cambios de política
El miércoles 30 de junio, se conocerá la evolución del IPC en junio en la eurozona. La previsión media apunta a que mostrará un incremento de la inflación general del 1,9%, en línea con el avance del 2% en mayo, por primera vez en dos años y medio, alcanzando el objetivo de estabilidad de precios del BCE. “Cabe asumir que las tasas de inflación rebasen temporalmente este umbral, especialmente en otoño”, reconoce AnnKatrin Petersen, estratega de Allianz.
El mercado no espera que un dato cercano al 2% provoque ningún cambio en la decisión de la institución monetaria de mantener intacto todo el arsenal de estímulos para no ahogar a nadie con un endurecimiento de las condiciones de financiación.
Eso no resta curiosidad por lo que pueda decir el martes 29 de junio el malo de la película desde la perspectiva de los países más afectados por la crisis y más sobreendeudados, como son España, Italia o Grecia. Jens Weidmann, presidente del Bundesbank de Alemania, será el principal protagonista de la conferencia financiera Frankfurt Euro Finance Summit, en la que el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, y los consejeros delegados de los mayores bancos comerciales europeos discutirán de forma presencial y virtual sobre las perspectivas económicas para Alemania y Europa tras la pandemia de coronavirus.
La publicación de la segunda lectura de los índices PMI de las principales sobre la actividad económica confirmará la aceleración de la recuperación global y algunos importantes datos de sentimiento del consumidor saldrán en el mismo sentido a lo largo de la semana, según las estimaciones.
“La confianza en las perspectivas económicas aún no es ciega, pero los inversores son optimistas sobre el futuro; el problema es que la brecha entre la confianza y la complacencia es pequeña”, observa Yves Bonzon, CIO de Julius Baer.
“La naturaleza exógena de la recesión del
Covid-19 aceleró el tiempo en relación con los ciclos económicos normales: cabe recordar que, en la primavera de 2020, el mercado marcó una recesión en tres semanas y la respuesta de los gobiernos y los bancos centrales siguió con una velocidad y magnitud igualmente sin precedentes”, resume el experto del banco suizo, quien concluye: “Un año después, creemos que la índice insignia, el S&P 500, refleja el 95% de la normalización de la economía global”.
En Estados Unidos, tras la reunión sobre política monetaria de la Fed, “en la próxima semana el ritmo lo marcará el informe de paro en junio, ya que, junto a la estabilidad de precios, uno de los objetivos de la institución es el pleno empleo”, incide Ann-Katrin Petersen, de Allianz Global Investors.
“A pesar de una mayor demanda de trabajadores por parte de las empresas estadounidenses, el crecimiento del empleo ha decepcionado últimamente. Hay varios motivos por los que el desequilibrio actual en el mercado laboral de Estados Unidos –oferta de empleo en máximos históricos en paralelo a un mayor desempleo– debería de reducirse en el segundo semestre. Por ejemplo, con el fin de las prestaciones adicionales de subsidio de paro y el progreso de las vacunaciones, es de prever que más estadounidenses se incorporen al mercado de trabajo. Unas sólidas cifras de empleo en los próximos meses deberían de reforzar las intenciones de la Fed en cuanto al proceso de normalización”, explica la experta.
“Parece la versión académica de una historia de terror económico: los fuertes aumentos salariales amenazan con disparar la inflación de los precios al consumo hasta niveles que no se veían desde los años 1970, lo que a su vez justificará la demanda de nuevas subidas salariales, pero la Fed tiene pocas opciones para contener lo que se conoce como una espiral inflacionaria”, repara el equipo de analistas de DWS.
“Romper el círculo vicioso exigirá subir los tipos de interés, lo que, en opinión de los más agoreros, provocará una recesión”, advierten desde esta última firma de inversión. “Es probable que factores como los generosos estímulos fiscales, la ampliación de las prestaciones por desempleo o los cambios en nuestra vida diaria provocados por la pandemia hayan influido en la situación actual”, finalizan en DWS.
Respectpo al petróleo, que cotiza en máximos de 2018, es importante destacar la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) del próximo 1 de julio, con algunos miembros inclinándose por llevar a cabo un aumento considerable de la oferta, como es el caso de Rusia.