Los metales empiezan a oxidarse en la reconstrucción
El índice que reúne a las principales materias primas cotizadas cae desde que el 10 de junio registró máximos de 2015, pese a que el petróleo alcanza máximos de 2018. Las pérdidas se concentran en los metales industriales como primer aviso de un pico en la recuperación económica global
El mercado está mostrando una enrevesada paradoja. Por un lado, los futuros que cotizan sobre el petróleo alcanzan máximos de 2018 como adelanto de la recuperación de la movilidad en todo el mundo en este verano que debe ser punto de inflexión en la crisis de la pandemia. Por otra parte, los metales industriales empiezan a corregir tras también registrar máximos de los últimos años durante la primera mitad de junio como señal de agotamiento y de techo en el sector y en la región que antes superó el shock del Covid: el manufacturero, y concretamente la fábrica de China.
Esta contradicción explica la desigual reconstrucción económica, con regiones y segmentos de actividad con ciclos mucho más adelantados que otros –industria asiática frente a los servicios de Europa, por ejemplo– por las inéditas características de la crisis del coronavirus y la histórica respuesta de las principales instituciones monetarias y gobiernos.
La advertencia se condensa en la caída del índice de materias primas de Bloomberg de los últimos días y la cuestión crucial es si los máximos desde los que se inició esta corrección son el techo de la recuperación o solo un descanso temporal.
“Varios factores pueden explicarla: por un lado, China –principal país consumidor de materias primas– lleva varias semanas lanzando advertencias contra las prácticas especulativas que han provocado, en parte, esta escalada de los precios; por otro, [el presidente del Fed] Jerome Powell, en la rueda de prensa tras la reunión sobre política monetaria del 16 de junio, hizo hincapié en la previsible caída de los recursos básicos [al tiempo que introducía el debate sobre la retirada de estímulos]; por último, la subida desde mínimos de las materias primas había sido muy vertical [el cobre llegó sumar una escalada de casi el 125%, el aluminio del 75%, o el níquel del 80%] con lo que este enfriamiento es, hasta cierto punto, razonable”, explica el equipo de analistas de Bankinter.
La razón de la corrección de los metales a corto plazo se explica por la decisión de las autoridades de China de vender las reservas de cobre, aluminio y zinc a los fabricantes bajo un esquema de subasta abierta. “La noticia desencadenó una venta masiva de futuros de metales y de acciones de mineras”, observa el equipo de expertos de JP Morgan. “Tomando como referencia lo ocurrido en movimientos anteriores y similares, el impacto en los precios tiende a ser a corto plazo y el comportamiento de las materias primas seguirían la tendencia de la demanda de la industria”, explican desde la firma de inversión del banco de Estados Unidos.
“Según el tamaño de las reservas estratégicas de China, el gobierno puede tener una mayor influencia sobre el cobre que el aluminio, en caso de que decida descargarlas agresivamente, pero los dos últimos ejemplos de acciones similares sugieren que la acción del Gobierno no será suficiente para revertir el fuerte impulso de los precios si la demanda sigue siendo sólida”, inciden los analistas de JP Morgan.
La demanda absorberá el ‘dumping’
La tesis de que la demanda continuará (acorde con la subida del petróleo) y absorberá el dumping (introducción de un producto, en este caso metales industriales, a menor precio que el que se está pagando en mercado) gubernamental descarta una fuerte caída en los próximos meses, pero no puede asegurar que los máximos vistos en este mes de junio (históricos para los futuros que cotizan sobre le cobre, de los picos de 2011 y 2018 para el aluminio o de 2018 para el zinc) sean ya el techo de este superciclo de las materias primas.
“Los agentes económicos (hogares, empresas y gobiernos) comenzaron [a principios de junio] a sentir el impacto de los altos precios de las materias primas”, reconocen en WisdomTree. “Y los recursos básicos pasaron a estar en el punto de mira de los responsables políticos”, continúan.
Sin embargo, “los mercados pueden estar cotizando el peor de los casos [respecto al dumping de China], y creemos que liberar reservas a corto plazo hace poco por cambiar el curso de la trayectoria de varios años de escasez de oferta”, considera el equipo de expertos, dirigido por Nitesh Shah, de esta firma de inversión.
“Más de 4,5 billones de yuanes en bonos para fines especiales recaudados por los gobiernos locales en China en 2020 se gastarán en alguna parte: tradicionalmente, el 80% de este tipo ingresos se dedican en proyectos de infraestructura que consideramos que son extremadamente intensivos en materias primas”, rematan en WisdomTree.
Nuevas infraestructuras se proyectarán también en Estados Unidos y Europa, apoyadas por los fondos de reconstrucción, así como necesidad de metales que surge de la transición ecológica (desde molinos de viento hasta aviones más eficientes) o de nuevas tecnologías (baterías para coches).