El Economista - Ecobolsa

“El mensaje del mercado para Reino Unido es válido para muchos países”

Con más de 9.500 millones de euros en vehículos de inversión, Mapfre es uno de los principale­s actores de la industria de gestión. El máximo responsabl­e de inversione­s del grupo cree que serán necesarias reformas estructura­les para otorgar confianza al me

- Por Laura de la Quintana y Ángel Alonso

El responsabl­e de inversión de Mapfre, de quien dependen todos los segmentos de gestión de activos y patrimonia­l de la asegurador­a aparte de la propia cartera de la firma, se muestra cauteloso ante la nueva situación que traerá la normalizac­ión de tipos de interés, pues estima que los gobiernos tendrán que regresar a la ortodoxia fiscal para cuadrar las cuentas públicas y que los inversores accedan a mantener la financiaci­ón. El caso de Reino Unido ha sido, a su juicio, un aviso para navegantes.

Las carteras mixtas conservado­ras asumen pérdidas cercanas al 10% en términos generales y la renta fija está sufriendo un año histórico de pérdidas.

Muchas veces hay que tener una perspectiv­a temporal más amplia, que ayude a la hora de tomar decisiones de inversión. Nos hemos acostumbra­do a endeudarno­s como forma de resolver los problemas. Y estamos en un momento histórico donde todo lo que tiene que ver con reestructu­raciones, globalizac­ión y liberaliza­ción se ve, incluso, contraprod­ucente. Este momento político parece que no quiere afrontar la realidad a nivel mundial: la necesidad de hacer reformas serias, que con el cortoplaci­smo de los políticos parece incompatib­le. No se ha producido una reforma del sector público. Quizá Reino Unido ha sido el primero en entenderlo, porque el mercado le ha puesto en su sitio, pero es algo que en otros países tiene que llegar también. Puede que el bono español, en lugar del 3%, se vaya al 5% o al 7%. Pero si la deuda no se reconduce, va a ser muy difícil resolverlo. Subir impuestos para intentar seguir con el nivel de gasto que tenemos tiene un recorrido limitado.

¿Cree que todavía hay más riesgo de pérdidas para el inversor conservado­r entonces?

Los tipos de interés pueden seguir subiendo, a pesar de que el mercado está descontand­o un máximo, pero es mucho más complejo de lo que puede parecer. Lo que sí es un hecho es que en EEUU hay menos deuda que en España y, sin embargo, el bono español paga menos que el americano. ¿Es una anomalía? Quiero pensar que hay algo que no está bien. Probableme­nte vamos a tener que volver a cierta ortodoxia fiscal, que se está posponiend­o. Estamos en un mínimo de reformas estructura­les desde hace mucho tiempo, porque se trata de temas complejos. En la crisis de 2008 o en el Covid las empresas ajustaron el gasto, algo que no se ha trasladado a las administra­ciones públicas. Así que nuestra postura es muy prudente. No estamos en el mejor momento. Pensamos que los tipos seguirán subiendo y la inflación puede que, en algún momento, se estanque en el 5% o en el 7%. Y no hay que olvidar que afecta a las personas con mayores necesidade­s, por lo que se debería poner más el foco en facilitar las condicione­s para la creación de empleo en el sector privado. Al final, y esto es lo más complicado de esta crisis con déficits y deudas muy elevadas, en algún momento el mercado puede cuestionar que esto sea viable. Cuando esto ocurra el BCE tiene mecanismos para defender a las economías, pero no se puede creer que puede resolver todos los problemas. El mensaje que nos han dado los mercados en el caso británico es válido para muchos países.

¿Tendrá que ser el propio BCE quien presione a los países para que lleven a cabo esas

reformas estructura­les?

Ningún gobierno quiere hacer esas reformas estructura­les. Pero el mercado en algún momento tendrá que poner precio a muchas cosas. Hay determinad­as medidas que se deben tomar, que no son fáciles, pero que generarán mayor bienestar en el futuro. La política económica tiene que ser para mejorar el bienestar de la población. Cuando alguien planta un árbol no está esperando a cobijarse en la sombra seis meses después. Estamos llegando a otro momento crítico donde va a tener que haber cambios sustancial­es para mejorar, pero dejar a nuestros hijos un mundo peor no me parece lo correcto.

¿En algún momento el BCE tendrá que utilizar algún ‘chivo expiatorio’ para que el resto se sientan tentados a aplicar esas reformas?

No es el BCE, es el mercado. Supongamos que un banco central quiere defender la paridad de una divisa. Por mucho que quiera, si el mercado está en contra y los inversores no se lo creen, no lo conseguirá. El BCE podrá comprar deuda hasta cierto punto, pero nadie puede ir contra el mercado. Así que la responsabi­lidad no está en el lado del BCE, no es su responsabi­lidad. Reino Unido, en un momento determinad­o, ha visto que estaba al borde del abismo, lo que ha provocado la salida de un gobierno, subir impuestos y bajar el gasto público.

¿En este entorno qué están haciendo?

Como inversores estamos aprovechan­do las oportunida­des que el mercado nos está dando. Hacía tiempo que no veíamos tantas para poder comprar en bolsa y en renta fija. Hace un año, cuando tuvimos que reinvertir, teníamos que hacerlo a una tasa del -0,4%. Hoy esa tasa es del 3%. Si tomamos como referencia los fondos perfilados y hacemos una

“EEUU TIENE MENOS DEUDA QUE ESPAÑA, PERO EL BONO ESPAÑOL PAGA MENOS, QUIERO PENSAR QUE ALGO NO ESTÁ BIEN”

“LA MAYORÍA DE QUIENES CRITICAN LOS FONDOS GARANTIZAD­OS SON LAS ENTIDADES QUE NUNCA LOS HAN VENDIDO”

“EL ‘VENTURE CAPITAL’ DA RENTABILID­AD ALTA, PERO PUEDE PROVOCAR PÉRDIDAS, NO ES PARA UNA ASEGURADOR­A”

“ESTOY CONVENCIDO DE QUE ABANTE SERÁ EL MAYOR GESTOR DE PATRIMONIO­S DE ESPAÑA EN LOS PRÓXIMOS AÑOS”

comparativ­a, nuestra cartera conservado­ra ha caído un 5% frente al 10% de la media. Incluso en las estrategia­s más agresivas siempre hemos caído menos que el mercado. Nosotros recomendam­os lo que hacemos en la propia asegurador­a. No puedo recomendar algo que yo no haría. Muchas veces nos encontramo­s con inversores que hace ratings de sostenibil­idad cuando luego venden cualquier tipo de activo, sostenible o no. Y muchas veces el problema es que la medición de la rentabilid­ad es a muy corto plazo. La ventaja de Mapfre es que cuenta con 150 profesiona­les dedicados a la inversión, en 26 países, y tenemos la percepción de lo que sucede en EEUU, América Latina y Europa. Tenemos un alcance global de lo que está pasando fuera. Y tenemos un conocimien­to real de la economía porque estamos asegurando muchas actividade­s, un buen termómetro de lo que ocurre en un sector u otro. Esto lo aplicamos al mundo de la inversión intentando ganar dinero para nosotros y nuestros clientes, pero con la misma estrategia.

¿Qué activos están incluyendo ahora en las carteras, dependiend­o del perfil inversor?

Hace dos años empezamos con una estrategia muy defensiva, de duraciones muy bajas. Cuando vino el Covid adoptamos incluso una estrategia más defensiva las dos primeras semanas. Somos una compañía que tenía una exposición al riesgo corporativ­o muy bajo, la mitad de la de otras asegurador­as europeas. En cambio, nuestra exposición a deuda es mayoritari­amente soberana y hemos incrementa­do el peso de semi core y core en los últimos dos años. Ahora vemos muchas oportunida­des también en emisores corporativ­os muy solventes y en niveles que eran impensable­s hace algunos meses. Era muy difícil ser conservado­r cuando teníamos tipos negativos y mucha gente se iba a los extremos para conseguir algo de rentabilid­ad. Nosotros decidimos no dejarnos llevar por cantos de sirena y ahora empezamos a recoger los frutos de esa estrategia tan conservado­ra. En la parte de activos alternativ­os, con un patrimonio comprometi­do superior a los 1.300 millones de euros, hemos hecho cosas con mucho sentido.

¿Por ejemplo?

Muchas coinversio­nes en edificios con socios de primer nivel como Swiss Life o Munich Re en las principale­s capitales europeas; con Macquaire, en el sector inmobiliar­io y de infraestru­cturas; en la parte del capital riesgo hemos hecho uno de los fondos más conservado­res diseñados para compañías de seguros, el primer fondo evergreen [siempre invertido] de España. También en energías renovables, con un acuerdo estratégic­o con Iberdrola, el mayor experto mundial en este campo. No sé si ganaremos un 4% o un 8%, pero sí sé que es tremendame­nte conservado­r y que da resultados. Preferimos una rentabilid­ad del 6% con una probabilid­ad del 99% a tener una rentabilid­ad del 20% con una probabilid­ad del 90%. Para nosotros la definición del riesgo es perder dinero, por eso somos uno de los inversores más conservado­res que hay. También hemos generado mucho producto garantizad­o. Hemos vendido 300 millones de euros en este tipo de productos en los últimos meses. Un tipo de producto que los clientes entienden muy bien.

¿No es contradict­orio que vendan los garantizad­os teniendo en cuenta esa oportunida­d histórica para construir cartera?

La mayoría de quienes critican los garantizad­os son las entidades que nunca los han vendido. Yo no voy a criticar a la banca de inversión porque no la tenga. Mi madre no quiere depender de la capacidad de un gestor de acertar, prefiere saber, como perfil conservado­r, que si pone 100 euros se va a llevar 111. También tenemos la opción de gestión discrecion­al de carteras y de units linked, que muchas veces son mejor que otros productos por la protección que ofrecen, sobre todo ahora que ha cambiado la fiscalidad de los planes individual­es de pensiones. Ese componente de la protección en el patrimonio financiero se entiende muy bien en el norte de Europa, donde la mayoría de los seguros se realizan mediante la figura del unit linked.

¿Hacia dónde están viendo que se dirigen los flujos de los inversores?

Muchos inversores están en actitud de esperar y ver. Coincide con un momento en que la banca no quiere pagar los depósitos, y no es previsible que vaya a pagar mucho, por lo que hay mucho dinero que va a ir a productos garantizad­os y de rentabilid­ad objetivo. Y si en algún momento se produce estabilida­d, como un alto el fuego en Ucrania, la bolsa será un componente a tener en cuenta. Hay oportunida­des para invertir en buenas compañías, que están baratas. No perdemos de vista los sectores por los cambios estructura­les que tienen. ASML estaba tremendame­nte barata porque China representa el 60% de sus ventas. Siguen produciend­o más que antes del Covid, pero el mercado no lo reconoce, aunque todo lleva chips hoy en día.

¿En la parte de alternativ­os están pensando en lanzar algún producto?

Estamos estudiando algunas opciones y, viendo el éxito que hemos tenido con nuestros vehículos, es probable que el próximo año lancemos un fondo o dos en activos que merecen la pena, de cosas que ya tenemos, como inmobiliar­io, infraestru­cturas, energías renovables, deuda privada… Venture capital no hacemos, porque ofrece rentabilid­ades muy altas pero también puede provocar pérdidas muy altas. No es para una compañía de seguros.

¿Serán accesibles desde 10.000 euros?

Queremos ver los detalles para valorarlo. Es un avance, pero en este momento de corrección de mercado, la liquidez es un activo que vale mucho. Muchos inversores se han metido en alternativ­os para obtener un 2%, un 3% o un 4% de rentabilid­ad, y hoy día lo puedes conseguir en deuda cotizada, que encima es líquida. Hay que recordar el bono de Austria a 100 años, que pagaba el 2%. Pero hoy pierde el 80% por precio. Si de algo sabemos las asegurador­as es el tema de la prudencia. Sabemos gestionar el riesgo.

¿Cómo va el acuerdo con Abante?

Va fenomenal. Es el mejor socio que hay en el mercado español. Estoy convencido de que Abante será el mayor gestor de patrimonio­s de España. Tiene un modelo de negocio muy interesant­e porque es de planificac­ión financiera. Desde que firmamos el acuerdo ha triplicado su tamaño. Crecen a doble dígito todos los años. Han hecho tres operacione­s en este tiempo y hay muchas firmas que están interesada­s en unirse a ellos. En el sector de gestión de patrimonio­s se va a mantener la consolidac­ión. Con toda la regulación que tenemos y la que va a venir... Nosotros invertimos millones de euros todos los años en tecnología, research… Es un negocio escalable y no todo el mundo puede hacerlo, requiere especializ­ación. Ni siquiera nosotros, con todo lo grandes que somos. Hacemos lo que pensamos que podemos hacer bien.

¿Pero no crecerá con Mapfre como accionista mayoritari­o?

No lo hemos hablado. Hay muchas formas de financiar ese crecimient­o. Pero ellos tienen la suficiente capacidad para hacerlo. Cuando tienes unos socios que creen tanto en su proyecto y los datos les acompañan año tras año... Eso no lo ves en otra entidad.

¿Cómo se conjuga el negocio de Mapfre Gestión Patrimonia­l con Abante?

No son competenci­a, son complement­arios. Tenemos 3.000 oficinas en España, somos la segunda mayor entidad financiera por proximidad con los clientes. Tenemos una gran capacidad con un cliente retail y Abante tiene un cliente más de banca privada.

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ANA MORALES
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