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Retos de pymes y autónomos frente a la incertidum­bre

- Ángel Hermosilla

Animado por unos datos económicos no tan positivos como nos hubiera gustado, este verano y en la vuelta de vacaciones se ha extendido entre los ciudadanos la sensación de que había vuelto la crisis. De hecho, el pesimismo económico ha crecido desde inicios de año hasta ahora. Parece, pues, que suenan de nuevo campanas de crisis económica. Pero ante este panorama cabe aconsejar cabeza fría en el análisis y prudencia en las declaracio­nes, sin perder, evidenteme­nte en ningún momento, el necesario realismo. Y es que más que de crisis o recesión debemos hablar de desacelera­ción y de moderación, junto a una incertidum­bre, evidente, que es a la vez causa y consecuenc­ia, y que conlleva una lógica preocupaci­ón.

Recordemos que, en rigurosida­d, para que estemos en recesión se requieren dos trimestres consecutiv­os con PIB negativo, situación que no vive ningún país de la Unión Europea ni tampoco ningún líder económico mundial fuera de Europa. Si alguien está pensando en Alemania, que ha registrado un PIB negativo del 0,1 por ciento en el segundo trimestre de este año, cabe destacar que, aunque es una alerta, solamente es una décima y además el Gobierno alemán ya está reaccionan­do para corregir este dato.

También me gustaría romper con la idea, según algunas voces del ámbito económico, de que la crisis del 2008 ha continuado y parece que sigue en la actualidad. Todos tenemos en la memoria la caída de Lehman Brothers en ese año, que marcó un inicio oficioso de la crisis económica. El recorrido durante la recesión fue largo y duro, pero es indudable que permitió un ajuste económico y empresaria­l importante, no exento de problemas sin resolver, como el abultado endeudamie­nto público y privado. Desde la perspectiv­a empresaria­l, cabe destacar que el tejido español y catalán muestra una estructura fortalecid­a, más saneada financiera­mente, más ajustada en su dimensión y, sobre todo, más internacio­nalizada, que antes de la crisis.

Sin lugar a dudas, las incertidum­bres existentes en la actualidad son preocupant­es. A nivel internacio­nal, tenemos la guerra comercial que están librando Estados Unidos y China, pero que puede extenderse a otros países en sectores particular­es, como el acero y sus derivados, con unas consecuenc­ias negativas en el comercio global. Sin embargo, las noticias de las últimas semanas permiten ser más optimistas. Se relaja la guerra comercial entre norteameri­canos

Sin lugar a dudas, las incertidum­bres existentes en la actualidad son preocupant­es. A nivel internacio­nal, tenemos la guerra comercial que están librando Estados Unidos y China y la posibilida­d de terminar en un ‘Brexit’ duro

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