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Esto es lo que dicen jóvenes becarios actualmente
pero luego la realidad es que no se los quedan y que las empresas siguen contratando becarios. Además no tiene sentido. Tú, como becario, vas a aprender a una empresa y después, cuando has aprendido, te echan”, añade.
Esfuerzos para controlarlo y fuga de talentos
Desde las patronales y los sindicatos se intenta poner fin a esta lacra que, al final, no es más que la explotación de un joven. El buen uso de un becario contempla su tutorización y la realización de tareas que le permitan crecer como profesional y conocer los entresijos del mundo laboral, sin cargarle de responsabilidades. No obstante, en un gran número de lugares, esto no ocurre y al cruzar la puerta de entrada, los becarios son trabajadores a pleno derecho para la empresa, pero sin derechos y con un sueldo irrisorio o sin sueldo, directamente. Para controlarlo, Ferrero explica que desde los sindicatos han pedido “que las empresas nos digan los becarios que entran en ellas para así controlar que se garanticen sus derechos y vigilar que no sean empleos encubiertos”. El problema aquí, según sus palabras, “es que la gran mayoría se niegan y al no ser contratos laborales, los sindicatos no podemos hacer nada. Queremos que tengan un contrato y que las prácticas Estas son algunas opiniones de becarios según el informe ‘Feina Becària, Feina Precària’
“No hay ninguna relación entre el trabajo y lo que he estudiado”. “El departamento, sin becarios, no tira” “Delegaron las tareas del tutor que aparecía en el convenio en otra trabajadora. Ella me daba faena, me iba guiando y ayudando”. “No recibo ninguna remuneración”. “Luché para tener ocho días de fiesta cuando me daban solo dos. Cuando fui a reclamarlo, me dijeron que no y que si quiería podía ir a quejarme”. estén correctamente remuneradas”. Ferrero, además, acusa a los inspectores porque “no actúan de oficio “ante este problema que, asegura, “afecta a todos los sectores”.
Al final, lo que termina ocurriendo es la tan indeseada “fuga de talento” hacia otros países. “Son gente muy formada que han estudiado y que ven la oportunidad de dedicarse a lo que les gusta y por eso aceptan estas prácticas”, reitera la portavoz de Avalot-Joves UGT. “Después de pasar por varias empresas, la gente ya no quiere hacer prácticas porque ya las han hecho, la gente quiere tener un futuro, una vida y un salario dignos”, admite. El problema es que eso no lo encuentran en el mercado español, ni catalán, sino en otro países. “Cada vez hay más gente que se van de Catalunya”, lamenta Ferrero. “Es gente megaformada que no tienen otro remedio que buscarse un futuro. Desde 2009, cuando se empezó a contabilizar la gente que se va, la cifra de jóvenes que abandonan el país no ha parado de crecer. Si bien es cierto que los últimos años crece menos, sigue haciéndolo”, expone.
Con todo, los becarios no tienen forma de reivindicar su posición. Ferrero afirma que recibe múltiples quejas, pero los becarios no pueden quejarse, porque la empresa les puede decir, sin ningún problema, que no vuelvan.