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Evolución de los ingresos de algunas compañías catalanas desde 2016
En este saco entrarían las compañías pro-independencia, aquellas que la apoyan públicamente, o están a favor del derecho a decidir, y las que han mantenido su sede social en la región. Por todo esto, se han ganado el favor de los clientes más comprometidos con la independencia. Empresas como Petrolis Independents, del empresario Joan Canadell, actual presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, o Caixa d’Enginyers, que vio como crecían las altas de socios de la cooperativa de crédito tras los acontecimientos del 1-O de 2017 y el anuncio de bancos como Sabadell y CaixaBank de irse de Catalunya, se han visto beneficiadas del proceso soberanista catalán.
Las cifras así lo demuestran. Según el balance publicado por Caixa d’Enginyers, en 2018 sus ingresos crecieron un 7,65 por ciento respecto a 2017 hasta conseguir 6.190 millones de euros. Asimismo, incrementó sus socios hasta los 187.000, un 16,63 por ciento más que el año anterior. Estos resultados les permitieron abrir tres nuevas oficinas el año pasado. Si se echa la vista atrás, se puede comprobar que la cooperativa cerró 2017 con cifras igualmente positivas, ingresando 5.750 millones de euros, un 5,39 por ciento más que en 2016, y terminando el año con 160.412 socios, un 12,49 por ciento más que el ejercicio anterior. El apoyo sobre la cooperativa es tal que este noviembre cerró una ampliación de capital por valor de 31,98 millones de euros, una cifra un 128 por ciento por encima de los 24,96 millones que pretendía conseguir para aumentar un 15 por ciento sus fondos propios y abordar sus retos de crecimiento.
Lo mismo ocurre al comprobar los resultados de otras empresas favorables a la independencia, como la citada Petrolis Independents, Catgas, Parlem Telecom o el Grupo Bon Preu. En el caso de la compañía de Canadell, que incluye la estelada en su logotipo, el resultado del procés es un incremento sostenido de sus ingresos y sus beneficios. En ese sentido, en 2016 cerraba con una cifra de negocios de 8.104.484 euros, en 2017 hacía lo propio con 9.015.973 euros y, en 2018, terminaba ingresando 9.764.218 euros. Tras impuestos y demás pagos, su beneficio neto se incrementó desde los 42.623 euros registrados en 2016, hasta los 48.108 euros de 2018 pasando por los 44.073 de 2017.
Más llamativo aún es el caso de Catgas, que cuenta incluso con el lazo amarillo en el logotipo de su página web. Mientras en 2015 cerraban con unos ingresos de 1.083.963 euros, en 2018 ingresaron 9.750.000 euros. La energética catalana ha ido experimentando importantes subidas en su cifra de negocios, sobre todo a partir de 2017. Mientras entre 2015 y 2016 la
Cifras en millones de euros
Mientras algunas compañías crecen, Catalunya ha dejado de ser el motor de España
diferencia estuvo en poco más de 2,2 millones de euros, entre 2016 y 2017 la diferencia fue de casi 4,2 millones. En términos de beneficios, pese a reducirse sus ganancias en 2016 frente a 2015 -cerraron con 41.442 euros en 2016 y con 50.070 en 2015-, en 2017 ganaron 94.989 euros. Cambiando de sector, el Grupo Bon Preu, que gestiona las cadenas de grandes superficies Bonpreu, Esclat y EsclatOil, gasolineras low cost, ha crecido a dobles dígitos desde el referéndum de 2017. La compañía cerró 2017 con una facturación de 1.119 millones de euros, una cifra que supone un 11,4 por ciento más que la de 2016. En 2018, el Grupo Bon Preu mejoró aún más sus resultados al cerrar con una facturación total de 1.347 millones de euros, un 12,4 por ciento más que el ejercicio precedente. El balance final para la compañía: la posibilidad de abrir nueve nuevos establecimientos y cinco gasolineras más en 2018, aumentando así su influencia en el territorio catalán.
Entre otras compañías que han mejorado sus cuentas gracias al proceso soberanista catalán están, por ejemplo, Parlem Telecom. La compañía de telecomunicaciones no ha dejado de perder dinero desde que se fundara en 2014, pero va en camino de conseguir sus primeros números negros este año. Así lo admiten desde la empresa, que ha pasado de perder más de un millón de euros en 2015, un año después de su nacimiento, a perder 950.000 euros en 2017 y a esperar unos beneficios de 192.000 euros en 2019, un dato que les permitiría salir de la fase startup y seguir con su expansión empresarial. En términos de facturación, Parlem Telecom apenas ingresó 641.182 euros en 2015, cifra
que dobló hasta los 1,31 millones de 2016 y volvió a multiplicar en 2017 hasta los 2,91 millones de euros. Sin embargo, el mayor crecimiento en la compañía fue en 2018, cuando facturó 5,7 millones de euros. Para 2019, la empresa prevé facturar 10,5 millones de euros tras ampliar capital por valor de 1,5 millones de euros, y, para 2020, espera ingresar 14 millones, ya siempre consiguiendo beneficios.
Efecto general negativo
Con todo, son solo unas pocas compañías las que se han visto beneficiadas por el efecto del proceso soberanista catalán. Su condición de compañías locales que se han mantenido fieles a la región o han apoyado públicamente la independencia ha jugado a su favor. Sin embargo, a nivel general, Catalunya está sufriendo el impacto del procés en forma de ralentización de su crecimiento. Ya adelantó esta revista en mayo que la región iba camino de perder el liderazgo en España. Catalunya ha sido, hasta ahora, el motor del país, la comunidad con el PIB más elevado de España, siempre ligeramente por encima de la Comunidad de Madrid, que ha aprovechado la entrada de nuevas compañías procedentes de Catalunya y la tensión a raíz del procés para dar el sorpasso y convertirse en la comunidad con mayor peso en la contabilidad nacional. Ya el año pasado cerró muy igualado y durante los dos primeros trimestres de 2019 Catalunya se mantuvo por encima, aunque el crecimiento del PIB catalán estaba por debajo de la media nacional, pero en los datos relativos al tercer trimestre Madrid ha conseguido ganarle la partida. Según los datos del Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid, el PIB madrileño creció un 2,8 por ciento durante el período julio-septiembre, mientras que Catalunya lo hizo en un 1,8 por ciento, un punto por debajo de Madrid y dos décimas por debajo de la media española, fijada en un dos por ciento. Ambas comunidades aportan el 19 por ciento al PIB nacional, pero la Comunidad de Madrid supera ahora en 118 millones a Catalunya.
Este cambio de líder se explica, sobre todo, por la caída de las inversiones en Catalunya a raíz, en gran parte, del procés. Según un informe de Comercio Internacional del Gobierno, ambas regiones se han repartido tradicionalmente el 80 por ciento de la inversión extranjera, pero en 2018 la balanza cayó del lado de Madrid, llevándose el 85 por ciento de la inversión total frente al 6,4 por ciento catalán. Ese mismo año, Madrid disparó las inversiones un 125 por ciento hasta los 39.900 millones, mientras las de Catalunya cayeron un 11,7 por ciento hasta los 2.986 millones de euros.