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Más mujeres en la industria, por favor

- Oriol Pascual Moya-Angeler Director de IQS Tech Factory

El industrial ha sido tradiciona­lmente un sector muy masculiniz­ado. Quizás a raíz del imaginario colectivo que lo relaciona con trabajos manuales y que requieren de fuerza física. Y es probable que sea porque el sector industrial ha tenido un gran peso en nuestra sociedad y tiempo atrás era principalm­ente el hombre quien trabajaba y la mujer cuidaba de la casa y de la familia. Si bien es cierto que en las últimas décadas el papel de la mujer cada vez tiene un peso más importante en trabajos cualificad­os, todavía queda camino por recorrer. El sector de la industria es el que genera una ocupación más estable, ofrece trabajo de valor y cualificad­o y genera remuneraci­ones competente­s. Sin embargo, solamente el 28,5 por ciento de la ocupación en el ámbito industrial catalán y el 24,6 por ciento en España es femenina, según la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2016. Así lo certifica el informe Las mujeres en el sector industrial en Cataluña, realizado por Carmen Poveda en 2018 y que supone el primero de los Papers de l’Observator­i de la Indústria de la Generalita­t de Catalunya. Y este bajo porcentaje de ocupación femenina es un enorme coste de oportunida­d tanto para las mujeres como para la sociedad en su conjunto. ¿Cuánto talento, capacidad y valor estamos perdiendo como sociedad con esta baja tasa de participac­ión femenina en la industria? Segurament­e un valor inaceptabl­emente alto, tanto en porcentaje de PIB como en términos de realizació­n personal o de vocaciones frustradas.

La poca presencia de mujeres en la industria y especialme­nte en cargos de responsabi­lidad es un problema que hoy en día ya se percibe desde la educación. Las mujeres crecen desde pequeñas con muy pocos referentes femeninos en sus respectivo­s ámbitos. En este sentido la educación a edades tempranas juega un papel clave. Y es que sin modelos a seguir no hay vocaciones. Ninguna niña puede llegar a ser algo que no conoce, sentencia en sus charlas Núria Salán, presidenta de la Sociedad Catalana de Tecnología y profesora de la UPC. Salán fue una de las mujeres con las que tuve el placer de compartir el primer simposio Dona i Indústria que coorganiza­mos IQS Tech Factory, el primer centro de emprendimi­ento para startups industrial­es de España y uno de los pocos de Europa, junto al Ayuntamien­to de Sant Quirze del Vallès. Una jornada en la que todos los asistentes y participan­tes estuvieron de acuerdo en que era, desafortun­adamente, todavía necesaria.

A lo largo del encuentro, un leitmotiv se repetía: la poca presencia de la mujer en la industria es un problema que viene

Solamente el 28,5% de la ocupación en el ámbito industrial catalán, y el 24,6% en España, es femenina. Este bajo porcentaje de ocupación femenina es un enorme coste de oportunida­d para las mujeres y la sociedad

de lejos y se deben impulsar medidas para establecer equipos paritarios. Sólo de este modo podremos luchar contra la segregació­n por sexo y la brecha salarial que todavía existe en este sector en el cual, de media, la mujer cobra un 17,3 por ciento menos que el hombre. La credibilid­ad en el sector también es otro aspecto en el que se subraya la diferencia entre hombre y mujer. Con gran diferencia, se detecta una mayor credibilid­ad en los hombres. Quizás por el simple hecho de ser mayoría y también porque, social e históricam­ente, no se han visto tan afectados por cuestiones relacionad­as con la conciliaci­ón entre la vida personal y laboral. En este sentido, CEO de startups industrial­es, como Ainhoa Tolentino (CEO de Onyriq) o Fátima Lucas (CEO de Zymvol), ambas participan­tes del programa de aceleració­n IQS Next Tech, comparten resignadas cómo, ante posibles inversores o colaborado­res, éstos se dirigen a sus compañeros hombres por el simple hecho de creer que son ellos, y no ellas, los CEO de sus empresas.

Y, ¿qué podemos hacer desde ya para revertir la situación e incentivar la presencia de mujeres en este sector? A lo largo de los debates de Dona i Indústria se hizo hincapié en la necesidad de fomentar la formación técnica y tecnológic­a entre el público femenino. Si bien es cierto que en la industria química y la más relacionad­a con temas sanitarios, la participac­ión de mujeres es cada vez más relevante, en los sectores vinculados al STEM -ciencia, tecnología, ingeniería y matemática­s- todavía hay lugar para el crecimient­o.

Es necesario crear perfiles de liderazgo que creen una visión global sobre dónde queremos ir y, en este sentido, los roles femeninos deben tener un papel fundamenta­l. Por lo general, las mujeres empresaria­s muestran un liderazgo más estable, construido sobre unas bases sólidas y con valores laborales y sociales que benefician claramente a las compañías. En este sentido, sectores como el biotecnoló­gico han avanzado mucho en cuanto a la paridad. La mayoría de nuevas startups biotecnoló­gicas incluyen al menos una mujer como CEO o como fundadora científica. Las mujeres son un activo necesario e imprescind­ible en un sector, el del emprendimi­ento industrial, que requiere de una visión clara y objetiva a largo plazo. Para que una idea en la industria progrese, necesita de prototipos y tecnología­s validadas y de una propiedad intelectua­l protegida, entre otros aspectos. Esto conlleva unos tiempos dilatados, pero también supone un crecimient­o sobre unos cimientos firmes y con garantías que benefician a las propias empresas y a la economía del país. La industria juega un papel fundamenta­l en la economía de Cataluña. El 50 por ciento de su PIB proviene de la nueva industria, que genera tanto trabajo cualificad­o como servicios asociados. De hecho, apostar por la industria es hacerlo por una economía sólida y un país que avanza de forma segura y estructura­da.

En Cataluña la industria siempre ha sido un motor económico y de crecimient­o. Del mismo modo que hace unos años apostamos, desde las institucio­nes, por ser una BioRegión y, en la actualidad somos un referente internacio­nal en este ámbito, desde IQS Tech Factory creemos que ha llegado la hora de dar un paso firme a favor de la industria y poner en valor el legado de este sector en nuestra tierra. Y, aquí, las mujeres deben jugar un papel fundamenta­l.

La industria juega un papel fundamenta­l en la economía de Catalunya. El 50% de su PIB proviene de la nueva industria, que genera tanto trabajo como servicios. Apostar por la industria es hacerlo por una economía sólida

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