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El Covid-19 se ceba con el trabajo de los jóvenes
Los jóvenes catalanes, como en el conjunto del Estado, son uno de los colectivos a los que más les cuesta encontrar trabajo. La poca oferta laboral, las condiciones del poco trabajo que hay y la hiperpreparación de un gran número de jóvenes, provocan que la media de edad de emancipación en la región sea de las más altas de Europa y que la confianza de las personas de entre 18 y 29 años esté, literalmente, por los suelos. Este hecho es lo normal en Catalunya, por lo que, en épocas de crisis, sanitaria en este caso, son además los que más sufren sus efectos, perdiendo el trabajo, reduciéndose sus oportunidades y menguando, todavía más, sus expectativas vitales. Según datos ofrecidos por el sindicato CCOO, tras un año de pandemia, el paro ha subido en Catalunya un 30%, una cifra dramática, alcanzando los 512.290 parados en la región. En la población
Los jóvenes son los que más empleo pierden y menos esperanzas tienen de conseguir uno en épocas de crisis como la que ha provocado el coronavirus
menor de 25 años, la cifra es del 43%, siendo 12.602 los jóvenes de entre 18 y 25 años sin empleo. En total, en la comunidad hay 41.879 jóvenes que buscan trabajo sin éxito. Con datos del mes de febrero, en comparación con enero, el paro juvenil se incrementó un 1,8% con 750 jóvenes más sin trabajo.
Pese a que el paro juvenil podría considerarse un problema endémico de la sociedad catalana y española, las crisis agravan esta situación, como agravan también el paro general. Sin embargo, la provocada por el Covid-19 está afectando más que nunca a la población con menos experiencia. Según explica Barcelona Activa, desde la irrupción del virus, “se ha observado una mayor afectación de los Erte, el paro y la precariedad laboral en la población joven”. La entidad detalla que el virus ha afectado, sobre todo, a sectores como el ocio y la hostelería, que ocupan a muchos jóvenes en etapa de formación. El cierre de múltiples locales por las restricciones ha provocado un desplome de la ocupación juvenil. En Barcelona, según sus datos, el paro juvenil creció un 53,8% en 2020 respecto a 2019, registrándose también una caída de la contratación de la población de jóvenes de entre 16 y 19 años. Barcelona Activa reclama “nuevas herramientas y programas para mejorar sus competencias digitales, con un nuevo enfoque basado en la equidad y la proximidad, para aprovechar las nuevas oportunidades laborales”.
Planes de ocupación
Parece, entonces, imperiosa la necesidad de poner en marcha planes de ocupación para motivar la contratación de población joven, así como planes de formación para que estos conozcan las alternativas de las que disponen, que no siempre están ligadas al modelo que siempre se les ha inculcado desde pequeños. A los jóvenes de hoy en día se les prometió una vida idílica si cumplían con sus deberes escolares, que, en caso de los universitarios, les deja, a sus 22 años, con formación superior pero sin experiencia laboral y muy pocas posibilidades de ocupación. La alternativa que encuentran es la de seguir estudiando, hiperpreparándose para un futuro sin trabajo.
Desde el Servicio Público de Ocupación de Catalunya (SOC), se puso en marcha en marzo el programa Nuevas Oportunidades, que apuesta por un acompañamiento para jóvenes de entre 16 y 24 años con el objetivo de que entren en el
mercado laboral o recuperen la motivación para seguir estudiando. Este plan parte de un diagnóstico personalizado de cada joven para definirse un plan de acción individual para guiarlo durante su participación en el programa. Durante este tiempo, el joven recibe formación en competencias básicas.
En Barcelona, el Ayuntamiento ha presentado un plan de Fomento de la Ocupación Juvenil dotado con 12 millones de euros, aportados por el SOC, por Barcelona Activa o la Fundación Barcelona FP, entre otros, para atender a 15.000 personas jóvenes, casi el 100% de los desempleados de Barcelona. En este caso, el plan, además de acompañar al joven durante el proceso de búsqueda de empleo, también quiere ofrecer las herramientas y recursos que ofrece la ciudad para impulsar nuevos negocios.
Estos son algunos ejemplos de planes bien organizados que ponen al joven en el centro. No obstante, hay muchos más, algunos que, lamentablemente, incentivan la precariedad. Es el caso del Programa Singulars Joven, ¡tu decides! de AEBALL, el Consejo Comarcal del Baix Llobregat y diez ayuntamientos.
Las ferias de ocupación son una opción.