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Una formación profesional personalizada
El sistema de Formación Profesional de Euskadi se caracteriza, entre otras cuestiones, por tener un claro y compartido escenario de futuro y por trabajar decididamente para que todas las personas que apuestan por la formación profesional sientan que son mejores personas, perciban que están magníficamente preparadas y contribuyan a impulsar las empresas de este país. La FP de Euskadi, en ese camino de mejora continua, está abocada a responder de manera aún más personalizada a los nuevos retos que ya están llamando a la puerta. Y lo va a hacer.
Por una parte, los ciclos formativos de grado básico dibujan realidades cada vez más diversas y complejas, por lo que, las respuestas, si queremos que sean eficaces, deberán ser creativas, sólidas y audaces. En este sentido, hay que tener en cuenta la tendencia creciente de personas migrantes, sin escolarización previa, mayores de edad, personas con necesidades educativas especiales, personas en situación no regularizada, personas con diversidad funcional, personas con dificultades de aprendizaje, etc, todas ellas integrantes de esta etapa educativa. Algunas cifras de Hetel: el 60% del alumnado de primer curso tienen 15 años, el 20% del alumnado es atendida por los servicios sociales, el 14% son alumnos/as con necesidades educativas especiales, el 4% son alumnos/as con medidas judiciales… Este panorama exige diseñar una red de opciones, probablemente interconectadas, que permitan atender toda esta batería de necesidades diferentes desde una óptica integradora y abiertamente multidisciplinar.
También la oferta formativa de los centros de FP tenderá hacia una ramificación de los itinerarios con nuevas opciones de combinación de ciclos formativos del mismo o de diferente nivel, así como la posibilidad de apostar por otras ofertas acreditables de menor duración pero que pueden ajustarse mejor a las expectativas de las personas. E, incluso trasladando a esa oferta las necesidades puntuales en alguna tecnología que las empresas pudieran identificar en un momento concreto. Todo esto integrado en el catálogo anual de propuestas de cada centro de FP, revisable y modificable de un año a otro. Junto con esto, en el curso 2024-2025 se pondrán en marcha nuevos módulos en todos los ciclos formativos, imprescindibles en la actualidad para la alineación con la transición hacia
un modelo más sostenible y de descarbonización de diferentes sectores, como son el módulo de digitalización y el de sostenibilidad.
Además, ambas disciplinas se integrarán de forma personalizada en cada familia profesional (e, incluso, en cada ciclo formativo) para que se identifiquen y se trabajen conocimientos y competencias específicas de cada sector. Esto requerirá de una revisión a fondo de todo el mapa de retos de cada ciclo formativo para incorporar nuevos resultados de aprendizaje, derivados de la identificación, priorización y contraste con las necesidades actuales y futuras de los diferentes sectores laborales. En definitiva, los nuevos mapas de retos iniciarán una nueva etapa de mayor personalización en estos ámbitos transversales tan cruciales para las empresas.
Al mismo tiempo, las necesidades y exigencias de las empresas son cada vez más cambiantes e inminentes. Las características y funciones de los puestos de trabajo, los propios procesos, los nuevos requerimientos y las tecnologías que están irrumpiendo influyen drásticamente en los diseños y ejecuciones de las formaciones y en los aprendizajes del alumnado. Esto origina que las ofertas formativas de los ciclos formativos se complejicen a través de nuevos módulos o asignaturas de carácter optativo. Se están ofertando, en esta línea innovadora, másteres o especializaciones específicas para determinados sectores (Inteligencia Artificial y Big data, Robótica Colaborativa, Digitalización del Mantenimiento Industrial, Ciberseguridad en IoT…). Además, la propia automatización y digitalización provoca que las disciplinas profesionales se hibriden y ya no resulta tan claro establecer los límites tecnológicos de familias profesionales tradicionalmente estáticas en sus demarcaciones.
Las metodologías de aprendizaje incorporan elementos imprescindibles como valores, habilidades y competencias
Con ello, las metodologías de aprendizaje a implantar y utilizar en las aulas evolucionan al unísono incorporando elementos imprescindibles (valores, habilidades y competencias) y personalizando los aprendizajes y desarrollos a las peculiaridades concretas de cada alumnno. Es imprescindible trabajar a lo largo del curso una evaluación cualitativa de cada persona en la que se visualice el grado de madurez y de alcance en los conocimientos, las competencias y valores planificados y los planes para facilitar los avances en cada una de ellas.
Recordemos que el aprendizaje no tiene lugar únicamente en el centro de FP, sino que también ocurre en la empresa (cada alumno/a en una empresa diferente; y así en más de 30.000 empresas) y cada vez con más relevancia. Estos aprendizajes tendrán lugar mediante la realización de planes consensuados de prácticas, pero añadiendo un nuevo factor de personalización puesto que los formatos y la época del año para estas prácticas de aprendizaje en las empresas podrán ser diferentes (en función de la naturaleza y necesidades de las empresas y del perfil del alumnado), pudiendo convivir en un centro de FP varios formatos distintos de aprendizaje en empresa. Una vuelta de tuerca más en la personalización del sistema.
Para gestionar eficazmente estos niveles de personalización es obligatorio que las estructuras organizativas de los centros de FP sean más flexibles, creándose figuras docentes y configuraciones organizacionales menos rígidas, más maleables y adaptables a todas estas realidades internas y externas.
Esta es la FP que ya está en marcha y que tenemos que gestionarla con eficacia. La necesidad de mejorar las respuestas a todos los colectivos ha traído consigo una intensa personalización del aprendizaje, de las herramientas para ello y en general, de todos los factores que conforman el sistema de FP. Ese es el reto, que todas las personas que apuesten por la FP en Euskadi encuentren un sistema que les ofrece la mejor respuesta posible en función de las expectativas de partida.