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CÓMO CONVERTIR LA VIVIENDA EN UN COMPLEMENTO A LA PENSIÓN
El alquiler parcial o total, la venta, la hipoteca inversa, la inversión en Socimis o la constitución de una renta vitalicia: son distintas formas de transformar el ‘ladrillo’ en una complemento a la jubilación
Probablemente, en unos años no tan lejanos, cuando alguien se jubile se encontrará con una pensión no satisfactoria, por escasa; poca inversión en activos financieros; y un patrimonio importante, muy importante, materializado en su vivienda. ¿Puede ayudar la vivienda en propiedad a mi pensión? Sí puede. Al exgobernador del Banco de España, Luis Linde, no le entendieron, o no quisieron, cuando dijo que la gran mayoría de jubilados tiene casa en propiedad. Los españoles ahorran, pero en vivienda. Y para algunos próximos jubilados, ésta podrá ser un excelente complemento de su pensión.
No quiere vender la vivienda, pero necesita dinero
Tendrá que renunciar a alguna parte de su casa y alquilar una o varias habitaciones. En este caso, debe poner anuncios en portales inmobiliarios. Huya de turistas, busque estudiantes, jóvenes con salarios bajos, recién divorciados. Se asegurará una rotación de inquilino alta que le permitirá subir la renta en caso de fuertes revalorizaciones de su hogar sin dolorosas negociaciones. Los inquilinos de la tipología señalada suelen estar poco tiempo y, por tanto, es factible ir actualizando la renta. Ponga un precio a la habitación y comparta los gastos, más conveniente que un precio alto donde los gastos vayan incluidos. La renta recibida tributará en el IRPF como rendimientos del capital mobiliario, estando sujeta a los tipos de la base imponible general. Los gastos no tiene que incluirlos si son compartidos.
No quiero venderla, ni alquilar parte
Otra opción es alquilar su vivienda completamente; eso sí, debe estar situada en un lugar con atractivo inmobiliario para el alquiler. Las posibilidades del alquiler, especialmente en determinados sitios, son ilimitadas, además de que económicamente puede ser mucho más interesante: turístico, universitario, residencial para altos ejecutivos, alquiler para profesionales, alquiler tradicional. Mire cuál es el público donde está situado el inmueble y a partir de ahí se puede hacer una idea. Claro, la pregunta es obligada: y yo, ¿dónde vivo? La idea es alquilar una vivienda cuya renta sea inferior a la que usted recibe. Ese desnivel de renta es posible si la casa es más pequeña, o está en otra población o zona más económica. Busque vivir alquilando en otras zonas, provincias, comunidades autónomas, incluso países. Eso sí, importante, especialmente si sale del país, mire el nivel de medicina y centros hospitalarios, así como la cobertura que tendrá. Con esta vía consigue mantener la propiedad y actualizar rentas en función del valor del inmueble que posea. El neto entre la renta recibida y la pagada será su complemento y tendrá vivienda para usted solo. Esa diferencia, especialmente en un área donde la renta a pagar sea inferior, le permitirá un desahogo y no pierde la propiedad. Es algo que los idolatrados jubilados alemanes hacen mucho más a menudo de lo que la gente se imagina.
Quiero vivir en mi casa, pero necesito dinero extra
También es posible: póngase en contacto con una entidad financiera y pida una hipoteca reversible. El banco mensualmente le ingresará una cantidad para complementar su pensión. Las cantidades recibidas no se declaran en IRPF, pues es un préstamo y no un rendimiento. Al fallecer, la entidad bancaria tendrá como garantía para el pago de lo adeudado la opción de quedarse con la casa, pero es una opción. Existe otra posibilidad, y es la de que sus herederos valoren devolver al banco lo adeudado, principal más intereses, y quedarse con la vivienda. Evidentemente, su heredero o herederos compararán el valor a precio de mercado de la vivienda con lo adeudado al banco en concepto de intereses y principal, y decidirán en consecuencia. Atención a los intereses a satisfacer pues pueden ser altos y gravosos. El inconveniente es que no todas las viviendas son aceptadas. La situación, características y grado de conservación de la casa será un fuerte filtro.
Generar una renta vitalicia, renunciando a la propiedad
En este caso, la persona será mayor de 65 años, venderá la casa y antes de seis meses y con un tope máximo de 240.000 euros de prima contratará una renta vitalicia. De acuerdo a las leyes fiscales, una persona mayor de 65 que venda su casa está exenta del pago de plusvalía en IRPF siempre que el dinero obtenido, máximo 240.000 euros, se destine a contratar una renta vitalicia. Se ahorra el pago de la plusvalía en IRPF, pero hay más. Si tiene entre 65 a 70 años, por cada 100 euros recibidos de renta tributará 3,8 euros, siempre que la base especial del ahorro no sobrepase la cantidad de 6.000 euros. Si es mayor de 70 años, entonces la tributación es de tan solo 1,9 euros por cada 100. Con esta posibilidad, pierde la propiedad para el caso de tener herederos. Ahora bien, en un mundo cada vez con más hogares sin
hijos, la decisión puede no ser nada traumática.
Básico: la venta
Por desgracia, en muchos pueblos de España, especialmente del interior, encontrar comprador para una vivienda puede ser muy ardua tarea. Incluso el capital recibido por la venta puede no ser alto y, por tanto, que el complemento obtenido no sea muy satisfactorio o no aporte mucho. Tenga presente que al vender la casa usted pierde la posibilidad de habitarla, salvo que pacte el usufructo de la misma, una posibilidad que puede restar bastante a la mensualidad. Tenga en cuenta que con la venta tendrá que afrontar el coste de su nueva residencia. Por cierto, si el importe de la venta es superior a 240.000 euros, ese exceso puede a lo mejor permitirle la posibilidad de comprar una vivienda, más pequeña o situada en sitios con precios más bajos.
No tiene vivienda, pero le interesa ahorrar en ‘ladrillo’
También hay solución: invierta en acciones de Socimis. Su precio bursátil y la rentabilidad por dividendos están ligados totalmente al comportamiento del precio y el alquiler del mercado inmobiliario y uso al que se destina.
Es decir, existen muchas posibilidades para que la vivienda pueda convertirse en una oportunidad para complementar la pensión. Linde tenía razón cuando comentó que la mayoría de jubilados eran propietarios de un hogar y eso mejora la pensión: como pueden ver, la vivienda puede suponer un buen colchón financiero de cara a la jubilación.
La vivienda es un colchón financiero que permite completar la renta tras el retiro laboral