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LA RENTABILIDAD EN GESTIÓN PASIVA DOBLA A LA ACTIVA EN 2018
La inversión de los ahorros mediante el concurso de la inteligencia artificial y herramientas digitales duplica la rentabilidad de los administradores tradicionales, 6,7% contra 3,11% de media, según el análisis de las cifras anualizadas en los últimos 15 años
El debate sobre la conveniencia de la gestión activa o pasiva de los ahorros financieros crece a medida que las rentabilidades tradicionales se estancan en medio de la volatilidad bursátil y de los bajos rendimientos asociados a los productos invertidos en rentas fijas y garantizadas. Como explica el economista jefe del think tank Civismo, Javier Santacruz, el debate entre gestión activa frente a gestión pasiva -dejando a un lado otro estilo de gestión igualmente importante como es la gestión discrecional de carteras- se ha popularizado en los últimos años conforme han surgido en todos los segmentos del mercado numerosos fondos y carteras gestionadas referenciadas a un índice.
“En momentos de dificultad para obtener rentabilidades descorrelacionadas con respecto al mercado, rebajar significativamente los costes de gestión e intermediación y tras varios ciclos bajistas en las bolsas a nivel global, la gestión pasiva ha crecido de una forma extraordinaria llegando al segmento de fondos de pensiones y productos de ahorro previsional”, explica el experto.
En este sentido, en todo el universo de activos bajo gestión, el estilo pasivo o indexado ya supone un montante de 8 billones de dólares en el mercado global, un 20 por ciento del total, frente al 8 por ciento que suponía 10 años antes, según los últimos datos de 2017. El crecimiento está sobre todo protagonizado por figuras ya