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LA GESTIÓN PASIVA YA RINDE UN 63% MÁS QUE LA ACTIVA
En la últimas dos décadas el inversor medio de gestión activa en España ha alcanzado una rentabilidad acumulada del 57,1% contra el 156,7% de quienes optaron por la gestión pasiva del ahorro
La gestión pasiva de las carteras de ahorro se muestra cada vez más como una alternativa para la búsqueda de rendimiento de las inversiones a largo plazo, en la que aparece una ventana de posibilidades para acumular un capital de cara a la jubilación. Así se observa en el Observatorio de Gestión Pasiva en España publicado por la firma de inversiones y gestión de patrimonio Finizens, que muestra como en el presente ejercicio una cartera tipo de gestión pasiva rinde en 2019 un 63 por ciento más que la media del mercado. Es más, tal y como se aprecia en el informe, en las últimas dos décadas el inversor medio de gestión activa en España ha alcanzado una rentabilidad acumulada del 57,1 por ciento, mientras que si hubiera invertido mediante una estrategia de inversión pasiva su rentabilidad hubiera sido del 156,7 por ciento. Es decir, con una estrategia de gestión pasiva se hubiera alcanzado un rendimiento 2,7 veces superior.
Además, la reducción de comisiones que caracteriza a la gestión pasiva ha generado un 54,4 por ciento de rentabilidad adicional comparado con los fondos de inversión en España. También el informe arroja que, en una estrategia de diversificación de las inversiones, la gestión pasiva aporta un 45,2 por ciento adicional comparado con la rentabilidad media de los fondos de inversión nacionales. La suma de ambos efectos genera una rentabilidad adicional del 99,7 por ciento en este tipo de carteras en comparación con el desempeño de fondos de inversión.
“Una de las principales razones que explican la brecha creciente entre la rentabilidad de la gestión pasiva y de la activa es que, en un horizonte de largo-medio plazo, la pasiva ha demostrado una rentabilidad histórica de un 3,5 por ciento por encima de la media de mercado, según datos oficiales de Morningstar. Esto se debe a que una cartera de fondos indexados de gestión pasiva tiene comisiones de hasta un 85 por ciento por debajo de la media de los fondos de la banca -en su inmensa mayoría son fondos de gestión activa: cada euro ahorrado en comisiones es un euro más de rentabilidad para el inversor, tenga el perfil que tenga y pase lo que pase en los mercados”, explica el consejero delegado de Finizens, Giorgio Semenzato.
Adicionalmente, la gestión pasiva ofrece una diversificación de las inversiones más elevada, al diversificar el dinero de un inversor en miles de posiciones distintas. En el caso de Finizens, en hasta 17000 posiciones distintas. Esto aporta una mayor protección ante la volatilidad y el riesgo, para que el patrimonio de los inversores esté más a salvo durante los periodos de incertidumbre y fluctuación bursátil, explica Semenzato.