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BRASIL APRUEBA UN RECORTE
La reducción del gasto que se producirá durante la próxima década se sustenta sobre un retraso de la edad de jubilación y la reducción de ventajas y beneficios para algunos colectivos profesionales
El Senado de Brasil aprobó a finales del mes de octubre una histórica reforma del sistema de pensiones, un paso considerado clave para estabilizar las finanzas del país tal y como habían sugerido algunos organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI). El texto fue aprobado con 60 votos a favor y 19 en contra, y al término de la sesión, el presidente de la Cámara Alta, David Alcolumbre, señaló que el “Senado se ha enfrentado este año a uno de los asuntos más difíciles para la nación brasileña”.
Así, destacó que “todos los senadores y senadoras han participado personalmente en las discusiones y han perfeccionado el asunto, corrigiendo algunos conceptos erróneos y haciendo justicia social con los más necesitados”. Cabe recordar que para que saliera adelante la medida eran necesarios al menos 49 votos, lo que equivale a tres quintos del Senado más uno y logró 11 votos más. Ahora los senadores comenzarán a votar los cuatro puntos más destacados.
Por su parte, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aplaudió la decisión y ha indicado que hay cuatro aspectos destacados para analizar. “¡Felicidades, pueblo brasileño! ¡Esta victoria, que allana el camino para que nuestro país despegue definitivamente, es tuya! ¡Brasil es nuestro! ¡GRAN DÍA!”, en su cuenta de Twitter.
Este paso, llega después de que la propuesta del Gobierno de Jair Bolsonaro, cambiada en numerosos puntos por el Parlamento, necesitara el pasado mes de julio lograse 379 votos favorables en el Congreso, muy por encima de los necesarios, frente a 131 sufragios en contra.
De hecho, desde su llegada al poder, Bolsonaro ha reiterado en varias ocasiones que la reforma de pensiones es algo crucial para arreglar las finanzas públicas y reactivar la economía brasileña.
Claves del nuevo sistema brasileño
Entre los principales cambios en el sistema de pensiones está que, hasta ahora, era posible que los brasileños se jubilaran con poco más de 50 años, pues el actual sistema permitía hacerlo tras contribuir durante tres décadas o más. Pero la reforma prevé una edad mínima de jubilación de 62 años para las mujeres y de 65 para los hombres, con un tiempo mínimo de contribución de 15 y 20 años, respectivamente. Sin embargo, el proyecto cuenta con algunos casos especiales, como los trabajadores de zonas rurales para quienes se mantiene en 55 años para las mujeres y 60 para los hombres, con un tiempo mínimo de contribución de 15 años. O para los profesores, que disfrutarán la edad mínima de 60 años para hombres y 57 para mujeres, con 25 años de contribución.
Además, los militares cuentan con un régimen de cotización diferenciado, por lo que el Ejecutivo preparó un proyecto específico para las Fuerzas Armadas en el que se prevé un ahorro total de 10.450 millones de reales (unos 2.548 millones de dólares) en 10 años y que aún deberá ser debatido en sede parlamentaria.
En este sentido, por un lado, la propuesta presentada por el Gobierno prevé cambios en las reglas para acceder a la jubilación por parte de los militares, que proporcionarán un ahorro estimado en 97.300 millones de reales (unos 23.700 millones de dólares). Pero, por otro, el documento también prevé una reestructuración de la carrera militar que generará gastos por valor de 86.850 millones de reales (21.182 millones de dólares).
El nuevo tramo de retención del IRPF irá desde el 7,5% hasta el 14% para las rentas más altas
Reducción del gasto
El Gobierno calcula ahorrar una cifra superior a los 800.000 millones de reales (unos 175.000 millones de euros) en 10 años, una cifra que ayudará a aliviar el estado de las maltrechas cuentas públicas del país. En los últimos doce meses hasta agosto, el déficit fiscal nominal, incluidos los gastos con el pago de la deuda externa, fue de 444.700 millones de reales (unos 110.000 millones de dólares).
Por otro lado, el documento ya aprobado no modifica las reglas para la jubilación de los funcionarios de los estados y municipios, sino que se centra en el régimen de los empleados federales.
Además, el Gobierno había propuesto que la reforma incluyera un sistema capitalización individual, similar al chileno y al sueco -en lo que seríá el germen de un sistema de cuentas nocionales- en el que la jubilación de cada trabajador depende de su capacidad de ahorro a lo largo de su vida laboral, pero la iniciativa quedó fuera.
Una de las principales novedades de la reforma es la alteración en las cotizaciones de los funcionarios y trabajadores del sector privado, que serán unificadas, siendo del 7,5 por ciento para quien gana un sueldo mínimo -hoy equivalente a 243,4 dólares- y hasta el 14 por ciento. Para los funcionarios que ganan por encima del techo puede llegar hasta el 22 por ciento.
Con todo ello, desde el FMI consideran que, además de la medida en pensiones, todavía es necesaria una “ambiciosa agenda de reformas, apertura comercial e inversiones en infraestructura” para aumentar el potencial de desarrollo económico del país.