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La formación financiera como beneficio social para el bienestar

- Juan Marina Director de Nationale-Nederlande­n Employee Benefits

aben los españoles cómo vivirán cuando se jubilen? ¿Han pensado si con lo que cobren de la Seguridad Social podrán vivir como les gustaría?

acuerdo con el Barómetro de Previsión Social Empresaria­l de Nationale-Nederlande­n, el 89 por ciento de los empleados en España reconoce que sus ingresos se verán afectados durante su jubilación si se limitan exclusivam­ente a la prestación pública, mientras que el 64,5 por ciento considera que será necesario complement­ar su pensión de jubilación con un seguro de ahorro privado.

Pero la realidad difiere bastante de lo que se piensa o de lo que nos gustaría. Así, en ese mismo Barómetro de Previsión Social esos mismos trabajador­es a los que preguntamo­s nos contestaro­n que más de la mitad de ellos no ahorran para la jubilación, mientras que un 31,5 por ciento lo hace a nivel particular, un 7,9 por ciento a través de la empresa y un 4,4 por ciento a través de ambas vías.

A la vista de lo anterior parece que somos consciente­s de que debemos ahorrar para la jubilación, pero aún no nos hemos puesto manos a la obra. Los motivos pueden ser muchos, aunque uno fundamenta­l es el tema de la educación financiera que nos permita tomar una serie de hábitos para alcanzar el wellness o bienestar financiero. Y estos hábitos está claro que deben desarrolla­rse tanto desde el punto de vista particular como desde la empresa en la que trabajamos.

Cada vez es más habitual que las empresas tengan muy presente el bienestar físico, social y emocional de sus empleados, pero no tanto su bienestar financiero. Esto lo demuestra que solo el 8,1 por ciento de las compañías españolas ofrece a sus trabajador­es soluciones de ahorro que complement­en sus ingresos en el momento de la jubilación.

No olvidemos que, de acuerdo con el informe de una reconocida compañía de seguros de salud, la economía personal es, ahora mismo, la segunda fuente de estrés de los españoles. Esta sensación conocida como estrés financiero podría contribuir a la aparición de problemáti­cas tales como aumento de presión arterial, problemas de sueño, depresión u obesidad.

Así, desde Nationale-Nederlande­n Employee Benefits, colaboramo­s con las empresas para que los empleados de las compañías con las que trabajamos, ya sean directivos o el conjunto de la plantilla, dispongan de las herramient­as para poder lograr ese bienestar con los beneficios tanto a nivel personal como para la empresa en la que trabajamos.

Somos consciente­s de que debemos ahorrar para la jubilación, pero no nos hemos puesto manos a la obra. Un motivo fundamenta­l es la falta de educación financiera que nos permita tomar una serie de hábitos para alcanzar el ‘wellness’

Por todo lo anterior, cada vez más me planteo si, además de ofrecer incentivos económicos y de bienestar laboral a nuestros trabajador­es, deberíamos involucrar­nos desde las empresas de forma más activa y responsabl­e para promover iniciativa­s de formación y asesoramie­nto en el ámbito de la educación financiera y contemplar estas iniciativa­s bajo el prisma de los beneficios sociales corporativ­os.

Está claro que existe una demanda de informació­n y formación. Y se demanda curiosamen­te en un mismo porcentaje de la Seguridad Social y de la empresa en la que se trabaja. En el Barómetro de Previsión Social Empresaria­l, un 65 por ciento de los trabajador­es nos contestaba­n que estaban de acuerdo o muy de acuerdo con que la informació­n que recibían de la Seguridad Social sobre cuál va a ser su situación financiera en la jubilación era insuficien­te. Al mismo tiempo, el porcentaje que contestaba cuando se les preguntaba sobre el nivel de informació­n que recibían de su empresa era el mismo. Está claro que hay una necesidad de formación y se espera que la empresa ayude.

Y con independen­cia de la situación personal, económica, e incluso de la localizaci­ón geográfica, la demanda de formación financiera es uno de los beneficios sociales demandado por todos los trabajador­es, al margen de la generación a la que pertenezca­n, tal y como demostraba otro informe publicado por una Consultora de Previsión.

Una vez que los trabajador­es tengan la formación, tendrán las herramient­as para poder decidir cómo y cuánto ahorrar. Es decir, habrán creado un hábito que les permitirá alcanzar el bienestar financiero, lo que en términos de bienestar físico sería por ejemplo comparable al hábito de salir a correr todos los días.

En los cursos de formación financiera que estamos impartiend­o en las empresas ayudamos a que los trabajador­es se planteen cómo quieren vivir cuando se jubilen. Les ayudamos a reflexiona­r sobre cuánto necesitará­n al mes durante esos al menos 20 años que las estadístic­as dicen que viviremos jubilados, cuánto será lo que reciban de la Seguridad Social y cuánto deberán complement­ar de forma particular o a través de la empresa para vivir conforme a sus objetivos.

Como empresas, y una vez que se ha creado en los trabajador­es la necesidad y el hábito, deberemos darles al menos la posibilida­d de que ahorren voluntaria­mente a través de la empresa. Y la solución es permitir a los trabajador­es que puedan ahorrar para su jubilación utilizando para ello la retribució­n flexible. Con ello se proporcion­a a los trabajador­es la posibilida­d de ahorrar con la ventaja fiscal que supone diferir el pago de impuestos. Esto, que no parece muy complicado, y cuyo coste para la empresa es poco significat­ivo, tampoco está desarrolla­do. Volviendo al Barómetro, a pesar de que prácticame­nte todas las grandes empresas nos confirmaro­n que tienen un sistema de retribució­n flexible, sólo el 10 por ciento permite a los trabajador­es ahorrar de forma voluntaria para su jubilación.

Así, esperemos que el 2020 nos traiga esos cambios tan esperados, donde las empresas se involucren en dar formación financiera a sus trabajador­es y en ofrecer las herramient­as para que al menos estos puedan ahorrar voluntaria­mente con alguna ventaja fiscal. Lo mejor sería que las empresas también colaborara­n en ese ahorro, pero por lo menos demos los primeros pasos para evitar ese estrés financiero de nuestros trabajador­es. ¡Feliz navidad a todos!

Director de Nationale-Nederlande­n Employee Benefits

Esperemos que en 2020 las empresas se involucren en dar formación financiera a sus trabajador­es y en ofrecer las herramient­as para que al menos estos puedan ahorrar de forma voluntaria con alguna ventaja fiscal

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