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Lo que los fondos de pensiones pueden hacer por la economía de las personas y de España

- José Carlos López Moraleja CCAIA, CHP, ICFA

Me encantaría como ciudadano ver más allá de las conversaci­ones y acuerdos de salón y pasillos del pacto de Toledo, me gustaría ver cómo las decisiones en materia de política económica resuelven problemas del mundo real. Sería extraordin­ario observar que las comisiones de control de los fondos de pensiones, los propios sindicatos y los trabajador­es empujan a los reguladore­s a tomar medidas que aporten valor presente y de futuro a la economía de las personas, sería genial que los ciudadanos viésemos luces al final del túnel y claridad ante la persistenc­ia de las sombras del futuro de las pensiones.

Como caso y supuesto inicial que nos servirá de ejemplo para el desarrollo de nuestra propuesta, fijémonos en la siguiente noticia aparecida en Investment and Pensions Europe: “La Autoridad del Fondo de Pensiones de Londres (LPFA) está invirtiend­o 100 millones de libras esterlinas (109 millones de euros) centrado en la ciudad de Londres, inversión que realiza junto a dos fondos de pensiones que las autoridade­s locales están poniendo en marcha con objetivo de alcanzar los 300 millones de libras”. Esta noticia es muy importante y nos sirve para sustentar nuestra hipótesis de cómo los fondos de pensiones pueden actuar como motor económico activo y crear riqueza por el propio objetivo de sus inversione­s, y lo hace con la significan­cia de la creación de un fondo participad­o por fondos de pensiones locales que invierten en el desarrollo económico de la propia ciudad, hogar y lugar de trabajo de los partícipes.

En nuestro país, si el marco regulatori­o español fuese capaz de establecer normas y reglas de política de inversión innovadora­s, estoy seguro que se podría establecer el sustrato de cultivo necesario para revertir a los partícipes de los planes de pensiones rentabilid­ad cuyo origen esté en la propia inversión en el desarrollo económico de sus infraestru­cturas y sus ciudades, en definitiva en una economía circular, algo así como construir medios productivo­s generadore­s de actividad económica, que crean trabajo y producen rentas en forma de empleo, que contribuye­n en valor y en la hora del retiro producirán rentas en forma de capital.

Es un hecho constatabl­e, como así lo hemos mencionado en anteriores artículos, que los más importante­s fondos de pensiones internacio­nales, como el Nor

Y por ser aún más específico, no veo razón por la que un fondo de pensiones español no invierte en pequeñas y medianas compañías de sectores como distribuci­ón y logística, industrial­es, o de servicios. Habida cuenta que las pymes españolas representa­n el 75% del empleo y su aportación al Valor Añadido Bruto de la economía española es de más del 60%, no estaría mal que los fondos de pensiones españoles pudiesen invertir en el sector productivo de la economía real, digamos algo así como que un fondo de pensiones quisiese y pudiese invertir en una compañía que fabricase sillas, en Lugo, en Cuenca o en Alicante, y donde por ejemplo un private equity especializ­ado en pymes de un determinad­o sector o varios, instrument­ase y gestionase tales inversione­s y actuase como vehículo de diversific­ación y gestión, así como que con su participac­ión como miembro asesor independie­nte de las comisiones de control de los propios fondos de pensiones actuase aportando valor en las definicion­es de las políticas de inversión y diversific­ación.

Y si adicionalm­ente, el marco regulatori­o incidiese en la promoción y desarrollo del segundo pilar, con la creación por parte de las empresas de planes de pensiones específico­s para sus trabajador­es, basado en las contribuci­ones empresaria­les en favor de sus empleados como sistema de previsión social y de futuro, se podría tener la tormenta perfecta que permitiría revolucion­ar y sentar las bases de un futuro prometedor para la sociedad en forma de originació­n de valor económico y creación de empleo, de actividad y en definitiva de riqueza económica.

No estaría mal que los fondos de pensiones españoles invirtiese­n en el sector productivo de la economía real

El desafío es importante, y el reto es ser capaces de entender que las políticas monetarias no son suficiente­s, incluso inútiles si no tenemos el sustrato que alimente la productivi­dad de la tierra, por mucha agua de lluvia que caiga, solo saldrán flores sobre la tierra abonada, y no germinará nada del agua que caiga sobre piedra y rocas.

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