El Economista - elEconomista Pensiones
Así obligarán los robots a reformar la Seguridad Social
La sustitución por máquinas de las personas en ciertos puestos de trabajo supondrá una revolución en la fiscalidad asociada a las rentas del trabajo y la productividad
La reforma de las pensiones puede nacer muerta si no se tiene en cuenta la robotización de la economía, que está provocando una evolución en forma de k de la renta del salario, con la desaparición de trabajos de clase media. Pero la creación de un impuesto a robots hace difícil que sea la solución para mantener un sistema de reparto, según un documento de trabajo presentado por Fedea.
Según la Federación Internacional de Robótica (IFR, por sus siglas en inglés), en 2017 había a nivel global dos millones de robots industriales instalados, con un ritmo de crecimiento del 15% anual en 2017 y 2018. Para 2021, la IFR estima que habrá 3,8 millones de robots instalados, con un ritmo de crecimiento medio anual del 16%.
Los robots se ha presentado como la solución para salvar las pensiones y de paso compensar la pérdida de empleos que va a suponer los avances tecnológicos. “Uno es que los cambios tecnológicos han incrementado más la productividad de los trabajadores más cualificados, en tareas no-manuales y abstractas que requieren un elevado nivel educativo.
Otro es que, independientemente de la cualificación profesional y del nivel educativo, son las ocupaciones en las que predominan las tareas rutinarias las que han perdido relativamente más empleo, por la capacidad de codificación de tareas y su replicación por las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación.
Ambos han generado lo que se conoce como una “polarización” del empleo, es decir, son las ocupaciones de mayores salarios (no manuales, técnicas, de gestión, etc.) y las de menores salarios (aquellas que proveen de servicios personales no fácilmente codificables ni replicables) las que más empleo han ganado, mientras que la demanda de “trabajos de
do se abre la puerta para que suceda. Pero Jimeno es escéptico con las intenciones, “cabría esperar mecanismos de elusión fiscal que limitaran las aplicaciones de los robots para no ser gravados o situaciones ineficientes y discriminatorias en las que unos “robots” fueran gravados y otros similares no lo fueran en función, no de su naturaleza intrínseca sino de cómo se incorporaran al proceso productivo”.
El experto apunta a que es la propia definición de hecho imponible, lo que complica crear este nuevo impuesto. “En la naturaleza intrínseca de los bienes de capital y, consecuentemente en la de los “robots”, está la movilidad ese problema se acentúa en la medida en que son bienes de equipo más fácilmente transportables a otras circunscripciones fiscales”,
La robotización de los puestos de trabajo llevará consigo una caída de ingresos por cotizaciones
explica señalando que las economías se mueven en entornos competitivos. Y añade que si tal innovación impositiva sería deseable por razones de eficiencia económica. “Aparte de las necesidades de financiación, una justificación de la imposición sobre los robots es ralentizar la sustitución de trabajo por maquinas en la producción de bienes y servicios”, indica.
El autor del mismo ha insistido en la necesidad de que se planteé una reforma “más profunda y radical” del sistema de pensiones. Desde su punto de vista, resulta “crucial” tomar dos decisiones, una por la que se diseñe qué peso relativo han de tener las prestaciones contributivas frente a las asistenciales en la sustitución de rentas laborales en “la lucha contra la pobreza en la vejez, y otra por la que se decida qué tasa de sustitución han de ofrecer las prestaciones contributivas y qué límites mínimo y máximo se establecen a dichas prestaciones.
A su juicio, el análisis económico de las consecuencias de los avances tecnológicos sugiere que necesariamente el peso de las prestaciones contributivas “debe disminuir mientras que debería aumentar el papel de las prestaciones asistenciales”.
Sobre los pilares en los que se ha apoyado las recomendaciones del Pacto de Toledo para elevar como mandato al Ministerio de Inlcusión, Seguridad Social y Migraciones, señala el experto que “la revalorización automática de las pensiones con la inflación básicamente implica que se excluye a la generación actual de pensionistas de los ajustes necesarios para restaurar la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones”.