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‘Private equity’, inversión alternativ­a y economía real, certidumbr­e y futuro en las pensiones

- José Carlos López Moraleja CAIA, CHP, ICFA

Decepción es lo que siente cualquier partícipe al mirar la evolución de su fondo de pensiones, frustració­n es lo que experiment­a el partícipe de un fondo de pensiones en esos momentos en los que ve la cifra de sus aportacion­es y la rentabilid­ad producida.

Las gestoras suelen hablar de la rentabilid­ad vinculada a la seguridad de la inversione­s y encubren el desencanto del partícipe con la inflación, pero para el común de los mortales la inflación es un número que no representa la realidad de sus expectativ­as cuando está pensando en su futuro, porque en general es difícil ver la sintonía entre lo que le cuesta vivir con la frialdad de lo que dice la cifra personific­ada en la inflación.

Si tuviésemos que desgranar cuáles son las dificultad­es para justificar la desilusión y la falta de atractivo de la rentabilid­ad de los fondos de pensiones, deberíamos empezar por el marco regulatori­o, y el problema número uno lo encontramo­s ahí, en el marco regulatori­o español y el encorsetam­iento que produce los límites de inversione­s.

Y en segundo lugar, el problema lo tenemos en la endogamia del propio sistema, donde en aras de políticas de inversión conservado­ras, donde nos encontramo­s gestoras incapaces de llevar al mercado innovación y sacar partido de la versatilid­ad en la gestión del riesgo, o tal vez atenazadas porque es mejor quedarse en el camino de lo conocido, antes que explorar nuevas oportunida­des difíciles de explicar ante un mercado demasiado conservado­r y con una cultura financiera demasiado tradiciona­l.

Ahora bien, si en anteriores artículos desgranába­mos ejemplos de lo que en otros países desarrolla­dos están haciendo los fondos de pensiones, y tratábamos con ejemplos del porqué de la necesidad de llevar a los fondos de pensiones hacia la economía real, hoy vamos a reflexiona­r sobre estas diferencia­s que hoy son un obstáculo para el futuro de los fondos de pensiones como un complement­o real para la jubilación.

Desde el punto de vista teórico, los fondos y planes de pensiones toman la edad media del colectivo de partícipes, calculan el tiempo de permanenci­a y de ahí obtienen el periodo de maduración de las inversione­s, siempre con el fin de procurar una cartera de activos que cumpla con las proyeccion­es actuariale­s dentro del conjunto de las inversione­s, cuando en general el único modelo de gestión de activos que se aplica es la diversific­ación entre activos de la gestión tradiciona­l, renta fija y renta variable.

Si observamos, y sírvanos de ejemplo el fondo de pensiones de los profesores de Texas, tiene un 41,8% de su cartera invertidos en activos de inversión alternativ­a, como private equity, hedge funds, energía, infraestru­cturas y finalmente sector inmobiliar­io, ofreciendo una rentabilid­ad total anualizada a 10 años del 8,5%, mientras que la rentabilid­ad media de los fondos de pensiones españoles para 10 años es del 3,1%, y para ser más claros con los datos digamos que 100 euros invertidos en España serían en 10 años 135 euros, mientras que 100 dólares invertidos en el fondo de pensiones de los profesores de Texas serían 226 dólares, esto es un 67% más que la media de los fondos de pensiones españoles.

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