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Así será la paguilla de pensiones de cara a 2022
Hay un caso especial donde enero llega tradicionalmente con un ingreso extra denominado paguilla. Ocurre con las pensiones y para este 2022 será la última vez que se produzca tal pago. En una de las últimas comparecencias del curso, el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, anunció que la inversión destinada a las paguillas alcanzaría para este nuevo año los 1.900 millones de euros. Un gasto tradicional para los pensionistas, que sin embargo tendrá por este curso su último ingreso al entrar en vigor en 2022 la reforma sobre el sistema de las pensiones.
Así mismo se encargó de recordarlo el ministro de José Luis Escrivá, y es que una de las modificaciones que contempla el nuevo texto es que las pensiones se actualicen en base a la media del IPC del último año y no en función de las estimaciones. Es decir, estas ayudas ya se irán renovando a lo largo del curso, por lo que no será necesario que el Gobierno acometa tal desviación en enero de este año.
En 2007, el fondo de reserva de la Seguridad Social presentaba superávit; ahora, tanto el Banco de España como la AIReF cifran el déficit estructural en unos 4,5 puntos de PIB, unos 54.000 millones actuales. La hucha apenas contaba con 2.000 millones antes de la pandemia, un dato contrapuesto con los 66.800 acumulados en 2011.
El peso de las cotizaciones sociales y las pensiones contributivas sobre el PIB convergió a comienzos de la pasada década: la Seguridad Social pasó a gastar más en prestaciones a pensionistas de lo que ingresaba por cotizaciones sociales de los trabajadores. El deterioro del Sistema, según la actualización que hizo Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones, teniendo en cuenta los efectos de la pandemia, se debe a un leve aumento de las cotizaciones (+0,4% hasta el 10% sobre el PIB en 2019) mientras las pensiones contributivas se duplicaron: pasaron de un 6,9% en 2007 a rondar el 12% en 2021, según las últimas nóminas de pensiones publicadas por el ministerio de Escrivá.
Matizando sobre el déficit estructural del Sistema, el Banco de España puso porcentajes al problema. La evolución de la tasa de empleo durante los años de la crisis iniciada en 2008 y la recuperación posterior fue responsable de apenas un 13% del empeoramiento del saldo de la Seguridad Social; por su parte, el aumento de la tasa de dependencia y el incremento de la ratio entre la pensión media y el salario medio explicarían un 44% y un 51% del deterioro del balance, respectivamente, mientras que la caída de la participación de la masa salarial en la renta nacional habría contribuido a mejorar el saldo del sistema en un 8%.
Siguiendo un escenario central, lo que el futuro puede deparar a la sostenibilidad del Sistema pasa, en parte, por el mercado laboral. Si bien el deterioro de las cuentas obedecía a un menor peso del empleo en España, de Cos expone que una mejora de la tasa de ocupación del 20%, hasta el 80% en 2050, reduciría el aumento del gasto en pensiones debido a la dinámica demográfica a entre un 1,5% y un 5,3% de PIB. Junto al mercado laboral, una mejora de la productividad reduciría la presión entre la pensión y el salario medio en España, ya que el aumento de la productividad es el factor a medio plazo por el que se rigen el aumento de los salarios en la actividad económica.
Mientras tanto, tal y como recogió este periódico, el Instituto Santalucía prevé un déficit acumulado de hasta 86.000 millones entre 2040 y 2067. El ‘plan Escrivá’, con la activación del mecanismo de equidad intergeneracional aprobado en la primera parte de la reforma de pensiones será insuficiente para sufragar el exceso de gasto previsto por la jubilación de la cohorte del baby boom.
La ‘hucha’ del Sistema ha perdido más de 60.000 millones de euros en tan solo una década
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ya anticipó hace unas semanas que las cuantías mínimas de las pensiones se incrementarían por encima de la inflación y así ha sido: se han elevado hasta un 3%, al igual que las pensiones no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital (IMV).
Así, para 2022 estas pensiones mínimas suben más que las pensiones contributivas, que por primera vez y debido a la ‘reforma Escrivá’ se han incrementado con el nuevo método de revalorización de las pensiones que tiene en cuenta el Índice de Precios al Consumo (IPC) medio del año anterior y que ha conllevado el aumento en un 2,5% de estas prestaciones.
La Seguridad Social recoge en su página web, a modo informativo, cómo quedan estas nuevas cuantías de las pensiones mínimas después de la subida de 2022, con vigencia para todo el año. Son las siguientes: pensiones de viuedad, jubilación, incapacidad permanente, orfandad o pensiones en favor de familiares, en diferentes cuantías