El Economista - Seguros Magazine
PARA MEJORAR SU EMPRESA
LA IMPORTANCIA DEL TALENTO
La elección de los profesionales más cualificados y capaces para realizar una labor es una tarea clave para el éxito de cualquier empresa, como también lo es conseguir motivar y retener a sus profesionales más valiosos. ¿De qué manera realizarlo?
Talento: capacidad para el desempeño de algo, según la RAE. Para una empresa es esencial contar con personas con esa valía, que la lleven a seguir progresando y cumpliendo sus objetivos, que la sirvan para diferenciarse de la competencia, no estancarse nunca, evolucionar constantemente, innovar y aportar eficiencia y creatividad, ofrecer el mejor servicio posible y ser más rentable económicamente. En definitiva, que les permita ofrecer una propuesta de valor superior a la de la competencia.
En un entorno profesional tan competitivo, ¿cómo encontrar a ese tipo de personas y, sobre todo, cómo mantenerlas motivadas en sus puestos de trabajo? Vamos a ofrecer algunas consideraciones al respecto.
Empezamos por la captación de talento, una labor que en los tiempos que corren no debería limitarse a la recepción de ofertas por parte de los candidatos y la elección entre ellos. Estamos en la era de la comunicación, y eso resulta una gran ventaja a la hora de buscar a gente con el perfil apropiado para lo que necesitamos a través de la red, comprobando sus aptitudes y su currículum profesional. Así que la búsqueda debe centrarse en las personas que puedan ser más adecuadas, estén en la búsqueda activa de trabajo o no. Encontrarlas y llegar a ellas es más fácil que nunca, aunque haya que realizar un arduo proceso de preselección antes de contactarlas.
Otra gran baza para reclutar talento es convertirse en una empresa atractiva para el candidato, convirtiendo a este de alguna manera en un cliente y demostrándole por qué nuestra compañía es una gran opción, tanto personal como profesional, para él. En definitiva, venderse de forma positiva, destacando nuestros puntos fuertes y lo que nos diferencia de otras empresas.
Tanto para captar talento como para retenerlo hay que ofrecer una serie de incentivos al profesional. Y estos no pasan únicamente por un buen sueldo, aunque sea importante. Permitirle conciliar adecuadamente su vida profesional con la personal, con la opción creciente del teletrabajo como alternativa, y ofrecerle la formación adecuada para desempeñar su puesto son dos maneras de que la relación arranque -y se desarrolle- con buen pie.
Por último, en lo que se refiere a la retención de ese trabajador valioso, hay que tratar de conseguir su fidelización. ¿Cómo se logra eso? Haciendo que esté a gusto, y no solo con su salario ni su horario, sino con la labor que desarrolla -incentivándole, poniéndole objetivos concretos, impidiendo que se estanque, haciéndole sentir que su labor es útil y que resulta una pieza importante en el engranaje, brindándole posibilidades reales de promoción-. Una constante comunicación sincera entre la directiva y el empleado es fundamental, así como que exista un buen ambiente de trabajo, en el que la profesionalidad y la eficacia en las labores de equipo no estén reñidas con la naturalidad, la distensión y la cercanía en el trato.