El Economista - Seguros Magazine
UN SINIESTRO ANTE EL CONSORCIO
Los graves daños producidos a causa de la gota fría en el Mediterráneo español han colocado a miles de personas en una complicada situación, con una larga tarea de reconstrucción por delante
Una de las peores catástrofes que ha sucedido en España en los últimos tiempos han sido los gravísimos efectos de las inundaciones causadas por la gota fría en el sureste del país. Amén de las vidas que se han perdido, los daños han sido devastadores en gran parte del Mediterráneo español: campos anegados, animales muertos, casas destruidas, mobiliario urbano destrozado, vías de tráfico dañadas o inhabilitadas, etc.
El panorama que se presenta para miles de personas es realmente desolador, ya que toca un lento y trabajoso esfuerzo para volver a algo que se parezca a su vida anterior. Y no solo en el aspecto profesional, sino en el personal. Volver a empezar, en definitiva.
En esa tarea de reconstrucción tienen mucho que decir las aseguradoras y, al igual que sucediera hace unos años con el terremoto de Lorca, el apoyo crucial del Consorcio de Compensación de Seguros, que se encarga de contribuir económicamente, mediante indemnizaciones a las personas y entidades afectadas, a enjugar los serios daños provocados.
Cubrir riesgos extraordinarios como estos, bien causados por catástrofes naturales o por el hombre directamente, es uno de los cometidos del Consorcio, así como hacerse cargo de los siniestros de seguros obligatorios causados por personas sin asegurar o de las indemnizaciones que entidades quebradas no han podido ofrecer. Asumir la gestión de entidades aseguradoras en liquidación y operar como asegurador del automóvil en los casos en que el conductor no encuentre un producto en el mercado son otros de sus cometidos.
Pero, ¿qué hacer en caso de necesitar ayuda de esta entidad? ¿Cómo gestionar un siniestro ante el Consorcio de Compensación de Seguros? Por medio de una reclamación, que puede hacerse de tres maneras: directamente en la delegación regional del Consorcio que corresponda, en función del lugar en el que se produjo el siniestro; a través de nuestra compañía de seguros, que deberá gestionar el siniestro de acuerdo con las pautas marcadas por la entidad pública; o merced a un mediador, que se encargue de realizar todos los trámites en contacto directo tanto con la aseguradora como con el Consorcio de Compensación de Seguros.
Hay que tener en cuenta además que los trámites deben realizarse con celeridad, puesto que la normativa determina que el plazo para presentar la reclamación desde que se tiene conocimiento del siniestro es de una semana. Los afectados deben siempre conservar los restos tal y como estaban de cara a la actuación pericial o, en el caso de que esto no fuera posible, presentar la mayor cantidad de documentación que pueda probar los daños, desde fotografías a vídeos pasando por actas notariales, facturas o certificados oficiales. También es su obligación adoptar las medidas necesarias para minimizar los males que se hayan producido. El último paso recaerá en el Consorcio, quien valorará los daños y abonará la indemnización que corresponda.