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GEODA DE PULPÍ: VIAJE AL CENTRO DEL ASOMBRO
La sierra de Aguilón, en Almería, encierra una belleza geológica que fue un testigo oculto de la vida subterránea de la Mina Rica, hasta su descubrimiento en 1999
Una secuencia de pasillos amplios nos lleva hacia las profundidades de la Mina Rica. Recoveco a recoveco, descubrimos pinceladas de la cotidianidad de sus trabajadores, sus rincones secretos de culto a Santa Bárbara, las marcas en las paredes para contabilizar la extracción, sus costumbres y los secretos de los mineros.
Descubrimos caprichosos cristales de diferentes tonalidades hasta llegar a los sorprendentes colores brillantes de sus paredes en cuanto la luz ultravioleta se refleja en ellos. Y parecen, como mágicos, los chispeantes azules, verdes y rojos.
La impaciencia por ver la Geoda de Pulpí no tarda en aparecer y cada formación geométrica transparente nos sitúa mentalmente en las entrañas de un planeta de ciencia ficción. ¿Será esta? ¿Será esta otra?
En seguida las galerías dan paso a un espacio inmenso, coronado por una espectacular escalera que se ha construido en el interior de este mundo subterráneo.
La secuencia de escalones parece infinita y se abre paso en este entorno que podría ser del mismísimo Julio Verne. Y entre estas paredes de formas fantásticas esculpidas por el progreso, nos acercamos al objeto de deseo. Esta maravilla única que nos trajo hasta aquí: la Geoda de Pulpí.
Los expertos han diseñado un sistema de escalones para asomarse al alma misma de la sierra. Por fuera, impactan los miles de cristales de formas geométricas. Pero, una vez asomados al interior, el momento es imponente. Es surrealista, artístico, magnífico.
En un primer instante, quita la respiración. Es un suspiro de asombro absoluto. Necesitamos recorrer cada milímetro, cada vértice de estas formaciones geométricas y caprichosas moldeadas por los años. El juego de luces y sombras de los perfiles de los cristales es simplemente increíble, apabullante. Uno se siente ante algo único y es que ciertamente lo es.
La mente no deja de preguntarse cómo Almería se convirtió en Kriptón y ahí, el guía, cuenta las particularidades geológicas de este hallazgo único.
Porque la de Pulpí, es la geoda más grande del mundo que está abierta a visitas. Para conocerla, compre sus pases en la web geodapulpi.es.
Los menores de ocho años no pueden ingresar a la mina. A partir de los doce, podrán asomarse a las entrañas mágicas de la geoda. Le pedirán documentos, así que no hay espacio para el despiste. Es una cuestión de seguridad y regulaciones mineras. No se trata del capricho de un guía.
Se puede llegar a la geoda de Pulpí por carretera y tiene parking propio gratuito.