El Economista - Seguros Magazine
EL ROBO DE IDENTIDAD ‘ONLINE’
CÓMO EVITAR
Ataques de ‘hackers’, correos ‘phishing’, troyanos, etc. En nuestra constante navegación por la web estamos expuestos a numerosos peligros, muchos de los cuales tienen que ver con la suplantación de nuestra identidad ‘online’. Por suerte, llevando a cabo ciertas prácticas como las que le recomendamos en este artículo minimizaremos sensiblemente ese riesgo
Prácticamente sin pestañear y sin tiempo casi para digerirlo, en unos pocos años hemos pasado de hacer casi todo de modo analógico a desenvolvernos constantemente de manera online. La comunicación se ha agilizado, simplificado y multiplicado, en un increíble avance de la tecnología que no parece detenerse nunca, sino más bien ir cada vez más rápido.
Hoy en día nos manejamos con soltura online a la hora de realizar nuestro trabajo, efectuar mil gestiones y trámites u organizar una actividad de ocio. Y ni qué decir tiene para comunicarnos o tejer nuestras relaciones personales. Sin embargo, las ventajas que ha propiciado el cambio encierran varios graves peligros; entre ellos destaca la alarmante exposición de los usuarios al robo de identidad en la red, una práctica con la que los cibercriminales pueden causarnos graves daños no solo en el plano profesional o económico sino en el personal.
Ante ese riesgo real y frecuente, la suplantación online nuestra identidad, hay que estar convenientemente informados y preparados, siguiendo unas pautas que compliquen a los delincuentes realizar esta práctica en nuestro nombre. Algunas de las medidas que les podemos recomendar son éstas:
- Elegir contraseñas seguras: parece de cajón, pero a día de hoy muchos usuarios siguen usando passwords demasiado sencillos. Estas claves deben ser bien memorizadas por parte del usuario, claro, pero nunca fáciles. Alternar letras y números y evitar combinaciones que un hacker pueda descifrar cómodamente resultan buenas prácticas, así como cambiar cada cierto tiempo las contraseñas utilizadas. En este sentido tiene mucho que decir la propia seguridad que nos proporcionen los servicios en Internet que usan la verificación en dos pasos -contraseña más clave enviada al móvil-, lo que refuerza nuestro escudo ante los piratas informáticos.
- Hacer caso de las actualizaciones que los dispositivos y programas nos indiquen: sí, estamos de acuerdo en que da pereza tener cada dos por tres nuestra tableta, portátil o móvil en stand by, pero ciertamente conviene pasar por ello. Constantemente se descubren nuevas debilidades en los sistemas que conviene subsanar, pues los hackers son capaces de aprovechar cualquier rendija para colarse.
- Ser muy consciente de los datos que proporcionamos a la red: mucho cuidado con la información que revelamos, pues menos escudo tendremos y más debilidades mostraremos. Aunque sea una práctica pesada, no está de más leer las condiciones de uso y términos generales de cada web, aplicación o red social en la que nos registremos, así como la legislación al respecto. Y cuidado con las redes wifi de acceso abierto en sitios como aeropuertos, cafés o bibliotecas, pues nuestros datos corren un alto riesgo de ser interceptados. Por desgracia estamos sometidos a un ciberespionaje constante, y cuanto menos información confidencial o privada revelemos mucho mejor. de