El Economista - Seguros Magazine
LOS RETOS PENDIENTES DEL SEGURO DE DEPENDENCIA
España es uno de los países más longevos del mundo, una gran noticia que presenta numerosos retos. Con un amplio y creciente porcentaje de personas mayores de 65 años, los seguros de dependencia se antojan más relevantes que nunca para complementar la ayuda gubernamental
Condiciones favorables como el clima, la gastronomía, la asistencia sanitaria, la situación económica y la calidad de vida propician que España presuma de estar entre los países con mayor esperanza de vida -en torno a los 84 años-, actualmente la más elevada de Europa y la tercera en el mundo. Una tendencia positiva que, según señalan los expertos, nos convertirá en los más longevos del planeta dentro de unos pocos lustros.
Sin embargo, esta realidad positiva conlleva una situación compleja, pues casi toda cara tiene una cruz. Es fantástico que vivamos más tiempo, pero también es cierto que la esperanza de vida con buena salud se suele situar en torno a los 72 años. Y eso significa más de una década por persona de promedio en unas condiciones que distan de ser las mejores y, posiblemente, en una situación de dependencia.
El crecimiento de la esperanza de vida ha conformado, en Europa en general y en España en particular, una población envejecida que potencialmente puede necesitar ayuda. La ley de Dependencia, aprobada en el año 2006, surgió para ofrecer una respuesta a esa situación, pero se antoja, según sostienen muchos de los afectados y sus familiares, insuficiente a causa de la falta de ayudas que tienen para afrontar las necesidades de estas personas.
Los seguros de dependencia han surgido para cubrir esa carencia, en un escenario en el que por un lado pueden servir de gran ayuda y por el otro tienen en su mano aprovechar una gran oportunidad de negocio -en la actualidad, únicamente en torno a un 3 por ciento de las personas dependientes están cubiertas con un seguro específico-.
Sin embargo, queda mucho camino por recorrer en este sector. Especialmente porque, a pesar de que numerosas pólizas del ramo proporcionan servicios de asistencia, centran su apoyo esencialmente en las indemnizaciones económicas que, aunque resultan útiles y necesarias son insuficientes para cubrir todo el apoyo físico y emocional que puede precisar el cliente. Las coberturas como asesoramiento telefónico, teleasistencia y ayuda a domicilio no acaban de satisfacer las necesidades ni de los afectados ni de sus cuidadores.
Esa es al menos la opinión que Voyislav Stojanovic, responsable de desarrollo comercial de AXA Salud, compartió en el pasado Forum CECAS: “El sector asegurador debe revisar los productos que hay ahora en el mercado, ya que están ligados a las rentas. Las compañías deberían desarrollar productos enfocados a servicios para mitigar este problema”. El reto al que se enfrenta el ramo en un futuro cercano es, por lo tanto, ampliar su cobertura para ofrecer un mejor servicio, siendo capaz de convertir definitivamente esta demanda no sólo en una oportunidad de negocio, sino en una valiosa ayuda a las personas que la necesitan.