El Economista - Seguros Magazine

TODO LO QUE NECESITA SU COCHE PARA SOBREVIVIR AL INVIERNO

El invierno nos afecta a todos, también a nuestros vehículos, repasamos con Antonio Fajardo todo lo que necesita saber para que su coche pase el invierno sin daños ni percances en la carretera

- ANTONIO FAJARDO

Llegamos de nuevo a esa época del año en la que los días se vuelven cada vez más fríos. Por suerte, a finales de diciembre será el solsticio de invierno, y poco a poco gozaremos de más luz solar. Pero esa bajada de temperatur­as no solo la notaremos en el cuerpo, sino que nuestros coches también lo sufrirán en sus carnes. Y no hay nada más desagradab­le en una mañana fría y oscura que, al querer arrancar el coche, no lo haga. O tener un percance por el camino por inclemenci­as del tiempo o por una rotura mecánica. Así pues, vamos a revisar qué debemos tener en cuenta para que nuestro vehículo esté en condicione­s de afrontar el invierno con garantías.

Lo primero de todo es revisar el nivel de anticongel­ante. El anticongel­ante, como su nombre indica, evita que el agua que se usa para refrigerar el motor se congele a temperatur­as cercanas a cero o bajo cero, lo que puede romper manguitos, la bomba que mueve el refrigeran­te, etc. El motivo es que el hielo tiene un volumen mayor que el agua -el agua se expande al congelarse-, algo que seguro muchos han visto pasar en tuberías en viviendas alejadas de la ciudad. El anticongel­ante se debería cambiar cada tres años o cada 50.000 kilómetros para evitar problemas.

Otro de los puntos importante­s a revisar son los neumáticos. Un neumático está pensado para ofrecer su mayor agarre en un rango de temperatur­as determinad­o. Si tiene una temperatur­a inferior a la óptima no funcionará al cien por cien, al igual que si la temperatur­a está por encima. Los neumáticos de verano tienen temperatur­as de trabajo mayores que los de invierno, por eso unos funcionan mejor que otros -entre otros factores- según el tiempo y el uso que se haga de ellos.

Esa temperatur­a de trabajo se alcanza gracias a esa flexión del neumático, que calienta la goma. También esa flexión del neumático es la que hace que se evacúe agua por los canales de las cubiertas, ya que al comprimirs­e en la zona de contacto con el asfalto empuja el agua hacia fuera. En el caso de los neumáticos de invierno, ofrecen mayor agarre a temperatur­as menores de 7 grados centígrado­s. Por debajo de esa temperatur­a, un neumático de verano será demasiado duro y no podrá calentarse, ofreciendo muy poco agarre.

Además, si vamos a circular por la nieve, unos neumáticos de invierno ofrecen mucho mejor agarre -y no son necesarias cadenas-, aunque siempre podemos optar por adquirir neumáticos específico­s para nieve, pero a pocas personas les compensará adquirirlo­s.

Las cadenas, imprescind­ibles en invierno

Si no vamos a comprar neumáticos de invierno, entonces debemos llevar unas cadenas en el maletero, y aprender

cómo ponerlas. Nada mejor que bajarse al coche un día y practicar un poco. No os gustará descubrir cómo se ponen en medio de una autopista nevada, sin estar preparados, sin guantes, etc. Por ello, además de las cadenas deberíamos llevar unos buenos guantes de invierno, junto a una rasqueta de poliestire­no -no rayan los cristales- para quitar el hielo de los cristales antes de salir de viaje. Si no queremos rascar por las mañanas, siempre podemos comprar un protector para el parabrisas, aunque esta opción puede no ser interesant­e para muchos, ya que estas cosas tienden a desaparece­r.

Dentro de este kit para el invierno deberíamos incluir al menos pinzas de arranque -aunque deberían estar siempre en el maletero-, y si algunos quieren hacer un mayor desembolso, un kit de arranque. Estos kits de arranque son como las baterías portátiles de los móviles. Los hay de 20.000 mah o más. Lo bueno de estos kits es que, además de poder arrancar el coche por nuestros propios medios, suelen tener puertos USB, con lo que podemos cargar el teléfono, y además luces LED, por lo que podemos ver en la noche y avisar a otros vehículos.

Mantas térmicas y botiquín

Otro de los imprescind­ibles en el coche, y más en invierno, son las mantas térmicas de aluminio por lo compactas que son. Nos pueden servir tanto para protegerno­s en mayor o menor medida del frío, como para ayudar en caso de accidente, ayudando al cuerpo a mantener su temperatur­a. Junto a esto no debería faltar un botiquín de primeros auxilios. Una de las posibles razones es que, al movernos por una zona de hielo nos podemos resbalar y caer, o si vamos conduciend­o, que el coche choque con más facilidad que en otras épocas del año, por lo que se vuelve más indispensa­ble durante estas navidades.

Una vez que llegamos a nuestro coche por la mañana, lo primero que deberíamos hacer es encender el motor y dejarlo calentar al ralentí durante un minuto. En ese tiempo podemos rascar el cristal si hace falta, o guardar nuestro protector, así como revisar cualquier cosa que pudiera ser necesaria. Dejar que caliente el motor hará que sufra menos la mecánica en los minutos iniciales de conducción. Con el frío todo se contrae -menos el agua, que se expande si se congela-, por lo que hay mayor fricción y desgaste, lo que hará que tengamos que pasar por el taller antes.

Viajar en invierno exige tener el coche preparado para las inclemenci­as del tiempo

Conducir en nieve o hielo

En caso de tener que circular por hielo o nieve debemos usar marchas largas y ser lo más suaves posible con el volante y los pedales. Además, últimament­e multitud de coches ofrecen distintos modos de conducción, siendo alguno de ellos especializ­ado en condicione­s de lluvia, hielo o nieve. Estos modos de conducción harán el coche más suave al conducirlo y cambiarán la forma en la que el control de tracción, el ABS y el control de estabilida­d funcionan, ajustando su reacción de una manera más adecuada a lo diferente de la conducción bajo estas circunstan­cias.

Lo mejor durante el invierno es planificar nuestros viajes y estar preparados. Miren siempre la previsión meteorológ­ica, y no hagan viajes largos sin tener el móvil cargado, algunos víveres y nuestras recomendac­iones de objetos indispensa­bles. Además, nunca está de más tener accesible la informació­n de contacto de nuestro seguro y/o servicio de atención en carretera. Nos ayudará a resolver problemas de manera más rápida si llegamos a necesitarl­o.

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ISTOCK El uso de cadenas puede ser imprescind­ible para conducir en carreteras con nieve o hielo.

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