El Economista - Seguros Magazine
UN PROBLEMA DE SALUD
BACTERIAS RESISTENTES: Las bacterias multirresistentes se han convertido en un problema de salud global. Solo en España fallecen cada año cerca de 4.000 personas por su causa. El uso indiscriminado de antibióticos es su principal origen
No es asunto baladí: la resistencia a los antibióticos es cada vez más frecuente en todos los países del mundo. Esto sucede porque, con el paso del tiempo, las bacterias se fortalecen y desarrollan mecanismos que comparten con el resto de colegas infecciosos, creando gérmenes multirresistentes a los medicamentos. Como consecuencia, los médicos encuentran cada vez más dificultades a la hora de combatir infecciones mediante los antibióticos disponibles en el mercado.
Aunque investigadores y científicos tratan de crear nuevos antibióticos capaces de erradicar las bacterias más potentes, juegan con el tiempo en contra. “La resistencia a antibióticos es uno de los problemas de salud pública más acuciantes de nuestro tiempo. Si no lo abordamos, podemos llegar a un momento en que incluso las más simples operaciones médicas no serán posibles, y los trasplantes de órganos, la quimioterapia del cáncer o de cuidados intensivos menos aún”, afirma Vitenis Andriukaitis, comisario europeo de Salud y Seguridad Alimentaria.
La capacidad de aprendizaje de las bacterias no es la única causa del incremento de su resistencia. Las prácticas inadecuadas de control de infecciones, las prácticas de prescripción deficientes, los antibióticos de mala calidad, la falta de supervisión y de herramientas de diagnóstico adecuadas y la educación insuficiente que proporcionan los médicos a los pacientes, también son factores determinantes.
La buena noticia es que es posible tomar medidas para prevenir o limitar la incidencia de la resistencia a los antibióticos. De hecho, las autoridades sanitarias llevan tiempo elaborando planes y estrategias para afrontar el problema. En España donde se producen cerca de 4.000 muertes al año a causa de bacterias multirresistentes-, el Plan Nacional de Resistencias de Antibióticos trata de mejorar los programas de prevención de infecciones. Una de las medidas más importantes consiste en adecuar el uso de los antibióticos exclusivamente a las infecciones bacterianas, porque a pesar de lo que creen muchas personas, estos medicamentos son ineficaces contra los virus, los resfriados y las gripes.
Por ello, es muy importante evitar la automedicación: la decisión sobre la necesidad de antibióticos debe recaer únicamente en el médico; respetar las dosis y la duración del tratamiento; no guardar las dosis sobrantes “para otra ocasión”. En cuanto a la prevención de infecciones, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda lavarse las manos con frecuencia, practicar una buena higiene de los alimentos, evitar el contacto directo con personas enfermas y cumplir puntualmente con el calendario de vacunas.
La OMS y la Iniciativa Medicamentos para las Enfermedades Desatendidas crean la Alianza mundial de investigación y desarrollo de antibióticos. En 2017, Alemania, Luxemburgo, los Países Bajos, el Reino Unido, Sudáfrica, Suiza y el Wellcome Trust se comprometieron a destinar más de 56 millones de euros a este objetivo.