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LA NUEVA BIORREFINERÍA DE ENI PRODUCIRÁ 600.000 TONELADAS DE DIÉSEL VERDE
En 2014, Eni reconvirtió su refinería de Porto Marghera en una biorrefinería capaz de transformar materias primas orgánicas en biocombustibles de alta calidad. Cinco años después le toca el turno a Gela, capaz de procesar 750.000 toneladas anuales de acei
Las biorrefinerías son un instrumento clave para el desarrollo de la bioeconomía y sirven como respuesta al desafío establecido por los legisladores europeos para transformar la industria y producir combustibles con un impacto ambiental reducido. Permiten transformar de manera eficiente y sostenible recursos biológicos - como residuos orgánicos y otras biomasas- en un amplio espectro de productos finales. Aunque existe un gran potencial de crecimiento, actualmente el número de biorrefinerías en Europa a escala comercial no supera el medio centenar, según datos de ainia, de las que algo menos de una veintena producen biocombustibles avanzados como etanol celulósico, Aceites Vegetales Hidrotratados (HVO) y biohidrocarburos.
Precisamente los HVO -también conocidos como hibrobiodiésel o diésel renovable-, se han convertido en una alternativa muy atractiva para los vehículos de motor diésel, habiéndose convertido en el tercer biocombustible en volumen producido a nivel mundial, según datos de la web BioRefineries, de ahí que varias empresas hayan desarrollado tecnologías patentadas para obtener este tipo de biocombustible y que alguna de ellas haya dado el paso de transformar su refinería convencional a una biorrefinería de HVO.
La energética italiana Eni es un claro ejemplo. Hace cinco años decidió convertir su refinería de Porto Marghera (Venecia) en una biorrefinería capaz