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LA NUEVA VIDA ECOLÓGICA DE LOS RESIDUOS GRACIAS AL GAS RENOVABLE
El uso de residuos para la producción de gas renovable está siendo la solución para convertirlos en una fuente de energía, a la vez que se promueve la economía circular y el empleo en zonas rurales
Transición Ecológica ha anunciado por su parte que está preparando un Real Decreto sobre la eliminación de residuos mediante depósito en vertederos.
Una de las soluciones más eficientes para acabar con el problema de los residuos que no se puedan reutilizar ni reciclar es la valorización energética, capaz de recuperar el contenido energético de los mismos en lugar de eliminarlos en vertederos, lo que comporta importantes beneficios económicos y medioambientales, ya que las plantas de valorización energética emiten 19 veces menos CO2 que los vertederos convencionales.
En Europa existen unas 600 instalaciones de este tipo, de las que solo una docena se encuentran en España. Aunque la mayoría de las plantas europeas se han instalado en antiguos vertederos, en los últimos diez años se están ubicando en el centro de las ciudades, “ya que mucha de la energía que producen se utiliza para alimentar las redes de calefacción urbana o district heating”, apunta Rafael Guinea, presidente de la Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos (Aeversu).
Otra de las soluciones más eficientes a partir del reciclaje de diferentes tipos de residuos -urbanos, aguas residuales, agrícolas, ganaderos y forestales- es el gas renovable, concretamente la revalorización del biogás en biometano como sustituto renovable del gas natural para su inyección en la red gasista o como combustible vehicular, entre otros usos.
Se trata de una solución implementada en muchos países de Europa, como Alemania, Reino Unido, Suecia, Francia y Dinamarca, donde existen más de 500 plantas de producción de biometano. La futura comisaria europea de energía, Kadri Simson, ha señalado que el uso de gas renovable en las infraestructuras gasistas existentes, combinado con electricidad renovable, reduciría drásticamente el coste de la transición energética, ya que por cada bcm de biometano recuperado e inyectado a la red se evitaría la emisión a la atmósfera de unos 20 Mt de CO2, que equivaldrían al 33% del objetivo de reducción de CO2 de los sectores difusos.
En España no se está sacando partido al gas renovable como se debería, ya que su presencia en nuestro país se encuentra por debajo del potencial disponible de biometano, definido por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) el pasado año, cuyo rango superior alcanza las 2.963 kilotoneladas equivalentes de petróleo, correspondiente a 2,95 bcm o 34.460 gigavatios hora. A día de hoy solo existe una planta que produce gas renovable a partir de residuos urbanos (Valdemingómez en Madrid) y una segunda planta habilitada en Butarque (también en la capital) para la producción de gas renovable a partir de aguas residuales, que se ha puesto en marcha en octubre de este año.
Con el objetivo de fomentar el uso del gas renovable, desde Sedigás están trabajando en “el diseño de un Hub de información que incorpore una web para que se convierta en el portal de referencia del gas renovable en España, con toda la información de calidad para todos los actores de la cadena de valor, productores, operadores, clientes finales y administraciones públicas”, apuntan desde la asociación.
Otra de las líneas de trabajo en la que Sedigás tiene puesto el foco es el desarrollo de un esquema de certificación de garantías de origen basado en un documento técnico de referencia consensuado por todos los agentes involucrados. Estos sistemas, señalan desde la asociación del gas, “suponen un mecanismo de incentivos del mercado donde los usuarios interesados puedan adquirir gas renovable de calidad para su uso energético y medioambiental”.
20%
Son los millones de toneladas de CO2 que se evitarían por cada bcm de biometano inyectado a la red