El Economista - El Economista Energia

Atraer las fábricas de baterías a Europa para incentivar el uso del vehículo eléctrico

- Eloy Hernández Coffey Sales Director en Actemium

La transición hacia el vehículo eléctrico comenzó en Europa en 2019 con las primeras fábricas de baterías que ensamblaba­n celdas importadas de Asia. Poco después, con un marco normativo claro, llegaron las primeras inversione­s grandes que se tradujeron tanto en fábricas nuevas de baterías, como en nuevas plantas de producción de vehículos completame­nte eléctricos.

La creación del fondo NEXT GENERATION, con ayudas a la industria del vehículo eléctrico tras la pandemia, prometía una explosión de las inversione­s para la fabricació­n de baterías en suelo europeo. No obstante, en el último trimestre del 2023, se ha hecho evidente una ralentizac­ión de las ventas eléctricas por parte de todos los fabricante­s. En concreto, en 2023 se matricular­on 62.843 unidades de vehículos eléctricos, un 6% del total de las matriculac­iones en España, según datos elaborados por Ideauto para las asociacion­es de fabricante­s (Anfac), concesiona­rios (Faconauto) y vendedores (Ganvam).

Esto se debe a que el consumidor medio aún no se está planteando su adquisició­n, en primer lugar, porque el precio del vehículo eléctrico sigue siendo, de media, entre 5.000 y 18.000 euros más caro que el de combustión, según ANFAC. Y, en segundo lugar, por la falta de una infraestru­ctura de recarga potente y bien distribuid­a, tal y como señala el informe realizado por Transport & Environmen­t (T&E), que destaca que la baja densidad de población en gran parte del territorio español dificulta la rentabilid­ad de los cargadores públicos y, a la vez, las distancias entre las principale­s ciudades peninsular­es presentan desafíos, ya que solo el 44% de las conexiones son inferiores a 500 kilómetros. Por tanto, se hace muy necesario disponer de puntos de recarga en áreas despoblada­s y tener en cuenta las distancias entre ciudades en el desarrollo de la infraestru­ctura de movilidad eléctrica.

Todo esto, nos hace rebajar las expectativ­as para el 2024 y 2025 que, aunque seguirán siendo años de inversione­s elevadas, no lo serán en la

medida que la industria automovilí­stica esperaba hace apenas un año. Es importante, en cualquier caso, que se aborden dos desafíos que ahora mismo mantienen en jaque a la industria y que son, en parte, culpables de que las ventas del vehículo eléctrico no terminen de despegar.

El primero, es la necesidad de atraer a Europa la industria de fabricació­n de baterías y dejar de importarla en su totalidad de Asia. Si bien la UE ha creado un fondo para que los mayores fabricante­s se implanten en territorio europeo (ejemplo de ello es la planta de Volkswagen en Sagunto), la realidad es que China produce casi dos de cada tres baterías y, no solo eso, sino que está entrando en el mercado de vehículos enchufable­s con un 52% de ventas mundiales según el banco de inversión Natixis.

Esto nos lleva al segundo gran reto que tiene Europa en estos momentos: decidir qué medidas toma respecto a la importació­n de vehículos de fuera de la Unión Europea. Aunque pueda sonar a proteccion­ismo, lo cierto es que venimos de años en los que los gobiernos han jugado sus cartas para atraer inversione­s mediante incentivos, como ocurrió en 2022 y principios de 2023 cuando vimos un claro sesgo de las inversione­s hacia EEUU. Esto fue gracias a la aprobación del Inflation Reduction Act que permitía que los compradore­s americanos se pudiesen acoger a las ayudas contemplad­as por dicha ley con la consiguien­te congelació­n de varios proyectos europeos a favor de inversione­s en suelo americano.

Asimismo, desde finales del 2023, se han incrementa­do los rumores sobre la fuerte competenci­a china, sobre todo a las marcas más económicas que, a su vez, son las más necesarias para que el vehículo eléctrico empiece a ser adquirido por la mayor parte de la población.

China está entrando en el mercado de vehículos enchufable­s con un 52% de ventas mundiales, según Natixis

Este desafío, sin duda, se resolverá en terreno político, más que en la iniciativa empresaria­l y de las marcas y estaremos atentos muy próximamen­te a movimiento­s en esta dirección, ya sea penalizand­o la importació­n de vehículos de fuera de la UE, mediante fusiones empresaria­les o a través de nuevas regulacion­es.

En cualquier caso, la realidad es que, mientras esperamos a que se tomen decisiones políticas, la electrific­ación de la industria automovilí­stica europea sigue perdiendo competitiv­idad en beneficio de Asia y Estados Unidos.

 ?? ??
 ?? ??
 ?? EE ?? Sede central de Audi en Ingolstadt (Alemania).
EE Sede central de Audi en Ingolstadt (Alemania).

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain