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Aerotermia en España: Muchas ventajas y un largo camino por recorrer
La aerotermia es una solución de climatización cada vez más popular en España, tanto para los hogares como para cualquier tipo de compañía. Tanto es así, que su instalación lleva dos años consecutivos creciendo en torno al 40%. Un incremento exponencial con un largo recorrido por delante, ya que las ventas de bombas de calor en nuestro país aún siguen estando por debajo de la media europea.
El auge de la aerotermia se explica por dos motivos. En primer lugar, por el ahorro económico que supone en la factura de la luz, ya que según la Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización consume un 70% menos energía que otros sistemas de climatización tradicional. Si a esto le añadimos la posibilidad de amortizar la instalación en menos de cinco años -apenas dos si el usuario cuenta con placas solares u otro tipo de fuente de energía renovable- y las ayudas que la Administración Pública y las eléctricas han lanzado en 2024 para mejorar la eficiencia energética en los hogares españoles, las cuentas hablan por sí solas. Pero el bolsillo no es la única razón de peso en esta ecuación. La conciencia medioambiental del consumidor también influye en un mercado en el que la aerotermia conquista cada día más espacio. E impulsa los avances de los fabricantes para abaratar los costes de instalación, una tarea que en LG afrontamos desde hace años creando equipos más pequeños y eficientes, que se adaptan a diferentes tipos de viviendas. Apostando por la ecotecnología para desarrollar soluciones que conecten con las demandas de nuestros clientes y contribuyan a combatir la crisis climática.
Sostenibilidad y ahorro económico son dos factores que, además, contribuyen a un importante avance en términos de estrategia del país. El actual contexto bélico resalta la importancia de la independencia energética en tiempos de crisis y evidencia que un pueblo es más resiliente cuando no deja sus fuentes de energía en manos de terceros. Es por ello que la sustitución de calderas de gas por sistemas de aerotermia alimentados con electricidad local no solo es más eficiente y sostenible, sino que además proporciona un alivio ante las fluctuaciones de precios en los combustibles fósiles. El objetivo que debe unirnos a todos es claro: apostar por fuentes renovables que fomenten la electrificación y descarbonización de nuestras empresas y hogares. Solo así podremos alcanzar el objetivo que marca la Directiva de Eficiencia Energética Europea: la eliminación progresiva de las calderas de gas para el año 2030, con el objetivo de lograr un ahorro del 11,7% de la energía final y primaria con respecto a 2020. Haciendo que España, un país líder en generación de renovables, ocupe el puesto que le corresponde también en materia de eficiencia energética en la climatización.