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La calidad del mantenimiento renovable, clave desde la formación
Es habitual olvidar que los objetivos de descarbonización de la economía se miden en términos de potencia por simplificación y sencillez, pero solo se alcanzarán si se consigue mantener la generación de las plantas renovables según el recurso primario disponible (sea sol, viento, agua o biomasa), lo que indudablemente pasa por una adecuada gestión integral de las mismas.
La parte más importante de esa gestión de los activos renovables son los servicios de Operación y Mantenimiento (O&M), con una baja visibilidad y ajenos al discurso político, pero son claves, no solo para alcanzar elevadas tasas de disponibilidad de las plantas, sino también por la importancia y sostenibilidad de las mismas, para mantener su funcionamiento por al menos 30 años.
Para hacernos una aproximación, el volumen de negocio ligado a la O&M de las instalaciones de energías renovables está entre los 1.000-1.200 millones de euros/año en el año 2022, calculado a partir de los costes unitarios de OPEX para cada tecnología, excluidos los correspondientes a los alquileres y a los costes financieros. Por otro lado, y de cumplirse los objetivos del PNIEC, esta cifra podría llegar a los 1.500-1.800 millones de euros/año en el año 2030.
Hay que tener en cuenta que cuando nos referimos a gestión de activos, además del mantenimiento, hay que incluir empresas ligadas a la digitalización, reparación, logística, seguridad, ciberseguridad, inspecciones, etc., cuyo valor añadido y proyección son mucho mayores que la propia generación de electricidad.
En este escenario y dentro de la evaluación que hacemos en AEMER, hemos observado, al menos, cuatro elementos que caracterizan el escenario actual. El primero sería la pérdida de calado técnico de muchos de los propietarios/gestores de activos, no solo de los que tienen un perfil financiero, también por la elevada rotación de la propiedad de los activos.
El segundo elemento está ligado a las excesivas penalizaciones contractuales a las empresas de mantenimiento, pues al ser los últimos en la cadena de suministro se nos hace responsables de muchos de los fallos. Sin embargo, en mu