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La necesidad de los gases renovables para alcanzar los objetivos de descarbonización
En los últimos años estamos viviendo un avance positivo en cuanto al compromiso de la ciudadanía, empresas e instituciones para conseguir descarbonizar nuestro planeta. Los objetivos del Acuerdo de París son ambiciosos y los retos se han acelerado a través de los paquetes Objetivo 55 y Repower EU de la Unión Europea. En este contexto, cabe resaltar que todos los esfuerzos que se puedan realizar son importantes y que debemos utilizar todas las herramientas de descarbonización disponibles para conseguir descarbonizar de forma eficiente.
No cabe duda de que hay que impulsar la generación de electricidad renovable, pero siendo conscientes de que se trata de una medida útil, pero ni suficiente, ni económicamente adecuada para cumplir por sí sola los objetivos de Net Zero. El desarrollo de los gases renovables, de forma complementaria a los esfuerzos de electrificación y el uso de combustibles sintéticos, será clave para conseguir los objetivos de descarbonización.
España está planteando un desarrollo significativo de generación eléctrica renovable, una medida fundamental, aunque con dificultades de desarrollo no menores, incluyendo la necesidad de ampliar las redes de distribución eléctricas existentes y una gestión activa de la generación eléctrica renovable intermitente, mediante almacenamiento costoso y con limitaciones evidentes.
Si pensamos en la descarbonización de los clientes de gas natural, nos encontramos dos retos muy evidentes para avanzar exclusivamente con electricidad.
Por un lado, gran parte de la industria pesada de nuestro país se basa en procesos que requieren altas temperaturas y para la que la electrificación no será una solución. De hecho, ya existen grandes industrias en nuestro país como siderurgia, metal, vidrio, química o papel, que están catalogadas como “difíciles de abatir” y necesitarán, en consecuencia, gas renovable para descarbonizar.
Por otro lado, si pensamos en los usuarios domésticos de gas natural, la estructura de la vivienda en España, con edificios multivivienda de varias alturas y apartamentos de medio o pequeño tamaño, hace que la sustitución de calderas de gas pa