El Economista - Franquicias y Emprendedores
La disciplina positiva aplicada al universo emprendedor
Debemos utilizar la comprensión sobre los rasgos psicológicos de personalidad para poder entender cómo podemos potenciar las habilidades emprendedoras a través de este enfoque tan eficaz como innovador. ¿Qué es emprendimiento? La búsqueda de oportunidades más allá de los recursos controlados (Eisenmann, 2013). ¿Qué es la disciplina positiva? Un enfoque respetuoso de trabajo basado en los principios sociales adlerianos. Con este artículo vamos a desvelar las claves de trabajo personal que debe llevar a cabo un emprendedor eficaz bajo las pautas de la disciplina positiva.
El debate continuo siempre ha sido sobre si el emprendedor nace o se hace; así que veamos cuáles son las cualidades que debe tener un emprendedor para tener éxito. Para empezar, buena apertura, es decir, habilidad individual de buscar nuevas experiencias y explorar ideas (creatividad, innovación y curiosidad). Además, debe contar con un alto nivel de responsabilidad: los individuos suelen ser orientados al logro, tienden a ser trabajadores y eficientes. Y no le puede faltar capacidad de extroversión: el individuo con este rasgo es descrito como asertivo, dominante, ambicioso, enérgico y líder (Judge, Higgins, Thoresen y Barrick, 1999).
Por el contrario, la poca amabilidad no resulta demasiado positiva, porque tiende a ser más egocentrista, competitivo (en vez de colaborativo) y a tener más escepticismo hacia las intenciones de los demás (McCrae y Costa, 2010). Y un alto nivel de neuroticismo tampoco es lo más aconsejable, ya que este perfil tiene menor control sobre sus impulsos (McCrae y Costa, 2010), lo que les hace también más vulnerables al entorno.
En Psicología de la Personalidad se habla de una parte innata que define constructos que tienden a ser estables a lo largo de la vida y con los que se responde de forma continua ante distintas situaciones. Asimismo, existe otra parte que se aprende, se trabaja, que puede venir condicionada por las situaciones externas que modulan la respuesta. Sobre esa parte del aprendizaje será sobre la que se trabajen, de una forma consciente y monitorizada, los principales pilares de este enfoque que nace de una postulación sobre un cambio de mirada en la crianza infantil, y que en los últimos años se ha posicionado como un método orien
tado a cambiar la cultura organizacional organizativa en la empresa a través de relaciones respetuosas con los intereses comerciales, teniendo en cuenta las necesidades de las personas que trabajan en ella.
Y os diréis, sí, la teoría está muy bien, pero ¿qué tiene que ver esto con el universo emprendedor? Pasamos a explicarlo.
Pilares de trabajo sobre emprendimiento con disciplina positiva:
El más significativo es el respeto mutuo y fomento de las relaciones horizontales. Esto, que a veces se confunde con una anarquía organizacional, pasa por la comprensión de que todas las personas tienen derecho a recibir el mismo trato digno y que nadie es más que nadie como persona. La interiorización de este concepto permite al emprendedor entender que su postura de inicio no es menos valiosa por ser “novato”, por lo que la proyección de seguridad personal y el trato con su equipo será desde el empoderamiento y no desde el miedo ni la superioridad personal.
Otra de las bases es identificar la creencia que da lugar al comportamiento. Entender las razones por las que un emprendedor toma determinadas decisiones, arriesga más o menos, decide ir por un camino u otro son parte de un continuo pensamiento (emoción) hacia la acción. A las personas nos mueven las convicciones que tenemos, y la apertura a nuevas experiencias que determina el carácter innovador del emprendedor viene muy condicionada por aquellas cosas de las que está convencido. Si es capaz de identificarlas, trabajarlas y generar metaconocimiento sobre ellas, le dará muchísima más capacidad adaptativa y exitosa en entornos de incertidumbre.
Trabajar en herramientas personales como emprendedor es tan importante la estructura del proyecto a emprender
Fomentar la comunicación efectiva y habilidades sociales, también resultan aspectos clave, porque, sin duda, una de las grandes necesidades del emprendedor es saber comunicar. Saber explicar qué hace, cómo lo hace, qué le diferencia, qué tiene que aportar. ¿Cuántas ideas buenas se han quedado en el tintero porque no han sabido venderse? La disciplina positiva centra su trabajo en el desarrollo de habilidades comunicativas eficientes, respetuosas (con el interlocutor y con uno mismo) que se abren a la escucha activa y a la comprensión de las necesidades del otro. Si entiendo qué necesita mi cliente, podré desarrollar mi servicio/producto y, por ende, venderlo desde la comprensión de sus creencias.
Saber establecer un enfoque constructivo sobre los errores: es una de las grandes aportaciones de la disciplina positiva, porque el error va ligado al fracaso, al fallo, pero aquí cambiamos el enfoque. Se analizará el error desde la naturalidad sin buscar nunca culpables, y se ejercerá una doble vertiente de responsabilidad: la del grupo y la de la/s persona/s que hubieran cometido el error. Esto genera un ambiente de confianza que invita a que el individuo se responsabilice, tome conciencia de qué ha salido mal y, sobre todo, aprenda de una forma amable, con el objetivo principal de no volver a repetirlo y de adquirir destrezas y herramientas suficientes que le sirvan como gestor de crecimiento y mejora.
Promover la perspectiva alentadora en vez de alabadora: esto supone un cambio de foco en el análisis de los factores motivacionales porque se pasa de buscar la alabanza y aprobación externa a generar dinámicas internas de aliento. Este término hace referencia al esfuerzo y a la mejora y no simplemente al éxito, hecho que genera una construcción sana de la autoestima a largo plazo y trabaja capacidades como la resiliencia o el manejo de la frustración, que ayudan a controlar factores externos.
Trabajar en las herramientas personales como emprendedor es tan importante como trabajar en la estructura del proyecto a emprender, porque este será extensión de la persona y, por tanto, garantía de éxito.