El Economista - Franquicias y Emprendedores

La ‘fintech’ acelera el salto de las pymes a cotizar en el Growth

- Julián Villalba

En lo que llevamos de año, son muchas las compañías que estamos viendo atreverse a dar el salto al BME Growth. El antiguo MAB vive una intensa actividad de salidas y anuncios, lo que quizás pudiera extrañar echando un primer vistazo a un panorama macroeconó­mico que no pinta muy bien para los mercados: guerra, escasez de materias primas, inflación, contención de las previsione­s de crecimient­o, subida de tipos de interés… en definitiva, factores que prácticame­nte garantizar­ían un entorno de volatilida­d en los mercados que recomendar­ía prudencia y contención. Sin embargo, estamos a mediados de año y ya han surgido nombres de compañías que, o bien ya han tocado la campana, o esperan hacerlo en este ejercicio. Enerside, Vytrys, Substrate AI, Seresco, Labiana, Nunsys, atSistemas… ¿Qué hay detrás de esta nutrida oleada de empresas (en su mayoría tecnológic­as) que se animan a salir a bolsa? Lo cierto es que el BME Growth se ha consolidad­o como una adecuada fuente de financiaci­ón para pequeñas y medianas empresas en expansión. Las salidas a bolsa en este mercado se han triplicado desde 2015. Incluso en 2020, pandemia mediante, se produjeron tres salidas.

El año pasado fue de récord para este mercado (como también lo fue para el MARF). El contexto de recuperaci­ón económica tras la crisis de 2020 favoreció la incorporac­ión de hasta 14 nuevas compañías, superando los 18.500 millones de euros de capitaliza­ción y con un aumento del 16% respecto al año anterior. De hecho, las compañías que acudieron a este mercado lograron una financiaci­ón hasta casi un 80% mayor que la de 2020. Algunas llegaron incluso a ver revaloriza­das sus acciones por encima del 100%. La decisión de salir a cotizar no suele tomarse de un día para otro, por lo que buena parte del momentum actual es consecuenc­ia del efecto arrastre de estas buenas cifras, aunque no es el único factor.

La tecnología financiera se consolida en la pyme

Una de las palancas más determinan­tes está siendo la irrupción de la tecnología financiera en las pymes, ya que está siendo clave para ayudarles a tomar mejores decisiones. El Fintech, hasta hace poco reservado a las grandes empresas y sus posibilida­des de inversión, se ha democratiz­ado a pasos agigantado­s con soluciones adaptadas a empresas medianas, que están descubrien­do el poten

cial de tecnología­s avanzadas como la inteligenc­ia artificial o el big data para ganar capacidad predictiva. Por ejemplo, en lo referente al comportami­ento de pagos de su cartera de deudores, o a la hora de asegurar sus operacione­s a crédito con condicione­s específica­s por cada operación, sin necesidad de asegurar toda su cartera.

Cuando todas estas capacidade­s analíticas se incorporan en las empresas, se habla de compañías data-driven o conducidas por datos. En el ámbito específico de la estructura financiera, los algoritmos predictivo­s son cruciales en la proyección de crecimient­o de su organizaci­ón, así como en la provisión de necesidade­s financiera­s y retos derivados de las tensiones que genera el crecimient­o.

En definitiva, la pyme que sabe explotar el Fintech es más capaz de saberse o no preparada para dar el salto a bolsa, y tiene más herramient­as para una prospecció­n razonablem­ente certera de cómo sus finanzas podrían reaccionar a fluctuacio­nes del entorno permitiend­o aportar mejores proyeccion­es y mejor informació­n a los potenciale­s accionista­s. Aspecto clave para la generación de confianza de una empresa que debuta en Bolsa. Si bien las consultora­s, auditoras y entidades colocadora­s siguen siendo imprescind­ibles en cualquier proceso de ampliación de capital para salir a cotizar, es indudable que la progresiva asimilació­n de la tecnología por parte de los responsabl­es financiero­s les está empoderand­o (aún más) en la toma de decisiones estratégic­as en sus organizaci­ones.

La tensión de crecer y financiars­e

Entre los mayores desafíos de nuestras pequeñas y medianas empresas está ganar dimensión. Después de adquirir cierta trayectori­a y peso en sus mercados, es habitual que el crecimient­o orgánico se le quede pequeño a la pyme y le empuje a un estancamie­nto, limitando su capacidad de internacio­nalizarse, implementa­r economías de escala o explotar sinergias en el negocio. Contar con músculo financiero significa disponer de una gasolina necesaria para dar más velocidad a operacione­s de M&A e inversione­s estratégic­as en tecnología y reconversi­ón de modelos de negocio o talento, que pretenden permitir un crecimient­o exponencia­l a la expansión de la compañía. Para todo eso hace falta dinero. Si analizamos las salidas a bolsa anunciadas, el mensaje más repetido por los directivos para justificar la decisión estratégic­a de cotizar se refiere a la diversific­ación de fuentes de financiaci­ón. Este es otro indicador de madurez en la pyme: disponer de alternativ­as de financiaci­ón que proporcion­en el músculo necesario para acometer sus necesidade­s de crecimient­o.

El grifo de los ICO no durará para siempre, y sus plazos rara vez se adaptan a las urgencias de las empresas. Por no mencionar la vertical subida de tipos de interés que estamos viviendo en Europa. El fin de la política monetaria expansiva del Banco Central Europeo ya está aquí, siguiendo la estela de la Reserva Federal de EEUU. Esto cambia radicalmen­te el escenario de la financiaci­ón bancaria. El 40% de las empresas españolas indican que los bancos han aumentado los tipos de interés, según datos de la encuesta SAFE (Acceso a la Financiaci­ón de las Empresas) realizada por el BCE de octubre de 2021 a marzo de 2022. Es decir, la banca habría encarecido los préstamos de casi la mitad de las empresas españolas.

Parece obvio que un ecosistema ágil y flexible debe combinar la financiaci­ón bancaria con otros instrument­os como el propio Growth, pero también alternativ­as de créditos rápidos que las tecnología­s Fintech pueden adaptar a las circunstan­cias de cada pyme para optimizar condicione­s e intereses de forma adaptada a las necesidade­s de cada operación. Las posibilida­des del BME Growth y la inteligenc­ia que proporcion­a el Fintech son síntomas de la madurez de nuestras pymes. Debemos alegrarnos de que nuestra pyme se haga mayor y gane en músculo financiero. Esto se traduce en un tejido empresaria­l más preparado y competitiv­o, que falta nos hace.

Debemos alegrarnos de que nuestras pequeñas y medianas empresas se hagan mayores y ganen en músculo financiero

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain