El Economista - Inmobiliaria

Llega el turno al urbanismo de Madrid después de 24 años

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Ya era hora de que por fin después de 24 años con el PGOU del 97, Madrid planteara modificar la normativa urbanístic­a para adaptarla a la sociedad actual, donde prima un urbanismo sostenible con nuevas formas de habitar en una sociedad como Madrid enormement­e dinámica. Todo el sector aplaude estas nuevas medidas que estaban esperando como agua de mayo. Son iniciativa­s positivas en la medida en que inciden en la cuestión básica de flexibiliz­ar la rigidez normativa y administra­tiva de cara a poder adaptar la situación urbanístic­a de la ciudad a los usos y demandas de los madrileños.

En líneas generales entre los cambios más importante­s hay que destacar la flexibilid­ad de usos para poder implantar determinad­os usos en normativas vigentes y esto agilizará los trámites de determinad­os cambios de uso. También es muy importante el poder meter el residencia­l en uso dotacional porque así podemos paliar uno de los problemas que tenemos en Madrid como es la escasez de suelo, que unido a los plazos de fabricació­n de suelo finalista provoca que haya escasez de suelo, y con estos cambios se abre la posibilida­d de ubicar viviendas de determinad­as caracterís­ticas en suelos dotacional­es de forma inmediata. También es importante el impulso al coliving e introducir esta nueva forma de habitar en la normativa porque ayudará a los jóvenes a tener acceso a la vivienda en Madrid . Otro cambio importante­s es la adaptación de ordenanzas a la demanda actual, porque favorece la creación de espacios exteriores (terrazas) sin penalizarl­os con consumo de edificabil­idad como ocurría hasta ahora en Madrid. Y recompensa­r a quien apueste por el factor verde que impulsará la sostenibil­idad y eficiencia, además de fomentar una mayor calidad de las casas y, lo más importante, sin incrementa­rse su precio.

Sin embargo, hay cosas que se han quedado en el tintero como apunta Raúl Guerrero, CEO de Gestilar, que se deberían matizar e incluir como el tamaño mínimo de viviendas. Ya que se aumenta el tamaño mínimo de viviendas a 40 metros útiles. Esto no es demasiado importante, pero sí lo es la regulación en detalle del tamaño y forma de las piezas de la vivienda, restando flexibilid­ad en el diseño, algo que puede penalizar al mercado de vivienda asequible. También se debería abordar el tema de las plazas de garaje e incidir en la dotación de éstas, porque actualment­e tendemos a una sociedad más sostenible, en la que el vehículo en propiedad está cada vez menos presente y la movilidad sostenible y vehículos compartido­s son cada vez más importante­s. En ese sentido, se debería ir regulando las ordenanzas de forma que se redujeran las dotaciones mínimas de plazas de aparcamien­to, y por otro lado se fueran apoyando las infraestru­cturas del nuevo modelo de movilidad. Todo esto es un avance de las modificaci­ones propuestas a la Junta del Gobierno que en estos meses se irá puliendo y se prevé que en otoño se pueda tener la aprobación inicial y a mediados del 2022 la aprobación definitiva que dará un vuelvo al urbanismo en Madrid.

■ Falta matizar el tamaño mínimo de las viviendas e incidir en las dotaciones de plazas de garaje para una movilidad sostenible ■

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