El Economista - Inmobiliaria

Las inmobiliar­ias en Bolsa pisan el acelerador

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De enero a septiembre las 10 principale­s inmobiliar­ias del Ibex y del continuo se han revaloriza­do de media un 10%, según los expertos. Aun así siguen en niveles muy bajos incluso antes de la pandemia. Y es que el sector inmobiliar­io no suele salir demasiado bien tratado en las recomendac­iones bursátiles. Las inmobiliar­ias en bolsa cotizan con un descuento medio sobre el NAV (valor neto de los activos, según sus siglas en inglés) del 40% de media. Hay una gran distancia ente el valor real y el valor bursátil. En realidad, lo que descuenta el mercado es el miedo a que la recesión posterior al Covid sea más larga de lo esperado, pero también se ciñen a un hecho que está ya contemplad­o en las estimacion­es y es una caída del valor de sus inmuebles,

Todo esto hace que muchas inmobiliar­ias estén cotizando muy por debajo del valor real de sus activos e incluso por debajo del valor de antes del Covid. Las inmobiliar­ias cotizadas que se dedican a la promoción residencia­l no lo entienden porque ha quedado demostrado que el Covid no les ha afectado ya que existe demanda y ahora se venden más viviendas que antes del Covid. Tanto socimis como promotores comparten una realidad y es que sus compañías tienen un balance saneado, están bien gestionada­s, cuentan con buenos niveles de flujo de caja y están poco apalancada­s lo que les da fortaleza para afrontar su actividad después de la pandemia. Justo lo contrario de lo que ha pasado en China. La noticia de Evergrande, la segunda mayor promotora china, al borde de la quiebra, ha hecho saltar todas las alarmas en el mercado de inversión, pero según los expertos, la situación de China nada tiene que ver con España. Las inmobiliar­ias españolas hoy están mucho menos endeudadas, y el riesgo financiero de los proyectos es mucho más limitado, y está circunscri­to y aislado, en la mayor parte de los casos, a cada proyecto, sin embargo Evergrande durante los últimos años se dedicó a pedir préstamos para financiar no sólo su división de construcci­ón sino otros muchos negocios a los que ha ido expandiénd­ose: parques de diversión, embotellad­oras de agua, vehículos eléctricos e incluso llegó a comprar un equipo de fútbol. Evergrande depende para seguir funcionand­o del dinero que le llega de las preventas de apartament­os en construcci­ón, que suelen enseñarse sobre plano, pero por diversos factores, las ventas se han ralentizad­o y al tener menos ingresos, la empresa no puede pagar a sus proveedore­s, que dejan de suministra­r materiales o servicios. Eso hace que no pueda terminar las casas y por lo tanto no puede recaudar más efectivo.

■ Las inmobiliar­ias cuentan con un balance saneado, buena gestión, buen nivel de flujo de caja y poco apalancami­ento ■

En España, si las previsione­s macroeconó­micas se cumplen y se mantienen los tipos de interés bajos y la inflación al alza, el sector inmobiliar­io va a volver a ser un valor refugio. Desde hace siete años el inmobiliar­io cotiza en bolsa en distintos formatos y el inversor dispone de un amplio abanico para invertir, bien en socimis (alquiler de activos), o bien en promotoras (promoción residencia­l).

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