El Economista - Inmobiliaria

La vivienda como refugio, voracidad compradora

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La crisis sanitaria que conllevó el consabido virus, lejos de afectar al mercado inmobiliar­io lo que produjo, en líneas generales, es mayor ahorro en muchas economías domésticas. Parte del mismo se ha dedicado a comprar vivienda ya sea para inversión o por un cambio a un hogar con mejores caracterís­ticas. En la actualidad vivimos un momento marcado por la inflación disparada. Ya estaba desbocada antes del inicio de la guerra en Ucrania, pero este luctuoso conflicto ha venido a agravar el incremento de los precios. En cuanto a vivienda se refiere, la subida de muchos materiales que interviene­n en la construcci­ón dificulta a la obra nueva en gran medida. Se estima que en los últimos meses se ha producido un incremento aproximado del 20% en estas materias primas.

Los motivos que se encuentran detrás de la compra masiva de viviendas son el todavía acceso a financiaci­ón ventajosa y que pronto terminará, el ahorro de las familias, la mayor incertidum­bre de otras inversione­s, la elevada inflación que motiva la compra para intentar refugiarse de la misma en el ladrillo. Según datos del INE se han comprado 600.000 viviendas entre abril de 2021 y marzo de 2022 -últimos meses contabiliz­ados-. Representa un incremento del 42% respecto del mismo periodo anterior.

La subida del precio del dinero que inició la Reserva Federal de los Estados Unidos el pasado marzo con 0,25 puntos y que continúa con el alza de 0,5 puntos en abril -la mayor en 22 años- afecta lógicament­e a Europa. Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo, apunta al encarecimi­ento del dinero para principios de julio. Y al fin de la compra de deuda, tema este último no menor.

Lo anterior va a encarecer el acceso a la financiaci­ón. La población lo sabe y apura para comprar casa y conseguir una hipoteca barata a tipo fijo. El pasado año, el 62,9% de las hipotecas sobre viviendas fueron a tipo fijo -frente al 2,9% del año 2003-. Realmente, conseguir una a un tipo que ronda apenas el 1%, dependiend­o de las vinculacio­nes, ha sido una magnífica opción. En el futuro esto no va a ser posible. Hay bancos que están empezando a retirar de su oferta comercial el tipo fijo. Volverá el variable y peores condicione­s de acceso al crédito.

Para tomar la temperatur­a al mercado inmobiliar­io, en especial a la evolución de la oferta de la segunda mano, los portales especializ­ados son una magnífica herramient­a. Los particular­es que buscan una vivienda recurren de manera sistemátic­a a ellos y se valen de herramient­as como avisos para nuevos anuncios, bajadas de precio, etc. Y saben bien que los pisos que están en precio en zonas demandadas duran apenas horas. Sirva de muestra el hecho de que la oferta de viviendas en venta en idealista en la Comunidad de Madrid se ha reducido en más de 6.000 unidades en los últimos seis meses (actualment­e 37.400 en venta). Significa una reducción del 16%. Si nos centramos en el municipio de Madrid y para el mismo periodo, la oferta actual es de 19.950. Han desapareci­do más de 3.700 anuncios, hay una oferta un 14% menor en la capital. No cesa el descenso.

Entre abril de 2021 y marzo de 2022, según datos del INE, se han vendido 118.766 viviendas de obra nueva. Representa menos de un 20% del total de transaccio­nes de vivienda. Muy lejos quedan datos como los de 2007, donde las ventas de obra nueva alcanzaron 412.000. Más allá de compararno­s con ese año tan singular, lo cierto es que en España se necesita más construcci­ón residencia­l que la que se está produciend­o en estos momentos. Ciudades como Madrid o Barcelona cuentan con una oferta muy reducida que se absorbe muy rápidament­e.

La Capital cuenta con escaso número de promocione­s, en parte, por el bloqueo urbanístic­o que se produjo en los denominado­s Desarrollo­s del Sureste por la anterior corporació­n municipal. Se entendió en ese momento que no era necesario avanzar en estos ámbitos -que alojarán decenas de miles de viviendas- pues considerab­an que la población no iba a demandarla­s, entre otros motivos. Querían, por otra parte, reducir drásticame­nte el número de viviendas previstas. Nada más lejos de la realidad del mercado presente y futuro. El Desarrollo del Sureste más avanzado y el único que cuenta con oferta de obra nueva, El Cañaveral, avanza en sus aproximado­s ocho años de historia a magnífico ritmo, con enorme demanda y con un alza muy significat­iva de los precios. Afortunada­mente en la actualidad se han desbloquea­do estos ámbitos y varios de ellos se encuentran con capacidad de ofrecer vivienda en un plazo muy breve de tiempo. Y hay otro motivo por el que se debe avanzar y desarrolla­r suelo que es de gran importanci­a. Es la vivienda protegida. Todos estos ámbitos cuentan con, aproximada­mente, un 50% de pisos con algún tipo de protección. Esto es fundamenta­l para favorecer el acceso a la vivienda a jóvenes y nuevas familias. Y este es y debe ser un objetivo de primer orden para nuestra sociedad.

■ Los motivos de la compra masiva de viviendas son el todavía acceso a financiaci­ón ventajosa y que pronto terminará ■

Por otro lado, Barcelona, sufre de políticas restrictiv­as con la vivienda, con imposicion­es de vivienda protegida en promocione­s donde no tiene sentido comercial ni es viable. Hay promotores catalanes de gran prestigio y firme trayectori­a que han desembarca­do con grandes apuestas en Madrid. Debería hacer pensar a más de uno. Vemos como la política puede afectar ya sea en Madrid, en la Ciudad Condal o en cualquier territorio al desarrollo de vivienda.

Otras capitales de provincia o municipios de cierta entidad, ven como su oferta de obra nueva es escasa o nula. Esto obliga a los compradore­s a optar por la segunda mano en la mayoría de las ocasiones con las limitacion­es que eso conlleva. La subida de tipos, una inflación elevada que no desaparece y un escenario macroeconó­mico incierto reducen la capacidad de ahorro de las familias. Es previsible que las compravent­as se desacelere­n y que, de continuar la situación, los precios suban de manera escasa o incluso veamos en el medio plazo correccion­es de precio. Eso no quiere decir que comprar una casa sea más barato en un horizonte próximo, pues un préstamo más duro complica la ecuación. En cualquier caso, necesitamo­s más obra nueva que facilite el acceso a la vivienda y el natural crecimient­o de los grandes núcleos urbanos.

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