La tecnología que evita incendios de origen eléctrico
En Europa se declaran más de cien mil incendios cada año, que arrojan un balance nefasto de numerosos muertos y heridos, así como pérdidas de miles de millones de euros en daños materiales. Más de una cuarta parte de estos incendios pueden atribuirse a defectos en la instalación eléctrica, causados en su mayoría por fallos de arco peligrosos. Estos fallos pueden aparecer en caso de contactos sueltos en la instalación eléctrica, así como de los aparatos que enchufamos a la red.
Hablamos de una de estas incidencias si, debido a un fallo, se genera un arco voltaico anómalo en una instalación eléctrica o cable. Si el origen del fallo se debe a la existencia de contactos sueltos o a una deficiencia en el aislamiento, este problema no necesariamente implica consecuencias serias, pero sí puede iniciar un incendio y generar graves daños para las personas, las instalaciones o el edificio.
Muchos de estos riesgos de incendios pueden detectarse con antelación, desde los cables eléctricos hasta en los propios equipos que conectamos a la red, gracias a la utilización de dispositivos de detección de fallo de arco, cerrando así el hueco de seguridad y protegiendo la vida de las personas, edificios y bienes.
Los interruptores convencionales no ofrecen protección contra fallos de arco en serie, por lo que la seguridad adicional aportada por un detector de arco eléctrico es indispensable. Este dispositivo está diseñado para supervisar la actividad eléctrica y detectar anomalías que podrían indicar un fallo de arco.
El uso de los dispositivos de detección de fallo de arco está recomendado en viviendas, edificios públicos, bibliotecas, museos o talleres y otras instalaciones industriales con peligro de incendio. En Norteamérica, por ejemplo, se ha normalizado desde hace algunos años el uso de detectores de fallos de arco y en la actualidad éstos se utilizan regularmente. Con los dispositivos de detección de fallo de arco, Siemens está liderando la introducción de esta tecnología en el mercado IEC para permitir a los clientes beneficiarse de una protección total de la red de baja tensión.