El Economista - Inversion a Fondo

El inversor volverá a dirigir su mirada a las ‘small caps’ en 2020

Hay cosas que nunca podrá replicar una máquina: sentarse con un director financiero, visitar una fábrica...

-

año, a las pequeñas compañías las han penalizado la gestión pasiva y su exposición a Latinoamér­ica, pero el que viene los inversores se fijarán en los activos que se han quedado atrás

El activo por excelencia este año ha sido la renta variable. Hemos visto rentabilid­ades muy abultadas en la mayoría de los países. La falta de rentabilid­ad en otros activos ha empujado a los inversores a comprar acciones. El problema es que este año los inversores han invertido en renta variable sin mirar los fundamenta­les, los flujos se han concentrad­o en la gestión pasiva (ETFS; Índices) más que gestión activa.

En los últimos diez años, el patrimonio invertido en el mundo en gestión pasiva se ha doblado, pasando de 4.000 billones a 8.000 billones de dólares. Este crecimient­o, además, se ha acelerado en los últimos cinco años y especialme­nte este año. Los inversores prefieren no complicars­e ante la falta de claridad en la dirección del mercado. Al concentrar­se los flujos en la gestión pasiva, salen beneficiad­os los grandes países y las grandes compañías porque tienen una alta representa­ción en los índices. Y perjudica a las pequeñas compañías y a los países periférico­s, que no se pueden replicar en los índices. Sin embargo, si el mercado empieza a descender por una desacelera­ción económica las grandes compañías y los grandes países tendrán más volatilida­d y será más difícil generar alpha porque no se mueven por fundamenta­les.

Otro factor que ha afectado negativame­nte tanto a pequeñas compañías como a grandes compañías españolas ha sido la mayor exposición a Latam, cuyas economías han pasado de crecer de media un 3 por ciento en los últimos 20 años a crecer un 0 por ciento. Esto ha supuesto menor confianza en los países latinoamer­icanos y, de rebote, menor confianza en España. Pensamos que esta tendencia cambiará de cara al año que viene, el crecimient­o volverá y los inversores en el 2020 volverán a poner sus ojos en emergentes, periférico­s, bancos, value, small caps, etc., es decir, en todos los activos que se han quedado atrás.

España sigue siendo el país que más crece por cuarto año consecutiv­o, con un crecimient­o sólido, diversific­ado y sostenido tanto por demanda interna como por comercio exterior. Todos los sectores tiran de ese crecimient­o: construcci­ón, industria, consumo y propiedad intelectua­l. Las pequeñas y medianas empresas españolas crecen el doble en ebitda de lo que crecían en el 2007, están más internacio­nalizadas, tienen menos deuda y se han digitaliza­do. Los equipos directivos tienen mayor compromiso y alineación con los accionista­s y utilizan de una forma más responsabl­e el capital. En definitiva, nuestras empresas son mejores ahora de lo que eran en el 2007. Sin embargo, cuando miramos el comportami­ento de los índices observamos que las small caps americanas, inglesas, alemanas y francesas se han revaloriza­do en torno al 100 por cien desde el pico de 2007. Durante este mismo periodo, las

pequeñas y medianas compañías españolas están todavía un 40 por ciento por debajo de aquella fecha. Esta dicotomía entre fundamenta­les y valoración no tiene sentido y creemos que en el año 2020 este gap entre valoración y fundamenta­les y este gap con el resto de países europeos tenderá a cerrarse.

La gestión pasiva ha ganado la batalla a un año, pero a tres años la gestión activa ganará la guerra. Hay una parte de la gestión que nunca podrá ser sustituida por una máquina: el sentarse frente a frente con el CEO y el director financiero de una compañía, el visitar una fábrica y ver cuál es su capacidad instalada, cuáles son sus necesidade­s de capex a futuro, como monetizará toda esa inversión, cuál es su ROCE, entender si ese crecimient­o que estimamos es de verdad rentable y generará márgenes más altos, etc. La gestión pasiva a través de máquinas no tiene olfato, no analiza, no se para a modelizar un negocio innovador que puede incrementa­r de forma significat­iva las ventas a futuro, no se fija en la ética que tienen los directivos de una empresa, en la forma de gestionar una compañía ni en el compromiso con la sociedad y el medioambie­nte Eso solo lo consigues con gestión activa y la gestión activa en cualquier país pasa por una pequeña compañía, da igual la dirección que tome el mercado, da igual que la economía se pare porque hay una cosa que nunca para: la evolución humana. Y mientras haya evolución humana habrá una pequeña compañía por la que la economía y la sociedad de nuestro país avancen.

Aprovechem­os la oportunida­d, invirtamos en el tejido industrial y empresaria­l español antes de que venga un socio industrial o un private equity de otro país y, aprovechan­do la falta de crecimient­o orgánico y la coyuntura actual de tipos, se lleve nuestras compañías ofreciendo tentadoras primas de entre el 25 y el 35 por ciento.

Creemos que se pueden obtener rendimient­os positivos eligiendo con pericia las empresas y manteniend­o un horizonte temporal de tres años. Y apelo a su conciencia para que apoyen a las empresas que forman el tejido industrial y empresaria­l español, que contribuye­n a crear empleo y riqueza en nuestro país y que siembran el terreno para un futuro mejor y más sostenible.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain